Tercer recambio de la derecha
El conservadurismo encuentra ahora en Ciudadanos la opci¨®n que le permite castigar al PP sin favorecer a la izquierda
La derecha espa?ola vive tiempos de mudanza. Todos los indicadores coinciden en se?alar que el partido gobernante en Espa?a pierde apoyos a raudales. La p¨¦rdida se produce en beneficio de Ciudadanos, que en algunos sondeos se sit¨²a ya en torno a diez puntos porcentuales por encima del Partido Popular (PP). Si esta expectativa se materializa, en las pr¨®ximas elecciones generales se producir¨¢ la tercera sustituci¨®n, el tercer recambio, en la representaci¨®n de los intereses de la derecha desde la muerte de Franco.
El conservadurismo hab¨ªa vivido c¨®modamente instalado en el franquismo y, al final de la dictadura, el electorado de centro derecha se decant¨® masivamente por la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) creada por Adolfo Su¨¢rez, en vez de hacerlo por la Alianza Popular (PP) de Manuel Fraga, que se presentaba a s¨ª misma como la heredera m¨¢s genuina de la etapa anterior. Se produjo entonces la primera gran sustituci¨®n al frente del bloque social conservador. Se adaptaba as¨ª a la nueva situaci¨®n democr¨¢tica sin merma para sus intereses generales.
La UCD, sin embargo, era un partido organizativamente fr¨¢gil y tard¨® poco en entrar en crisis, de manera que ya en 1982, con la llegada del PSOE de Felipe Gonz¨¢lez al Gobierno, se abri¨® la expectativa de una nueva sustituci¨®n en la representaci¨®n del conservadurismo. Esa etapa result¨® ser bastante larga, 14 a?os, durante los que el partido de Fraga tuvo que ganarse las credenciales de oposici¨®n democr¨¢tica. La sustituci¨®n de la UCD por otro equipo al frente de la derecha espa?ola requiri¨® un cambio de nombre y de liderazgos en la vieja AP, hasta que en 1996, ya con la marca PP, su nuevo l¨ªder, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, se atreviera a reclamar para s¨ª y para su partido la herencia de un conservadurismo ¡°sin complejos¡± por sus or¨ªgenes.
La paralela consolidaci¨®n del PSOE como polo progresista y del PP como polo conservador del sistema espa?ol de partidos entr¨® en crisis en las elecciones europeas de 2014 con la aparici¨®n de dos nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos. El primero, por el flanco de la izquierda; el segundo, por el de la derecha. La crisis econ¨®mica que estall¨® en 2008 hizo emerger un profundo malestar social y un gran descontento pol¨ªtico por el funcionamiento del sistema de partidos, hasta el extremo de facilitar el asentamiento de estas dos nuevas formaciones dirigidas, respectivamente, por Pablo Iglesias y Albert Rivera. Pero ni los nuevos partidos ni el PSOE han sido capaces de poner en jaque a los sucesivos gobiernos del PP presididos por Mariano Rajoy en esta etapa hasta que a los estragos de la crisis econ¨®mica se les han sumado los efectos de otras dos crisis, de naturaleza bien distinta. Una es la provocada por la inaudita e inacabable serie de casos de corrupci¨®n destapados en la ¨²ltima d¨¦cada. La otra es la provocada por el inesperado resurgir y enquistamiento de un conflicto en torno al encaje constitucional de Catalu?a.
Aunque ha habido tambi¨¦n sonoros casos de corrupci¨®n que han afectado de lleno al PSOE en Andaluc¨ªa y a Converg¨¨ncia en Catalu?a, los esc¨¢ndalos que han afectado al PP en las comunidades de Madrid, Valencia, Baleares y Murcia, y a figuras muy relevantes de su n¨²cleo dirigente han alcanzado cotas insoportables, seg¨²n se est¨¢ viendo en los sondeos, incluso para el sector m¨¢s conservador del electorado.
Ciudadanos naci¨® en Catalu?a por el impulso de una serie de plataformas dedicadas a combatir la implantaci¨®n de la lengua catalana en el sistema escolar p¨²blico. En su fundaci¨®n se defini¨® como un partido socialdem¨®crata con tintes liberales. La potente emergencia de Podemos en 2014 como principal foco de protesta por los estragos de la crisis econ¨®mica puso de manifiesto la inexistencia de una alternativa en el flanco de la derecha. Cuando el banquero Josep Oliu dijo que ¡°necesitamos un Podemos de derechas¡±, Albert Rivera vio su oportunidad. En su siguiente congreso Ciudadanos abjur¨® de la socialdemocracia y abraz¨® el liberalismo. Se configur¨® as¨ª una alternativa pol¨ªtica para la tercera gran sustituci¨®n en el ¨¢mbito del centro derecha espa?ol desde el fin de la dictadura.
El conservadurismo que se adapt¨® desde el franquismo a la democracia votando a UCD en 1977 y que luego se pas¨® en masa de UCD al PP en 1996 encuentra ahora en Ciudadanos la opci¨®n que le permite castigar al PP sin favorecer a la izquierda.
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