Expertos alertan de ¡°consecuencias catastr¨®ficas¡± si no se descontamina ya el embalse de Flix

La situaci¨®n actual del embalse de Flix (Tarragona), donde todav¨ªa se acumulan casi 80.000 metros c¨²bicos de lodos t¨®xicos en el r¨ªo Ebro, ¡°conlleva un grave riesgo medioambiental¡±. As¨ª lo reconoce Acuamed, la empresa p¨²blica encargada de los trabajos de descontaminaci¨®n, que a?ade, en una carta enviada a la concesionaria a la que ha tenido acceso EL PA?S, que, en caso de producirse un vertido, ¡°podr¨ªa tener consecuencias catastr¨®ficas para la vida de las personas y las especies agua abajo¡±.

Los trabajos de descontaminaci¨®n de Flix llevan paralizados desde octubre de 2015, cuando se interrumpieron las labores de dragado. La causa judicial abierta en la Audiencia Nacional por presunta malversaci¨®n de los antiguos directivos de Acuamed ha afectado a esta obra, una de las que est¨¢ bajo la lupa del juez Manuel Garc¨ªa-Castell¨®n por supuestos sobrecostes ficticios. Pero lo que realmente est¨¢ impidiendo que finalmente se descontamine el embalse es la pugna que mantienen Acuamed y la concesionaria, una UTE liderada por FCC.

Seg¨²n la documentaci¨®n consultada por EL PA?S, la UTE Ebre Flix se est¨¢ aferrando al procedimiento de arbitraje abierto actualmente para impedir que pueda entrar una nueva concesionaria a terminar la descontaminaci¨®n. En enero de 2017 Acuamed reconoci¨® que FCC no hab¨ªa terminado de limpiar los lodos t¨®xicos de Flix y anunci¨® que ¡°en breve¡± se reiniciar¨ªan las tareas de limpieza. De hecho, en octubre pasado su consejo de administraci¨®n acord¨® encargar a la empresa p¨²blica Tragsa los trabajos. Parec¨ªa que era cuesti¨®n de semanas que se iniciaran las obras.

Sin embargo, FCC lleva desde noviembre neg¨¢ndose a permitir a Tragsa el acceso. El 3 de noviembre Acuamed envi¨® un burofax en el que se?alaba los ¡°incumplimientos contractuales¡± de FCC, entre ellos ¡°la existencia de materiales que constituyen vertidos contaminados dentro del recinto¡± y ¡°la contaminaci¨®n del agua¡±. En la carta recuerda tambi¨¦n que FCC ha ¡°decidido unilateralmente dejar sin ejecutar¡± los trabajos a los que obligaba el contrato. No es la primera vez, ya que el texto habla de ¡°reiterados requerimientos¡±, por lo que Acuamed concluye que la negativa a cumplir el contrato de FCC es ya ¡°definitiva¡±.

Informes con ¡°errores¡±

La respuesta de FCC a esa carta no se hizo esperar. Solo unos d¨ªas despu¨¦s, la concesionaria contest¨® asegurando que no pensaba permitir la entrada de Tragsa para realizar las labores de descontaminaci¨®n. Seg¨²n FCC, que ha reconocido la existencia de este intercambio de cartas, no hay ¡°riesgo alguno que requiera la urgente realizaci¨®n de tareas complementarias de dragado¡± mientras est¨¦ pendiente el arbitraje entre ambas partes. FCC asegura que los informes en los que se basa Acuamed para afirmar que quedan casi 80.000 metros c¨²bicos de lodos t¨®xicos ¡ªinforme del organismo p¨²blico de investigaci¨®n Ciemat encargado en 2016¡ª no son correctos.

FCC asegura en la carta que ha encargado sus propios informes al CSIC y a una consultora privada, y que estos contradicen al Ciemat. Afirma, por ejemplo, que ¡°utiliza 16 sondeos llevados a cabo fuera del ¨¢rea de dragado definida en el contrato y, por lo tanto, no incluida dentro de los trabajos¡±, y a?ade que adem¨¢s ¡°incurre en errores materiales¡±. Esos dos informes han sido enviados al tribunal arbitral (la Corte Civil y Mercantil de Arbitraje, CIMA), que seg¨²n FCC es ¡°el ¨²nico competente¡± para resolver sus diferencias. FCC mantiene en su carta que ha cumplido el contrato y que es ¡°el pertinaz incumplimiento¡± de Acuamed el que no ha permitido terminar los ¡°trabajos menores¡± que faltan.

Durante d¨¦cadas la actividad de la planta qu¨ªmica de Ercros verti¨® al r¨ªo Ebro sustancias t¨®xicas y dej¨® en el fondo del r¨ªo, a la altura de Flix, altas concentraciones de metales pesados, como el mercurio. Los elevados ¨ªndices de contaminaci¨®n detectados en el agua obligaron a que se iniciara la descontaminaci¨®n en 2007. Aguas abajo, el Ebro abastece a una poblaci¨®n de unas 800.000 personas.