Un canto a la libertad desde el horror nazi

Entre 1942 y 1944 los prisioneros del campo de concentraci¨®n nazi de Terez¨ªn (Rep¨²blica Checa) encontraron, en una ¨®pera infantil, una v¨¢lvula de escape al horror que se viv¨ªa a diario.?Brundib¨¢r fue un oasis de m¨²sica en medio del genocidio que permiti¨® a las 141.184 personas que llegaron a vivir en este campo abstraerse de la cruda realidad que les rodeaba.?

Adri¨¤ Aubert sintetiza la obra como un "canto a la libertad desde la no libertad". Este artista fue uno de los centenares de estudiantes de instituto que en 1998 representaron la pieza dirigida por un joven David Albet desde las majestuosas paredes del Liceu. A Aubert, entonces un alumno de 14 a?os interesado por la m¨²sica, ese momento "le marc¨® bastante" y, de hecho, le permiti¨® descubrir su vocaci¨®n por el teatro que le llev¨® a fundar en 2001 la compa?¨ªa de teatro alternativa Els Pirates Teatre.

Maestro y alumno se unen ahora para dirigir de nuevo esta ¨®pera infantil en el Teatre Lliure de Montju?c una funci¨®n ¨²nica que tendr¨¢ lugar ma?ana 9 de enero, y que ser¨¢ interpretada por 200 personas. Parte del elenco lo forman estudiantes de los institutos Quatre Cantons y Llu¨ªs Vives de Barcelona en una "experiencia de iniciaci¨®n a la m¨²sica", como se?ala el teatro que produce este texto junto al Festival Grec 2017 y que se podr¨¢ ver, por segunda vez, en el Lliure.

Brundib¨¢r fue compuesta por Hans Kr¨¢sa en 1938 y su sencilla historia nos habla de?Aninka y Pep¨ª?ek, dos ni?os peque?os, a quienes les falta dinero para comprar leche para su madre enferma y que se deber¨¢n enfrentar a Brundib¨¢r (el abejorro) que pretende arrebatar el dinero que finalmente logran ganar. Este m¨²sico de padres checo-alemanes respondi¨® a la persecuci¨®n contra los jud¨ªos neg¨¢ndose a componer m¨²sica a partir de textos alemanes.

Kr¨¢sa no pudo asistir al estreno de su propia obra al ser deportado a Terez¨ªn, a 60 kil¨®metros de Praga. Desde all¨ª reescribi¨® la ¨®pera y la empez¨® a representar con ni?os de esta enorme prisi¨®n en la que malvivieron y murieron numerosos artistas y m¨²sicos jud¨ªos, por lo que se desarroll¨® una intensa y clandestina vida cultural, donde se llegaron a dar miles de conferencias y se represent¨® el R¨¦quiem de Verdi, seg¨²n explica el Museo del Holocausto de EE. UU.

Los nazis aprovecharon la pieza de Kr¨¢sa para enga?ar al mundo - al menos mientras dur¨® la II Guerra Mundial - sobre las deplorables condiciones de Terez¨ªn. En verano de 1944 una peque?a delegaci¨®n de la Cruz Roja entr¨® en el campo para conocer c¨®mo se viv¨ªa en ¨¦l. Medio a?o antes, los mandos de las SS del campo trabajaron a consciencia para "embellecer" el lugar con jardines, pintando los complejos de viviendas y montando un decorado con piscina, jueguetes y ni?as de aspecto saludable de un campo que los nazis describieron c¨ªnicamente como una "ciudad balnearia".

Albet recuerda con afecto la visita de una mujer anciana cuando estren¨® la obra en el Liceu. Se trataba de uno de los pocos 500 ni?os que lograron sobrevivir a la matanza de Terez¨ªn, en el que 17.000 menores fueron asesinados. "Queremos que los chicos que interpreten esta vez Brundib¨¢r revivan, de alguna manera, lo que vivieron aquellos ni?os entonces", comenta el director art¨ªstico de la obra. Los dos directores de la pieza han trabajado conjuntamente con los profesores musicales de los centros para ensayar la obra en los institutos y en el Lliure.

A los alumnos de instituto les acompa?an en el escenario el Grup Instrumental bcn2016, una iniciativa del propio Albet, junto al director de orquesta Ernest Mart¨ªnez-Izquierdo y la Corals Musicorum de Esplugues de Llobregat, dirigida por S¨°nia Gatell. Este martes el Lliure propone trasladar a su p¨²blico la historia de un pu?ado de artistas y ni?os que mostraron al mundo la perseveranza y la fuerza del esp¨ªritu humano frente a la adversidad de uno de los cap¨ªtulos m¨¢s vergonzantes y negros de la humanidad.