El premio Pla, ¡®hermano catal¨¢n¡¯ del Nadal, cumple 50 a?os
Dos de los galardones literarios m¨¢s antiguos de Espa?a se fallan este s¨¢bado
Desde 1966, cuando el cr¨ªtico literario y promotor cultural Joan Triad¨² se quejara desde Serra d¡¯Or de que el premio Nadal de novela que convocaba Destino (entonces a¨²n el galard¨®n m¨¢s prestigioso de las letras espa?olas y todo un evento social en Barcelona) no admitiera en sus bases que pudieran presentarse originales en catal¨¢n, el runr¨²n cr¨ªtico sobre esa imposibilidad no cesaba. La pol¨¦mica, como ojos del Guadiana, iba apareciendo y desapareciendo a¨²n dos a?os despu¨¦s y en ella intervinieron personajes tan carism¨¢ticos como el periodista Eugeni Xammar o la renacida cabecera en el exilio Mirador. Que la revista Destino hubiera ampliado su secci¨®n literaria y prestado mayor atenci¨®n a las letras catalanas parec¨ªa que no era suficiente para sacudirse la recriminaci¨®n sociocultural. Para atajar la pol¨¦mica y coger el tren de los tiempos, los m¨¢ximos responsables de Destino, Joan Teixidor y Josep Verg¨¦s, decidieron darle un hermano catal¨¢n al Nadal. Lo bautizaron con el nombre de su colaborador estelar en la lengua de Pompeu Fabra en la revista, Josep Pla, del que llegaron a promover una campa?a para su candidatura al Nobel. Aquel galard¨®n cumple esta noche su 50? edici¨®n, acompa?ando la ya 74? del Nadal, en su escenario de casi siempre: el hotel Palace de Barcelona, el antiguo Ritz.
?Poco ensayo, pero bueno
Onades sobre una roca deserta, de un Terenci Moix de 26 a?os ya tan prometedor como pol¨¦mico, estren¨® el galard¨®n el 6 de enero de 1969. Lo hab¨ªan escogido los mismos miembros del jurado del Nadal, a excepci¨®n de Rafael V¨¢zquez Zamora, que no dominaba el catal¨¢n, por lo que fue sustituido por el profesor de Literatura de la Universidad de Barcelona Joaquim Marco, desde aquel 1966 responsable del equipo de cr¨ªticos literarios de la revista Destino.
Al a?o siguiente, se renov¨® casi totalmente el jurado en una doble jugada: no extenuar a los miembros del Nadal y para que fuera m¨¢s representativo de la pujante cultura catalana. As¨ª, lo integraron Maurici Serrahima, el propio Teixidor, Josep Maria Espin¨¤s (eterno colaborador de la casa y particular Pepito Grillo con relaci¨®n al tratamiento de la cultura catalana en la cabecera), Joan Perucho y Marco. Ese 1969 ya lo ganar¨ªa Baltasar Porcel, con Difunts sota els ametllers en flor. Porcel pasar¨ªa desde entonces a formar parte del jurado, en una pol¨¦mica sustituci¨®n de Marco por las diferencias de ¨¦ste con Verg¨¦s.
Si bien en el caso de Porcel el premio daba el espaldarazo a una carrera ya iniciada, con Terenci Moix la sinton¨ªa de la elecci¨®n se correspond¨ªa con la filosof¨ªa fundacional del Nadal: descubrir voces nuevas. Un repaso a ese casi medio siglo de galardones permite observar que eso s¨®lo se ha cumplido parcialmente y quiz¨¢ con m¨¢s intensidad en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. Jordi Coca (1992), Carme Riera (1994) o Miquel de Palol (1997), entre otros, eran nombres ya asentados cuando recibieron el galard¨®n. Mucho m¨¢s apuesta fueron, en su momento, Empar Moliner (2000), Jordi Llavina (2001), Llucia Ramis (2010) y Cristian Segura (2011), entre otros.
Otra particularidad del Pla es que premia todo tipo de prosa, desde novela a dietarios, pasando por ensayos. El resultado tambi¨¦n es desigual porque hasta hoy s¨®lo se han reconocido 13 t¨ªtulos de no ficci¨®n desde que abriera senda el diario El temps barrat, del reconocido cr¨ªtico de arte Alexandre Cirici Pellicer, en 1972, si no quiere contarse Testament a Praga, de Teresa P¨¤mies, firmado con su padre Tom¨¤s, en un particular di¨¢logo memorial¨ªstico (1970). En cualquier caso, significan a lo largo de los a?os una cuarta parte de los ganadores. Y eso a pesar de que los trabajos premiados han sido siempre notables. En la n¨®mina de los laureados en ese campo est¨¢n, por ejemplo, el exquisito dietario El vel de Maia, de Mari¨¤ Manent (1974), los delicados y significativos perfiles que reuniera el responsable del Comissariat de Propaganda de la Generalitat republicana, Jaume Miravitlles, en Gent que he conegut (1979), o el no menos perspicaz Josep Pla o la ra¨® narrativa, del sutil y buen lector Josep Maria Castellet (1977).
Pla fue tambi¨¦n, curiosamente, objeto del pen¨²ltimo ensayo premiado, el que presentara Valent¨ª Puig con L¡¯home de l¡¯abric (1998). Desde entonces, s¨®lo uno m¨¢s y muy recientemente, los recuerdos profesionales del periodista Llu¨ªs Foix, Aquella porta girat¨°ria (2016). O sea, dos en las ¨²ltimas 28 ediciones, quiz¨¢ fruto del c¨¢lculo editorial ante las modestas cifras de venta que el g¨¦nero presenta en Catalu?a y Espa?a.
Sin autoras desde 2010
Otra constataci¨®n que deja al descubierto el repaso del palmar¨¦s es la tambi¨¦n exigua presencia de mujeres. Y eso que el galard¨®n empezaba bien en ese sentido, cuando en su tercera edici¨®n se reconoc¨ªa a Teresa P¨¤mies, si bien oficialmente lo alcanz¨® como coautora junto a su progenitor Tom¨¤s. Hasta hoy son nueve (un 18%) las escritoras que han obtenido el Pla, pero la ¨²ltima fue Ramis, que lo gan¨® en 2010 con su novela Egosurfing.
Con este panorama, esta noche son 30 los originales (como en la pasada convocatoria) que aspiran al reconocimiento del Pla. Sin duda, el nombre y la historia son elementos que, a diferencia de otros galardones en catal¨¢n del mismo Grupo Planeta (al que pertenece Destino desde 1989), quiz¨¢ han retra¨ªdo a sus organizadores a apostar descaradamente por una literatura de consumo. En cualquier caso, ese pasado tiene m¨¢s reclamo que la dotaci¨®n en s¨ª, que es de 6.000 euros.
En unas coordenadas parejas se mueve el hermano mayor en castellano, el Nadal, al que en esta convocatoria concurren 322 novelas (303 el a?o pasado), que aspiran a 18.000 euros. En este caso, se trata de poner el nombre de uno junto a los de Carmen Laforet (ganadora de la primera edici¨®n, en 1944), Miguel Delibes (tres a?os despu¨¦s), Luis Romero (1951), Carmen Martin Gaite (1957) o ?lvaro Cunqueiro (1968). Ah¨ª es nada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.