Una decisi¨®n con sus pros y contras
Elegir colegio es un gran quebradero de cabeza para los padres. Varias familias comparten sus motivos
Es una ma?ana soleada de domingo en Madrid. Cuatro parejas de padres se encuentran para hablar de sus hijos. Algunos, los m¨¢s peque?os, juegan en el parque, y los m¨¢s mayores les echan un vistazo y se animan a hacer castillos de arena. Son familias que llevan a sus hijos a centros muy diversos en barrios distintos. Pero todos coinciden en lo mismo: la decisi¨®n de elegir el adecuado tiene que ver con la felicidad de sus hijos. Pero hasta que lo resuelven, y especialmente en el caso de padres primerizos o con malas experiencias en otros centros, el proceso les desgasta. Especialmente por el miedo a equivocarse. Para todos los entrevistados se trata de una decisi¨®n ¡°peliaguda¡± a la que, sin embargo, hay que quitarle drama. ¡°Hay que perder el miedo a equivocarse¡±, explica Javier Fonseca, padre de dos ni?os. Marta D¨ªaz, con tres hijos peque?os, lo secunda: ¡°En la vida pueden pasar muchas cosas, que te cambies de ciudad o de barrio, por eso hay que restar peso a la decisi¨®n, aunque no es f¨¢cil¡±.
Una de las primeras dudas se debe a los referentes de los padres, los colegios a los que fueron en su infancia. A los que les fue bien suelen querer repetir modelos parecidos y los hay que buscan lo contrario de lo que vivieron en su ni?ez. La sociedad ha cambiado y, en general, el panorama educativo y los planteamientos y valores son tan distintos ¡ªinteligencias m¨²ltiples, educaci¨®n emocional, trabajos por proyectos, escuelas sin deberes¡ª que casi todos quieren innovar y sumarse a las nuevas tendencias educativas. La diversidad y la atenci¨®n personalizada son aspectos que todos ponen en valor. Pero, en general, cada uno tiene una historia y escala de prioridades muy distintas. El barrio, el poder adquisitivo, la atenci¨®n a necesidades especiales¡ Todos los aspectos condicionan, pero tambi¨¦n ayudan a dirigir la elecci¨®n.
Potenciar capacidades
¡°Tendemos a querer que nuestros hijos repitan las buenas experiencias que vivimos cuando ten¨ªamos su edad y alejarles de las malas, en esto y en otros aspectos de la vida. Son como un espejo¡±, cuenta ?ngeles de Vicente. Una de sus hijas, de 14 a?os, ya est¨¢ en el instituto; la otra, de 12, en el colegio p¨²blico Gabriela Mistral, en Las Tablas. En el mismo barrio viven Marta D¨ªaz y Jaime Monjo, que llevan a sus hijos al Estudiantes, situado cerca de su casa. ¡°El formato no tiene nada que ver con lo que nosotros hab¨ªamos visto en nuestro colegio. Es un sistema que se centra en las capacidades del ni?o, en potenciar sus habilidades. Sin duda, es mucho m¨¢s efectivo. A veces tengo la sensaci¨®n de que aprenden casi por ¨®smosis, jugando, y se divierten¡±.
Hay que perder el miedo a equivocarse, dicen los padres, y desdramatizar el tener que cambiar a los hijos de colegio si se necesita
No siempre se acierta a la primera. En el caso de ?ngeles y Javier, el Gabriela Mistral es el tercer centro por el que pasan sus chicas, por eso insisten en quitarle drama al error, porque tiene marcha atr¨¢s y porque en cada centro sus hijas han aprendido de situaciones diversas. ¡°Para decidirnos por el primer colegio hab¨ªamos mirado y pensado mucho, as¨ª que sentimos como un fracaso cambiarlas, pero hay que asumir que no siempre se acierta; no hay que obsesionarse, ni con esto ni con los grupos de WhatsApp de padres. Lo que debe primar es la felicidad de tus hijos¡±, apunta Javier Fonseca. Estos progenitores est¨¢n muy implicados en la asociaci¨®n de madres y padres. Ahora mismo sus hijas van solas al centro educativo. ¡°Los centros por los que pasaron antes de este ¡ªdonde son muy felices¡ª les dieron muchas herramientas; el segundo era muy diverso, en un barrio de bajo poder adquisitivo. No tiene sentido vivir en una burbuja, la diversidad es importante porque este mundo es heterog¨¦neo¡±.
Integraci¨®n y valores
Esto es lo que defienden a capa y espada Sergio Chala y Carolina Arias, que llevan a sus hijas de cuatro y ocho a?os al CEIP Bellas Vistas, en Alcorc¨®n. El centro prima la diversidad desde la integraci¨®n de ni?os con problemas motores, y es el caso de su hija peque?a. As¨ª que por ella se decidieron. La sorpresa lleg¨® al poco tiempo cuando consideraron llevar all¨ª tambi¨¦n a la peque?a. ¡°Bastante problema es tener una ni?a que necesita cuidado especial como para no poder ni siquiera llevarlas al mismo centro. La gente tiene el concepto de que los colegios adaptados solo son para ni?os que lo necesitan, pero este centro es un ejemplo de que la integraci¨®n y la diversidad son muy enriquecedoras para nuestros hijos¡±, cuenta Carolina. Su marido le da la raz¨®n: ¡°Creemos que el problema de esta sociedad es precisamente que no se mezcla a los ni?os. Y me pregunto por qu¨¦ tienen que estar encasillados los de necesidades especiales¡±. Los dos hablan de su colegio con pasi¨®n: ¡°Tienen de todo, fisioterapeuta, enfermera¡; est¨¢n muy bien atendidas. Yo las dejo por la ma?ana y respiro aliviada, me voy tranquila¡±, apunta Carolina.
Montse Mart¨ªnez y su mujer llevan a su hijo Bruno, de ocho a?os, al colegio concertado Montserrat. ¡°Por convicci¨®n y coherencia, quer¨ªamos que fuera laico total¡±, explica Montse. En el centro se trabaja por proyectos, prima la diversidad y es pionero en la integraci¨®n de ni?os con autismo. Su hijo entr¨® con tres a?os y, antes de decidirse, estas madres quisieron reunirse con el equipo directivo, una posibilidad que exploran muchos padres. ¡°Quer¨ªamos decirle qu¨¦ tipo de familia somos para confirmar c¨®mo respiraban ellos. Ya nos hab¨ªan dicho que hab¨ªa varias familias con dos pap¨¢s o mam¨¢s, pero quer¨ªamos prevenir cualquier discriminaci¨®n. Y en este sentido el colegio es tolerancia cero¡±. Les convenci¨® tambi¨¦n que, en vez de primar por encima de todo la formaci¨®n acad¨¦mica y las notas, se haga un esfuerzo ¡°por ser aut¨®nomos, con valores, es un centro que no est¨¢ dirigido a la competitividad sino a la colaboraci¨®n¡±. Tambi¨¦n estas madres valoran muy positivamente que haya aspectos convencionales a los que no se d¨¦ tanto valor. ¡°No se vive como en el resto el D¨ªa del Padre o de la Madre, importan otras cosas¡±. Entre ellas, la implicaci¨®n de las familias en la vida del centro, que les ofrece talleres para los padres: de g¨¦nero, de transfobia, de diversidad¡ ¡°Esto no lo tienes en un colegio tradicional¡±, resume Montse.
La diversidad se valora muy positivamente: ¡°No tiene sentido vivir en una burbuja, este mundo es heterog¨¦neo¡±, dicen
Marta D¨ªaz y Jaime Monjo tambi¨¦n creen que acertaron de pleno con su colegio. Y entre otras muchas cosas, por la relaci¨®n que se establece con otros padres. ¡°Ya nos hemos ido de vacaciones juntos, quedamos para ir a la Casa de Campo algunos fines de semana. Somos un grupo muy poco ortodoxo, pero tenemos en com¨²n haber tomado una decisi¨®n parecida para nuestros hijos en cuanto a valores¡±, explican. Les parece importante tomar en consideraci¨®n la opini¨®n de otros padres a la hora de elegir un centro. ¡°Que no les d¨¦ verg¨¹enza preguntar, aunque sea a la salida del colegio. Est¨¢ bien hacerlo a padres de distintas etapas educativas¡±, dicen. Los dos ten¨ªan claro que quer¨ªan un centro que diera valor al deporte y los idiomas y que fuera p¨²blico o concertado. ¡°Porque quer¨ªamos tener m¨¢s de un hijo y porque en Madrid hay colegios estupendos que no son privados¡±, apuntan. El Estudiantes era el que m¨¢s cerca estaba de su casa. ¡°Para nosotros es muy importante no tener que coger el coche para ir al colegio, fomentar su autonom¨ªa¡±. No disimulan su entusiasmo cuando cuentan cu¨¢nto les gusta el centro de sus tres hijos. ¡°Nos encantaba que fuera laico y de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, es un modelo que nos gusta mucho. A todos nos preocupa que el entorno sea coherente con tus principios y con lo que quieres aportar a tus hijos¡±, explican.
Acoso escolar
Algo que ayuda a decidir a las familias son las asignaturas complementarias. En el Bellas Vistas de Alcorc¨®n, por ejemplo, todos los ni?os, sin diferenciar sus dificultades motoras, pueden asistir a baile moderno ¡ª¡°hay un d¨ªa de break dance¡±, destaca Carolina Arias¡ª, piscina, baloncesto, etc¨¦tera. En el colegio de las hijas de Javier y ?ngeles, la sala Cuarta Pared es la responsable de impartir los talleres de teatro. ¡°No quer¨ªamos extraescolares, excepto teatro, que ayuda a la expresi¨®n personal, a los sentimientos, las emociones. Nos sirvi¨® para que una de ellas venciera la timidez¡±.
El acoso es otro de los temas que m¨¢s resuenan y m¨¢s preocupan a los padres. Por eso a todos les importa que, sea p¨²blico, privado o concertado, los chicos est¨¦n cuidados. Javier y ?ngeles animan a que despu¨¦s de Navidades se haga una reflexi¨®n sobre c¨®mo est¨¢n los hijos. ¡°Medir su grado de felicidad, c¨®mo se relacionan con los profesores, con los alumnos y con las profesoras¡±, aconsejan. De esta manera, creen, hay margen para tomar decisiones. Marta y Jaime opinan que la clave para que los chicos se sientan cuidados es que el colegio sea muy familiar, independientemente de su tama?o. ¡°Que los coordinadores de etapa siempre est¨¦n disponibles y realicen seguimiento¡±. Finalizada la charla, Jaime pregunta a su hijo mayor, de seis a?os: ¡°?Podr¨ªas decirle a los del peri¨®dico por qu¨¦ te gusta tu cole?¡±. ¡°Me gusta mucho porque mis amigos siempre juegan conmigo, me encanta el cole, adem¨¢s aprendo muchas cosas¡ ?Adi¨®s!¡±.
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