En esta verja cabe una biblioteca
Vecinos de Fuencarral convierten el per¨ªmetro de su local en un espacio de intercambio de libros
¡°En este barrio falta una biblioteca¡±. La opini¨®n era un¨¢nime entre los vecinos del distrito de?Fuencarral-El Pardo que el pasado mi¨¦rcoles se reunieron en el Centro Social Autogestionado Playa Gata ¡ªcedido por el?Ayuntamiento de Madrid a varias asociaciones de la zona¡ª para perfilar los detalles de un proyecto vecinal de intercambio de libros: una biblioteca instalada en la verja del centro, donde todo el que quiera pueda llevarse o dejar publicaciones. La biblioteca p¨²blica Rafael Alberti es la que, en teor¨ªa, da servicio al distrito pero, seg¨²n muchos, est¨¢ demasiado lejos y las comunicaciones dentro del barrio son complicadas.
La Biblioverja, as¨ª denominaron la iniciativa, empez¨® a tomar forma el pasado s¨¢bado en un taller vecinal, organizado con la complicidad del estudio de arquitectura Enorme, especialista en la construcci¨®n de estructuras m¨®viles. La idea surgi¨® para dar continuidad a un proyecto anterior, el de la Bibliocabina, una iniciativa con la que se propusieron recuperar cabinas telef¨®nicas en desuso y convertirlas en puntos de encuentro e intercambio librero. Sin embargo, a las 48 horas de su puesta en marcha, la Bibliocabina desapareci¨®. ¡°De la noche a la ma?ana, esa cabina, que hab¨ªa estado ah¨ª abandonada y a la que nadie hab¨ªa hecho ni caso, fue desmantelada¡±, explica Roc¨ªo Pina, de Enorme Estudio.
El cap¨ªtulo de la Bibliocabina se cerr¨® con un entierro simb¨®lico organizado por los vecinos que hab¨ªan participado en su construcci¨®n, pero mientras esto ocurr¨ªa, ya hab¨ªan empezado a tramar un nuevo proyecto. As¨ª fue como surgi¨® la idea de transformar la verja del centro social en una biblioteca al aire libre, accesible a todo el mundo.
El CSA Playa Gata ¡ªcuyo nombre es un homenaje a la antigua carretera de la playa, hoy la avenida del Cardenal Herrera Oria, que en su d¨ªa conduc¨ªa a la playa artificial que hab¨ªa cerca del Hip¨®dromo de la Zarzuela¡ª est¨¢ ubicado en lo que se conoce como Poblado Dirigido de Fuencarral, uno de los barrios que se crearon a mediados de los a?os cincuenta como extensiones de Madrid, ante la creciente llegada de poblaci¨®n rural a la ciudad. Sus vecinos denuncian con frecuencia el abandono de las Administraciones y muchos llevan a?os organiz¨¢ndose para mejorar su barrio.
¡°Playa Gata era un espacio p¨²blico abandonado, ahora recuperado para la ciudadan¨ªa y autogestionado¡±, cuenta Jes¨²s Vidal, vecino de Fuencarral y promotor de Libros Libres y Activos, la iniciativa que surgi¨® dentro del programa Fuencarral Experimenta, que coordinan Susana Moliner y un equipo de mediadores, y que se enmarca dentro del proyecto de laboratorios ciudadanos de Experimenta Distrito. El local que ocupa el centro social fue un centro de formaci¨®n profesional, ¡°y mucho antes, un colegio de monjas¡±, recuerda Amparo Olabarria, otra de las vecinas del barrio que, adem¨¢s, est¨¢ haciendo all¨ª sus pr¨¢cticas de dinamizadora vecinal.
En torno a los libros, a partir del 7 de febrero, desarrollar¨¢n un taller literario con Silvia Nanclares sobre memoria e historias de vida en el barrio, que parte de una premisa bien interesante: ¡°?Y si el coraz¨®n de la ciudad no fuera la Gran V¨ªa? ?Y si hubiera muchos corazones en la ciudad que pusieran en cuesti¨®n el sistema centro-periferia?".
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