Nuevo haz de centellas de Joan Brossa
Un libro re¨²ne unos 200 poemas in¨¦ditos del escritor, donde al cl¨¢sico surrealismo vital se suma su catalanismo pol¨ªtico
¡°Vivim damunt un drac / que quan badalla i mou la cua / fa tremolar la terra¡±, escribe Joan Brossa, como siempre breve, puro destello (un poeta siempre ¡°amb un feix de llamps a la m¨¤¡±, como escribi¨® una vez) y ambivalente: sirve para la vida, la de finales de los 70 cuando compone esos versos, pero tambi¨¦n para la de hoy, y, claro, para la situaci¨®n sociopol¨ªtica catalana de ahora mismo. Es la eternidad de los grandes. El poema pertenece a Gual permanent (1977) que, conjuntamente con Mapa de lluites (1979-1984), conforman unos dos centenares de poemas no publicados hasta la fecha y que ahora aparecen reunidos en Poemes in¨¨dits (Rata).
¡°Son un buen ejemplo del quehacer po¨¦tico idiosincr¨¢sico de Brossa, del que si quieres seguir el rastro debes hacerlo a lo largo de los siete vol¨²menes y casi 1.800 p¨¢ginas de los diversos t¨ªtulos que formaron Els entre-i-surts del poeta; aqu¨ª lo tienes en uno y, si bien no hay sonetos, resume bien el mensaje y la construcci¨®n po¨¦tica de Brossa, aquello de menos es m¨¢s: son lo m¨¢s parecido a sus poemas visuales¡±, centra Gloria Bordons, una d¨¦cada (1976-1986) para hacer la tesis doctoral sobre el poeta y, en el fondo, toda una vida dedicada a estudiarle: ¡°Soy una criatura embrossada¡±, dice la autora tambi¨¦n del pr¨®logo a esta edici¨®n, con ep¨ªlogo de Vicen? Altai¨® .
Ilustran estos Poemes in¨¨dits ¡°la obsesi¨®n de Brossa por partir siempre de la realidad de la calle, que llevar¨¢ hasta el extremo de ofrecer el documento tal cual es, unos poemas documentales, como hace aqu¨ª en Oda funcional a un gran patriota i humanista assassinat, donde reproduce la condena a muerte del consejo de guerra y la posterior acta de defunci¨®n del pol¨ªtico Carles Rahola, fusilado por el franquismo: el t¨ªtulo lo dice todo¡±. Esa b¨²squeda y reproducci¨®n del documento, apunta la experta, ¡°es lo que le hace moderno y eso ya lo practicaba en 1946, como en Tres poemes purs, ¡®el secret consisteix nom¨¦s en saber mirar¡¯, dec¨ªa; la poes¨ªa est¨¢ en la calle; cuando recorta un diario y lo pega, el poema es la noticia; aisl¨¢ndola del resto del diario, el lector, por la labor del poeta, se ve obligado a reaccionar¡±, compendia Bordons.
Las composiciones estaban cerradas ya para Brossa, tras pasar su dur¨ªsimo control productivo, que se iniciaba, tras la primera redacci¨®n en l¨¢piz, con una segunda correcci¨®n tambi¨¦n con ese material, su pase entonces ¡°a tinta¡± (bol¨ªgrafo) y de ah¨ª ya a galeradas, ¡°aunque luego tambi¨¦n las retocaba y puedes encontrarte con otras versiones u otros poemas en el reverso¡±. Entre el l¨¢piz y la tinta, el cartesiano y pulcro Brossa con su obra (en las ant¨ªpodas para el resto de lo cotidiano), enumeraba incluso las p¨¢ginas de cara al futuro libro ¡°porque hay un juego en el orden de lecturas¡±, desvela Bordons. ¡°Aquest poema esdevindr¨¤ el que jo en faci, / seguint els anteriors i seguit pels que vindran¡±, escribe Brossa en este volumen. ¡°Exactament! Es tracta de la preparaci¨® de totes / les peces d¡¯aquest joc d¡¯escacs que es diu / un vers, una estrofa, un poema¡±, reincide apenas 30 p¨¢ginas despu¨¦s.
A trav¨¦s de ese hilo, aparecen, pues, meditaciones sobre la escritura, bien engarzadas sobre la vida, la cotidianeidad y, sobre todo, la pol¨ªtica. ¡°Son sus composiciones m¨¢s pol¨ªticas, sin duda, juntamente con las de Sextines 76, que tambi¨¦n es de la ¨¦poca¡±, admite Bordons. Son tambi¨¦n los tiempos: los albores de la democracia. Es un Brossa, por cierto, muy optimista con la recuperaci¨®n de la Generalitat y el retorno de Tarradellas, l¨®gica satisfacci¨®n de quien se cri¨® en un ambiente de catalanismo popular. As¨ª, Joia! es la constataci¨®n del aterrizaje en El Prat (¡°Visca els Pa?sos Catalans!¡±, lo concluye) de un personaje del que elogia hasta su puntualidad. ¡°Tantes senyeres! / Se¡¯m posa un nus a la gola i se m¡¯entela / el paisatge¡±, escribe en Generalitat provisional, que dedicar¨¢ a su mujer, Pepa Llopis; es la punta de iceberg de diversos poemas m¨¢s donde, ah¨ª ya con la iron¨ªa c¨¢ustica brossiana marca de la casa, juguetea con que la venta de senyeres est¨¢ salvando a la industria textil catalana y als botiguers.
Un Brossa pol¨ªticamente entusiasmado con Catalu?a, pues, cr¨ªtico con Espa?a (¡°Abans d¡¯ahir menj¨¤veu entrepans d¡¯anxoves / Ahir us quadr¨¤veu a la manera alemanya / Ara us cauen els bigotis / I dem¨¤ caminareu de puntetes¡±, dice en Bergant), que contrasta con el de los ¨²ltimos a?os de su vida, muy esc¨¦ptico en lo sociopol¨ªtico. ¡°En el primer libro est¨¢ m¨¢s euf¨®rico que en el segundo, porque en este ya ha vivido la etapa convergente, con la que no comulgaba; no milit¨® nunca en un partido, si bien dejaba su estudio para que se refugiaran militantes clandestinos, pero el suyo era un catalanismo de izquierdas cercano al PSUC¡±, enmarca Bordons, aspecto que ratifican algunos poemas, donde aparece el entonces eslogan del partido: ¡°Imagino el trovador Cerver¨ª de Girona dient / ¡®Vota PSUC. Socialisme en llibertat¡¯ / en un spot de vint segons¡±.
¡°Encara que duri segles, el temps no fa / que tingui m¨¦s ra¨® quan no n¡¯hi havia / de bon comen?ament, i la injusticia continua / essent all¨° que era¡±, escribe en 1714. ?Era independentista, Brossa? ?Qu¨¦ dir¨ªa hoy? ¡°Quiz¨¢ de una manera no tan radical y manifiesta como Manuel de Pedrolo, pero s¨ª, Brossa era independentista: cre¨ªa que todos los males ven¨ªan de Espa?a, especialmente desde la derrota en la Guerra Civil, cuyas consecuencias consideraba una humillaci¨®n; cre¨ªa que, independiente, igual Catalu?a no mejorar¨ªa mucho, pero que siempre le ir¨ªa mejor despoj¨¢ndose de Espa?a. ?Hoy? Seguramente pondr¨ªa a parir a todos; los ¨²ltimos a?os estaba desenga?ado de muchas cosas, pero los diarios le estar¨ªan proporcionando cada d¨ªa grandes noticias para sus poemas documentales¡±.
Poemes in¨¨dits da para ver, tambi¨¦n, al Brossa surrealista (¡°Un canari ha entrat en una bombeta / ha calgut trencar-la per a alliberar-lo¡±) y ¨¢cido que se alimentaba de la absurdidad de la vida misma (para escuchar una canci¨®n entera de Cole Porter en el hilo musical de un ascensor contabiliza ¡°pujar i baixar dotze vegades¡±; constata que un nadador se ahoga porque se atragant¨® con su dentadura postiza) y que ¨¦l subvert¨ªa en aut¨¦nticas bombas, como el titulado, con toda la intenci¨®n, La Caixa (¡°Una dona ha resultat enverinada / en menjar-se un feix de bitllets de banc / obligada pel seu marit¡±). Los dobles o triples niveles de lectura est¨¢n en cada composici¨®n (?Es Raimon el egoc¨¦ntrico de Cantautor? ?Lamenta el af¨¢n de hacer dinero de su amigo T¨¤pies en Mercedes?), en las que es habitual que rezume un substrato filos¨®fico. ¡°Era un gran pensador de la esencia humana, algo en lo que no siempre se repara; al final de sus d¨ªas arrastraba cierto desencanto de haber querido cambiar las cosas y no haberlo logrado¡±, dice su estudiosa. ¡°Avant! Avant! Avant!, / tot tornant al punt de partida¡±, escribe en Circular. ¡°Amb les mateixes paraules podem / dir dues coses contr¨¤ries: nom¨¦s / cal afegir-hi un no¡±, sostiene en Picaroleig¡
En cualquier caso, Brossa parece feliz en el cruce que dibuja tipogr¨¢ficamente y de donde parten las frases ¡°Al Jard¨ª Encantat / Al Zoo de les Joguines / Al Palau de les Meravelles / Al Bosc de Xocolata¡±. Ese era su territorio. ?O era otra iron¨ªa? En definitiva, en un mundo donde ¡°les anelles (¡) fan la impressi¨® / d¡¯uns cercles tancats, per¨° es tracta / d¡¯una espiral¡±, uno ha de ser uno: ¡°Malauradament la humanitat no va / tan b¨¦ perqu¨¨ les coses millors agradin / a la majoria; busquem, doncs, all¨° que cal/ fer i no pas all¨° que sigui costum¡±; el t¨ªtulo: Prou ja!
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