La juez env¨ªa al banquillo a los presuntos asesinos del alcalde de Polop una d¨¦cada despu¨¦s del crimen
La magistrada les impone una fianza civil conjunta de 335.000 euros
Tras m¨¢s de una d¨¦cada de instrucci¨®n, una juez de Villajoyosa ha decretado este martes la apertura de juicio oral contra los siete acusados del asesinato a tiros de Alejandro Ponsoda. Un jurado popular deber¨¢ resolver si hay pruebas para culparles del crimen del que fuera alcalde del PP de Polop de la Marina, una poblaci¨®n alicantina de unos 4.500 habitantes pr¨®xima a Benidorm.
El auto, contra el que no cabe recurso y al que ha tenido acceso EL PA?S, ha sido notificado hoy mismo a las partes. En ¨¦l, la magistrada Mar¨ªa Ar¨¢ntzazu Llorente impone a los sospechosos una fianza conjunta de 334.933 euros para garantizar el pago de indemnizaciones a la familia del fallecido en caso de condena.
La titular del Juzgado de Instrucci¨®n 2 de Villajoyosa descarta el sobreseimiento de la causa solicitado por las defensas y ordena la remisi¨®n de la causa a la Audiencia Provincial de Alicante para la celebraci¨®n del juicio. El auto ser¨¢ entregado personalmente a los procesados, que se encuentran en libertad provisional por esta causa, el pr¨®ximo 4 de mayo.
La magistrada cree que existen suficientes indicios para que sean juzgados por delitos de asesinato, en concurso con atentado a la autoridad, y tenencia il¨ªcita de armas. ¡°En este momento procesal no cabe plantearse si existen o no pruebas de cargo que puedan ser id¨®neas para una condena, sino simplemente comprobar si existen o no datos indiciarios para mantener una acusaci¨®n fundada¡±, recuerda.
La Fiscal¨ªa solicita provisionalmente sendas penas de 25 a?os de c¨¢rcel para los cuatro presuntos inductores del crimen: el sucesor de Ponsoda en la alcald¨ªa, Juan Cano, tambi¨¦n del PP, y los empresarios Salvador Ros, Pedro Hermosilla y Ariel Gatto. Esa petici¨®n se eleva hasta los 27 a?os de c¨¢rcel respecto a los tres supuestos ejecutores del asesinato (Radim Rakowski, Robert Franek y Ra¨²l Montero Trevejo).
Todos ellos comparecieron el pasado 23 de marzo en el juzgado en una audiencia preliminar donde las partes personadas en el proceso expusieron sus respectivas conclusiones y solicitaron la pr¨¢ctica de diligencias complementarias, que la instructora ha desestimado ahora.
Ponsoda recibi¨® tres balazos sobre las 21.20 horas del 19 de octubre de 2007, cuando se dispon¨ªa a aparcar su coche en el garaje de su vivienda, en una pedan¨ªa de Polop. Uno de los proyectiles qued¨® alojado en su cabeza y acab¨® con su vida ocho d¨ªas m¨¢s tarde en la habitaci¨®n de un hospital.
Tras su muerte, le sucedi¨® en el cargo Juan Cano, hasta entonces su teniente de alcalde, un ambicioso empleado de banca que hab¨ªa controlado durante a?os el urbanismo local. La Fiscal¨ªa atribuye a su ¡°rencor¡± y a su inquina personal contra la v¨ªctima este crimen pol¨ªtico, que arroja a¨²n hoy m¨¢s sombras que certezas.
Seg¨²n el Ministerio P¨²blico, el complot se fragu¨® en un club de alterne de Finestrat, el Mesalina, y reuni¨® a otros seis personajes: el due?o y el gerente del propio burdel, un empresario local del sector del calzado, dos matones checos y un narcotraficante extreme?o. La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil detuvo a todos ellos en 2009.
La prueba fundamental sobre la que se sustenta la acusaci¨®n es el testimonio de un portero con un turbio historial que tiene la condici¨®n de testigo protegido en la causa. Supuestamente, los presuntos inductores del crimen ofrecieron a este testigo 35.000 euros por ejecutar el asesinato pero ¨¦l lo rechaz¨®, por lo que recurrieron a otros tres individuos que frecuentaban los locales de alterne de la zona y ten¨ªan ¡°f¨¢cil acceso al mercado ilegal de armas¡±.
La instrucci¨®n del caso ha sufrido un sinf¨ªn de vaivenes y paralizaciones. Uno de los jueces encargados de las diligencias lleg¨® a exculpar, con el apoyo de la fiscal¨ªa, a los tres presuntos sicarios ante la debilidad de las pruebas. Las dos pistolas utilizadas para matar a Ponsoda nunca fueron localizadas y no se hallaron tampoco huellas ni pruebas biol¨®gicas que pudieran situarlos en el escenario del crimen. La Audiencia Provincial estim¨® sin embargo un recurso de la familia del fallecido y revoc¨® ese sobreseimiento parcial.
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