Josele Santiago, ganando en sutileza

A Josele Santiago le pilla lejos el furor 'millenial', la fotogenia impostada, el postureo en estos tiempos narcisistas, el selfi bobo con remite de Instagram. Puede que semejantes par¨¢metros le conviertan en un personaje extempor¨¢neo, pero no por eso ajeno a este mundo que nos cobija a diario y acaba repate¨¢ndonos m¨¢s de una vez. Siempre ha sido as¨ª en la trayectoria de este madrile?o afincado en Barcelona y predispuesto a ejercer de cronista c¨¢ustico de realidades propias y celtib¨¦ricas. Ahora ha matizado un tanto el discurso: menos bilis y m¨¢s s¨¢tira. Y as¨ª se plantific¨® anoche en una Joy Eslava con ganas de impregnarse de su esp¨ªritu cr¨ªtico y descre¨ªdo, de contradecir 'de facto' uno de los t¨ªtulos relevantes en el repertorio: 'Pensando no se llega a n¨¢'.

A sus cincuenta y algunos, Josele no va a convertirse ya en un vocalista brillante, pero ayer demostr¨® que ha limado imprecisiones y resulta m¨¢s fiable en t¨¦rminos interpretativos. No, eso no implica renunciar a la lija ni al deje urbano: nadie pretende encontrarse con un artista l¨ªrico y remilgado de esos que fabrican en los plat¨®s. Sucede que nuestro hombre ha ganado en sutileza, lo que le honra. Afina m¨¢s el tiro, enriquece las sucesiones de acordes, perfecciona la elecci¨®n de las palabras. Sus cuatro acompa?antes le arropan con aires distinguidos. Y ¨¦l cada vez se distancia mejor en solitario de su universo sonoro al frente de Los Enemigos, una bifurcaci¨®n estil¨ªstica a la que no se le debe restar m¨¦rito.

Hay algunas decisiones dudosas, como ese pre¨¢mbulo instrumental del concierto, una digresi¨®n pian¨ªstica que no habr¨ªa desagradado a los seguidores 'new age' de Suzanne Ciani. O el raro prurito 'funk' que alienta 'Euforia', al borde mismo de la pachanga 'ochentera'. Pero 'Transilvania', su reciente y piropeado quinto disco en nombre propio, le proporciona r¨¦ditos interesantes. Es el caso de la devastadora '?ngel', que defiende casi en solitario, o la sinuosa 'Que hable el sol'. Pero nada mejor que 'Un guardia civil', casi ac¨²stica y -m¨¢s all¨¢ del surrealismo que alimenta su relato- musicalmente fin¨ªsima.

"Toda persona y todo 'persono' tiene que saber c¨®mo medrar en esta vida", anot¨® Santiago, mordaz y atento a las idioteces del d¨ªa, antes de hincarle el diente a 'C¨®mo re¨ªr', entre lo mejor del cancionero junto a la incontestable y ya veterana balada 'Fractales'. Josele no ha perdido su punto desabrido, a veces inc¨®modo para el o¨ªdo, pero gana con los a?os en la faceta de l¨²cido retratista.?