Plateada y con pintas rojas
Orphelion Ensemble interpreta ¡®La trucha¡¯de Schubert en la Real Academia Galega de Belas Artes
El conjunto Orphelion Ensemble ha celebrado este mi¨¦rcoles un concierto en el sal¨®n de actos de la Real Academia Galega de Belas Artes en A Coru?a, dentro del ciclo de car¨¢cter ben¨¦fico que organiza conjuntamente con la instituci¨®n acad¨¦mica desde el curso 2011¨C2012. En esta ocasi¨®n ha actuado en su formaci¨®n de quinteto con piano, integrada por Deborah Hamburger, viol¨ªn; Francisco Regozo, viola; Berthold Hamburger, violonchelo; Todd Williamson, contrabajo, y Alicia Gonz¨¢lez Permuy, piano.
El programa estaba formado por una sola obra, el quinteto La trucha, de Franz Schubert y se celebr¨® a beneficio de la Asociaci¨®n Ben¨¦fica Renacer, dedicada seg¨²n consta en su p¨¢gina web a ¡°mejorar la calidad de vida de toda persona en riesgo o situaci¨®n de exclusi¨®n social, a trav¨¦s de la acogida y la ayuda. El ¨²ltimo concierto del ciclo de la presente temporada se celebrar¨¢ el 6 de junio pr¨®ximo a las 20.00 horas y estar¨¢ a cargo de la pianista Alicia Gonz¨¢lez Permuy.
El quinteto de Schubert es una aut¨¦ntica obra maestra que requiere una interpretaci¨®n que vaya m¨¢s all¨¢ de la mera superaci¨®n de las m¨²ltiples dificultades contenidas en su partitura. La fidelidad al estilo y una buena capacidad de gozar de la m¨²sica por parte de quienes la interpretan son esenciales a la hora de afrontarlo con ¨¦xito.
Ambas cualidades se dieron en la versi¨®n que Orphelion Ensemble hizo de la obra schubertiana. La tensi¨®n de la introducci¨®n del primer movimiento fue adecuadamente transmitida desde el escenario a la sala. El di¨¢logo entre instrumentos de este primer movimiento, Allegro vivace, tuvo ese especial car¨¢cter de la m¨²sica de c¨¢mara cuando se siente desde dentro. Desde los primeros momentos, el conjunto sigui¨® esa m¨¢xima que conduce al ¨¦xito y que viene a decir ¡°g¨²state para gustar¡±. Efectivamente, se gustaron y vaya si gustaron.
Alg¨²n rubato del piano de Gonz¨¢lez Permuy semej¨® ese apenas detenerse el agua de un arroyo transparente antes de seguir su curso bien marcado por las leyes f¨ªsicas. Mientras, los staccati de las cuerdas fueron como el platear de los peces en sus movimientos de caza de larvas o insectos, El canto inicial de la viola de Regozo marc¨® al conjunto en el segundo movimiento, Andante, con la serenidad de un amplio remanso.
El alegre car¨¢cter del Scherzo: presto tuvo su reflejo en la interpretaci¨®n de este movimiento por Orphelion, que respet¨® todas las repeticiones a lo largo de la obra.El Tema con variaciones, marcado Andantino ¨C Allegretto, nos permiti¨® comprobar c¨®mo la calidad conjunta del grupo nace de la individual de cada uno de sus componentes: la belleza formal y el suave tacto de una trucha en el canto del viol¨ªn de Deborah Hamburger y el piano de Gonz¨¢lez Permuy; el canto de la viola de Regozo; la pasi¨®n sabiamente contenida del chelo de Berthold Hamburger -que da salida a la del resto del conjunto- y la suave firmeza, como de acero enguantado enseda, del contrabajo de Todd Williamson.
La conclusi¨®n, Allegro giusto, pareci¨® -y seguramente fue- fruto de la acumulaci¨®n de energ¨ªa positiva de los cuatro primeros movimientos. Desde el inicial canto en un¨ªsono con predominio del registro grave, de una soberbia grandeza, al color instrumental y los cambios de din¨¢mica que tanto debieron sorprender a sus primeros oyentes. Todo lleno del brillo de la plata y la viveza del bermell¨®n. Como la trucha del pa¨ªs: plateada y con pintas rojas.
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