?Qu¨¦ queda de la turismofobia?
Barcelona trata de recuperar el turismo perdido en los ¨²ltimos meses mientras contin¨²a el debate sobre el impacto de esta industria
Han pasado muchas cosas desde el pasado verano, pero en una ciudad como Barcelona hay un debate que sigue abierto por mucho que cambie el foco de atenci¨®n: ?Qu¨¦ hacer con la gran cantidad de turistas que visitan la ciudad cada a?o?
Esta discusi¨®n, especialmente encendida a principios del verano pasado, estall¨® con actos vand¨¢licos contra referentes de la industria tur¨ªstica en Barcelona, lo que dio paso al t¨¦rmino de turismofobia. Meses despu¨¦s, con la ca¨ªda del turismo propiciada por el atentado en La Rambla y, en mayor medida, por el conflicto pol¨ªtico por el proceso independentista en Catalu?a, el debate sigue de plena actualidad: el sector econ¨®mico de Barcelona intenta recuperar, sea como sea, a los visitantes que han dejado de venir, mientras que los vecinos reclaman que se replantee el modelo.
La p¨¦rdida de turistas a causa del atentado en La Rambla de Barcelona en agosto se recuper¨® con relativa facilidad, pero la que causaron las im¨¢genes del refer¨¦ndum del 1 de octubre la admiten todos los actores implicados. Sin embargo, el baile de cifras contribuye a la confusi¨®n sobre el alcance del descenso de turistas.
El Congreso de los M¨®viles, que empieza el d¨ªa 27, ser¨¢ la prueba de fuego para Barcelona
La Organizaci¨®n Mundial del Turismo cifra esta ca¨ªda entre un 15% y un 20% a causa de la inestabilidad pol¨ªtica por el refer¨¦ndum independentista; el ¨²ltimo informe del Idescat se?ala que, en el ¨²ltimo trimestre, la llegada de viajeros cay¨® un 6,5%; y el Gremio de Hoteleros habla de un descenso del 18% en la facturaci¨®n. Con esta realidad, se presenta la oportunidad de retomar el debate sobre la gesti¨®n del turismo a la vez que se intenta recuperar lo perdido, aunque no todos lo ven as¨ª.
¡°Es una oportunidad, pero en ning¨²n caso para seguir creciendo¡±, sentencia Dani Pardo, miembro de la Asamblea de Barrios para un Turismo Sostenible. Esta asociaci¨®n, que apuesta por el decrecimiento como la ¨²nica manera de minimizar el impacto de la llegada de turistas sobre los vecinos, ha protagonizado en los ¨²ltimos a?os acciones para cuestionar el modelo tur¨ªstico de Barcelona y para abrir el debate. ¡°En los ¨²ltimos 25 a?os, el relato lo han protagonizado los empresarios del sector y no tanto los ciudadanos¡±, asegura Pardo.
¡°No hay turismofobia. Lo que hay es una cr¨ªtica a la industria tur¨ªstica, por ser antisocial¡±, dice Pardo, activista por un turismo sostenible
Entre las acciones de la asamblea, adem¨¢s de charlas y conferencias, trascendieron las ocupaciones de vest¨ªbulos de hoteles y el bloqueo simult¨¢neo de siete autobuses tur¨ªsticos. El t¨¦rmino turismofobia pas¨® a estar en boca de todos cuando el grupo juvenil de la izquierda independentista Arran asalt¨® un autob¨²s tur¨ªstico a finales de julio y llev¨® a cabo acciones y mensajes contra los turistas en Barcelona y en las Islas Baleares. Meses despu¨¦s, nadie quiere o¨ªr hablar de este concepto, aunque, por ejemplo, la CNN ha calificado Barcelona como un destino a evitar este 2018 por la masificaci¨®n. ¡°No hay turismofobia¡±, discrepa Pardo. ¡°Lo que hay es una cr¨ªtica a la industria tur¨ªstica, que entendemos que es antisocial¡±, aclara el activista, que considera que el impacto negativo de los 28 millones de visitantes en la ciudad se plasma en las malas condiciones laborales y en la subida del precio del alquiler de los pisos. ¡°En Barcelona, m¨¢s all¨¢ de actos vand¨¢licos puntuales, no hay un problema de turismofobia, porque no hay un problema con los turistas, sino con el modelo¡±, abunda Claudio Milano, profesor de Ostelea y miembro del grupo de investigaci¨®n Turismografias.
El Ayuntamiento trabaja para recuperar el turismo perdido y mejorar la gesti¨®n
Milano recuerda que, este verano, el debate sobre el impacto tur¨ªstico centr¨® la actualidad no solo de Barcelona, sino tambi¨¦n de ciudades como Palma, Lisboa, Valencia o Venecia donde gan¨® el ¡°no¡± en una consulta no oficial sobre la presencia de los cruceros. ¡°Aunque haya otras prioridades y el proc¨¦s haya desviado el foco, este debate no est¨¢ muerto en Barcelona, donde el modelo, que fue muy bienvenido hace 25 a?os por la riqueza que genera, est¨¢ ya muy maduro¡±, asegura el investigador. Para otros, el debate est¨¢ aparcado, y el bar¨®metro sobre las preocupaciones de los barceloneses les da la raz¨®n: de ser el principal problema para los ciudadanos durante el verano ha pasado a la quinta posici¨®n en el bar¨®metro de diciembre.
¡°Ahora que ya no es una preocupaci¨®n, es el momento de que todos reflexionemos sobre la importancia del turismo. Hay que poner en valor la riqueza que genera y ordenar el turismo para que no vuelva a surgir la turismofobia cuando recuperemos la posici¨®n¡±, afirma Albert Grau, socio de la consultor¨ªa de turismo Magma HC.
¡°Obviamente, la sostenibilidad del turismo debe ser una prioridad, pero ya no es un problema tan grave para el ciudadano¡±, asegura Enrique Alc¨¢ntara, presidente de Apartur. Seg¨²n ¨¦l, el problema real en este momento es que la crisis pol¨ªtica ha ahuyentado al turismo ¡°de calidad. El que viene de fin de semana seguir¨¢ viniendo, y el turismo volver¨¢ a crecer, pero la cuesti¨®n es recuperar aquel visitante que se gasta dinero y es respetuoso, y eso solo se hace protegiendo la marca Barcelona¡±. Precisamente, el consistorio tiene previsto lanzar una campa?a de promoci¨®n durante el Mobile World Congress, que arranca el 26 de febrero, una oportunidad y una prueba de fuego para mostrar la ciudad al mundo.
Es importante repensar el modelo juntos para canalizar la discrepancia sobre la gesti¨®n¡±, explica Torrella, director de Turismo de Barcelona
En paralelo al intento de recuperar visitantes, el Ayuntamiento trabaja con una estrategia que ¡°tiene como condici¨®n necesaria la sostenibilidad¡±, seg¨²n Joan Torrella, director de Turismo del Ayuntamiento de Barcelona. El Gobierno de la alcaldesa Ada Colau trabaja, en este sentido, sobre tres ejes: la regulaci¨®n del alojamiento legal con el PEUAT, el plan que limita los hoteles en la ciudad; la presi¨®n sobre los apartamentos tur¨ªsticos ilegales, responsables en gran parte del malestar de los vecinos; y la promoci¨®n de otros puntos de la ciudad que no sean el centro, para descongestionar barrios muy saturados por los turistas como el G¨®tico o la Barceloneta. Adem¨¢s, un acuerdo reciente entre el Ayuntamiento y el Puerto de Barcelona limita las terminales de cruceros y los aleja de la ciudad.
¡°Es importante repensar el modelo juntos, tenemos el Consejo de Turismo y Ciudad para canalizar la discrepancia sobre la gesti¨®n¡±, explica Torrella, quien considera que Barcelona ¡°no puede tacharse de turismof¨®bica¡±. Con ¨¦l coincide el concejal de Turismo, Agust¨ª Colom: ¡°Una cosa son los actos vand¨¢licos, que no son asumibles y los hemos condenado, y otra el debate que hay¡±. El objetivo actual del consistorio, seg¨²n Colom, es doble: promocionar la ciudad para recuperar el turismo perdido, y mejorar en la gesti¨®n. ¡°Al final, no se trata de m¨¢s o menos turistas, sino de m¨¢s o menos impacto¡±.
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