Una elefanta en el jard¨ªn

?Un jard¨ªn mediterr¨¢neo es un h¨¢bitat apto para un elefante? Este es el dilema al que llevan a?os enfrent¨¢ndose los propietarios de Dumba, una elefanta asi¨¢tica de 42 a?os que vive desde que ten¨ªa siete en una finca de Caldes de Montbui, a 25 kil¨®metros al norte de Barcelona. Tras a?os de presi¨®n de grupos animalistas a la Generalitat y al Ayuntamiento de la localidad, la balanza se ha inclinado hacia el no. En el Consistorio, gobernado por ERC, dan casi por hecho que Dumba tendr¨¢ que marcharse del municipio. ¡°Parece que la propietaria deber¨¢ buscar otro lugar¡±, explican a este diario fuentes municipales. La brit¨¢nica Yvonne Kludsky, domadora y copropietaria junto a su marido de Dumba, dice resignada: ¡°Si no nos quieren, pues nos tendremos que marchar¡±.

La historia viene de lejos. En 2010, la Federaci¨®n para el Asesoramiento y Acci¨®n en Defensa de los Animales (FAADA) notific¨® a la Generalitat la presencia de un elefante en un jard¨ªn de Caldes. La entidad animalista, cuenta su abogada Ana Maria Estaran, constat¨® una serie de deficiencias en el terreno en el que vive el paquidermo. La falta de espacio era el principal motivo alegado por los animalistas, aunque la due?a insiste en que el solar de la finca, cercado con una valla el¨¦ctrica, mide ¡°m¨¢s de 500 metros cuadrados¡±. Adem¨¢s, cuenta Kludsky, los vecinos de este municipio de algo m¨¢s de 17.000 habitantes est¨¢n encantados con su vecina m¨¢s grande.

¡°Mis puertas est¨¢n abiertas para todo aquel que quiera conocerla. Recuerdo a una se?ora muy mayor que siempre ven¨ªa a verla desde la reja. Un d¨ªa la invit¨¦ a entrar. Me dijo que su sue?o era poder tocar a un elefante. Cuando lo hizo, se ech¨® a llorar¡±, relata.

Pero Dumba no se pasa todo el a?o paseando por el jard¨ªn. La elefanta es una de las protagonistas del espect¨¢culo de circo La familia Kludsky. De hecho, Dumba solo pasa ¡°unos meses¡± en su casa, explica Kludsky. El resto del a?o, est¨¢ viajando por Europa protagonizando funciones circenses. ¡°Y durante casi 30 a?os jam¨¢s tuvimos problemas¡±, a?ade la domadora.

Tras las denuncias de FAADA, la Generalitat inst¨® en 2014 a la pareja a cumplir una serie de medidas correctoras y recomendaciones para el bienestar de Dumba. En la ¨²ltima inspecci¨®n realizada este mayo por la Comisi¨®n T¨¦cnica de Inspecci¨®n de N¨²cleos Zool¨®gicos, se constat¨® que el matrimonio ya hab¨ªa ejecutado algunas de las propuestas. Otras, sin embargo, todav¨ªa ¡°estaban pendientes de realizar¡±, explican fuentes de la Generalitat. Pero eso no era lo m¨¢s grave: los due?os no cuentan con la licencia para la tenencia de animales potencialmente peligrosos, un permiso que compete otorgar a la Administraci¨®n local.

La calificaci¨®n de ¡°suelo r¨²stico no urbanizable¡± del terreno en el que vive el animal ha sido finalmente el detonante que resolver¨¢ la disputa. La normativa exige a los propietarios que construyan una valla m¨¢s alta en el terreno (de entre 1,8 y 2,4 metros) para cercar al animal. Esta obra es imposible en la finca, dada su calificaci¨®n. La situaci¨®n, apuntan fuentes del Consistorio, no es subsanable y por lo tanto la licencia no se podr¨¢ otorgar. La domadora, sin embargo, todav¨ªa puede presentar alegaciones ante al Ayuntamiento y acudir a la justicia ordinaria. El Consistorio, sin embargo, ya ha propuesto a FAADA la intervenci¨®n de la mediadora municipal para establecer un di¨¢logo con la propietaria para buscar el futuro hogar de Dumba.

"No pueden separarla de nosotros. Somos como su manada. Podr¨ªa hasta morir de pena¡±, dice Kludsky, quien a?ade con guasa: ¡°Antes est¨¢ el exilio¡±. La propietaria tambi¨¦n descarta que el animal puede volver a vivir en libertad. ¡°No podr¨ªa sobrevivir¡±, afirma. Mientras, los animalistas ya median con el Ayuntamiento para que Dumba tenga su particular retiro dorado en un santuario de elefantes junto a otros paquidermos retirados del circo, como el reci¨¦n construido Elephant Haven en Lemos¨ªn (Francia), donde, seg¨²n Faada, Dumba podr¨¢ contar con las ¡°condiciones adecuadas a las necesidades de su especie¡±.?