El problema eres t¨²
Bruselas no est¨¢ lejos, aunque demasiado, quiz¨¢s, para captar lo que est¨¢ sucediendo en la sociedad catalana. Posiblemente es esto lo que le pasa a Puigdemont
Ser¨ªa conveniente que alguien de su confianza le advirtiera que ahora, en esta coyuntura concreta, una gran mayor¨ªa de catalanes, incluso muchos de los que le votaron y buena parte de la direcci¨®n de su partido, opina que el problema es ¨¦l. El problema m¨¢s inmediato, se entiende, ya sabemos que la soluci¨®n al problema general, el que reflejaron las pasadas elecciones, va para largo. Pero un pa¨ªs no puede estar perpetuamente estancado, en la pendiente de la decadencia, desangr¨¢ndose y sin salida clara, pero con Puigdemont siguiendo en su empe?o de ser el presidente leg¨ªtimo.
En cierto modo recuerda al mexicano Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador cuando perdi¨® las elecciones hace doce a?os y paseaba por todo su pa¨ªs revestido con la banda presidencial para que quedara claro que era el presidente leg¨ªtimo. Grotesco y pat¨¦tico. Que tome nota Puigdemont. Porque AMLO, como se le llama a L¨®pez Obrador, se ha reinventado y con una actitud distinta es muy posible que gane las pr¨®ximas elecciones presidenciales de este a?o. Entonces ser¨¢ el presidente leg¨ªtimo, as¨ª lo reconocer¨¢n todos.
Puigdemont y muchos de los suyos, todos los suyos, despreciaron la ley y el derecho. Entre otros este fue su gran error. El derecho es la moral escrita de una sociedad. Nadie se f¨ªa de alguien que sea inmoral, a menos que ¨¦l tambi¨¦n lo sea. Los pillos se entienden entre s¨ª. Pero en el mundo actual las reglas que rigen a las sociedades tienen una caracter¨ªstica: deben ser estables. No en el detalle sino en sus ejes b¨¢sicos. A esto se le llama seguridad jur¨ªdica: debo planificar mi vida, saber de qu¨¦ mal he de morir. Si no es as¨ª me voy a otro lado. Catalu?a es un gran pa¨ªs, pero hay tambi¨¦n otros muchos que tambi¨¦n lo son, en Espa?a, en Europa y en el mundo.
Eso es lo que ha pasado: las empresas se van, las nuevas inversiones tambi¨¦n, el turismo se retrae, los investigadores dudan. Por eso est¨¢n tan inquietos los empresarios y los trabajadores. Gay de Montell¨¤, presidente de la gran patronal catalana, lo ha dicho con palabras exactas: ¡°Hay que evitar incertidumbres que frenen el crecimiento. Es necesario recuperar la estabilidad institucional y que, desde la lealtad y el respeto a la ley, se pueda gobernar Catalu?a¡±. Y con visi¨®n certera, Josep Bou, presidente de la asociaci¨®n Empresaris de Catalunya, ha afirmado: ¡°Es evidente que el camino tomado por el separatismo es el de priorizar el conflicto e imponer sus tesis a gobernar, lo cual perjudica a todos los catalanes¡±.
Los empresarios, dir¨¢n ustedes, sus intereses econ¨®micos y, quiz¨¢s pensar¨¢n, sus espurios negocios. Pero lo admiten tambi¨¦n, como es natural, los representantes de los trabajadores. Javier Pacheco, secretario general de CCOO de Catalu?a ha manifestado que la necesidad de formar un ejecutivo es urgente porque es la principal herramienta ¡°para construir los marcos de concordia que ahora se necesiten en Catalu?a¡±. Y a?ade que tener un Gobierno propio es ¡°la mejor manera de atender a una situaci¨®n social que sigue sin levantar completamente la cabeza tras la crisis econ¨®mica¡±. Tambi¨¦n piden formar gobierno para atender a necesidades sociales Francina Alsina, presidenta de la Mesa del Tercer Sector Social, y Jordi Gir¨®, presidente de la Confederaci¨®n de Asociaciones de Catalu?a (CONFAVC).
Todos piden, pues, un gobierno. Y lo que impide formarlo es el empecinamiento de Puigdemont declarando su legitimidad porque no reconoce la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n por parte del Gobierno central, con la contradicci¨®n de que ¨¦l se presente a unas elecciones convocadas en virtud de este art¨ªculo. Mas-Colell ha propuesto un gobierno de t¨¦cnicos durante cuatro a?os, no ser¨ªa mala soluci¨®n si estuviera dispuesto a pactar pol¨ªticas en Barcelona y en Madrid. Joan Tard¨¤ ha insinuado claramente que hay que empezar a pensar en un candidato a presidente que no sea Puigdemont. ?No le silban los o¨ªdos en la confortable Bruselas?
Quiz¨¢s a Puigdemont alguien le tendr¨ªa que recordar aquellos conocidos versos de Salvador Espriu: ¡°A vegades ¨¦s necessari i for?¨®s / que un home mori per un poble / per¨° mai ha de morir tot un poble / per un home sol: recorda sempre aix¨°, Sepharad¡±. Haz caso a Espriu, Puigdemont.
Francesc de Carreras es profesor de Derecho Constitucional.
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