Museos decadentes y saqueados
Julio Vaquero expone en la galer¨ªa Marlborough de Barcelona sus ¨²ltimas pinturas realistas que evocan escenas de lugares expoliados
Los museos son lugares ordenados y as¨¦pticos donde los objetos y las obras de arte permanecen expuestos en condiciones ¨®ptimas con la intenci¨®n de que perduren para siempre. Pero estos templos sagrados de la cultura tambi¨¦n son objeto de la ira y de la violencia del hombre, sobre todo en momentos de conflictos b¨¦licos donde es frecuente que sufran el expolio y la destrucci¨®n. Uno de los ¨²ltimos ejemplos han sido los centros de Irak o Siria.
Esta alteraci¨®n es lo que reflejan las ¨²ltimas pinturas salidas de los pinceles y del estudio de Julio Vaquero (Barcelona, 1958) que pueden verse en la galer¨ªa Marlborough de Barcelona hasta el 23 de junio. Enormes obras creadas a base de cretas y aguadas sobre papel de tonos casi monocromos, con predominio de colores c¨¢lidos como el rojo cadmio oscuro y fr¨ªos como el azul ¨ªndigo. Por eso la exposici¨®n se llama Museo robado. ¡°La idea proviene de un espacio aleg¨®rico como los que representan los museos, espacios sagrados receptores del contenido de la historia que han sido invadidos por algo que los ha asaltado y violado¡±, explica Vaquero.
En esta docena y media de obras de Vaquero abundan la representaci¨®n de marcos despojados, total o parcialmente, de sus pinturas y apoyados en la pared o desperdigados y tirados por el suelo, vitrinas semivac¨ªas y desordenadas con objetos desordenados, ca¨ªdos y rotos, fruto de una acci¨®n violenta que los ha hecho despertar de su letargo y alfombras con decoraciones geom¨¦tricas y pesadas cortinas damasquinadas que conforman escenas tan barrocas como decadentes.
Inquietantes rostros
De alguno de los v¨¦rtices salen enormes ¡°inquietantes y amenazantes¡± rostros de personajes famosos de la historia de la pintura: el hombre del turbante de Jan Van Eyck, una Anunciaci¨®n de Piero de la Francesca o la extraterrestre y p¨¢lida Virgen de Jean Fouquet que pint¨® para el D¨ªptico de Melum, que parecen interpelar con sus miradas de los siglos XIV y XV al espectador del siglo XXI.
¡°No se trata de un homenaje a estos pintores, porque se abusa de esa palabra para esconder que lo que se est¨¢ haciendo es fusilarlos. Juego mucho con pintores del pasado, pero solo me he interesado con unos pocos a partir del estudio de sus t¨¦cnicas y de su obra. Son pintores que siempre han sido una referencia y una escuela para m¨ª¡±.
Son espacios receptores de la historia que han sido violados¡±
Vaquero est¨¢ considerado un pintor realista. De hecho, es buen amigo desde hace a?os de uno de los mayores representantes de este estilo como es Antonio L¨®pez con el que aparece en conversaci¨®n en el pr¨®logo del bello cat¨¢logo que se ha editado para la muestra.
La lengua de los Rolling Stones da un toque transgresor y pop a una de sus obras
Pero las obras de Vaquero no copian fielmente la realidad, sino que la interpretan. ¡°Es una forma de figuraci¨®n¡±, se limita a calificarlas el artista. En ellas se reconocen muchos de los elementos de su pintura de siempre, como son los muebles, sobre todo vitrinas y las decoraciones doradas pero ajadas que ya se vieron en exposiciones anteriores en esta ciudad, como fueron El final de las apariencias en el Arts Santa M¨°nica, de 2011, y Buscar en tierra de nadie, en la Fundaci¨®n Vila Casas, de 2013. ¡°Siempre se est¨¢ haciendo la misma obra. Es inevitable¡±, explica el autor a lado de las enormes pinturas. Pero junto a estos elementos del pasado que tanto le gustan Vaquero tambi¨¦n representa elementos pop como enormes lenguas como la popularizada por los Rolling Stones, adem¨¢s de inscripciones que salpican casi todas sus pinturas ¡°no tienen la intenci¨®n de crear misterio, solo hacen referencias al contexto original de las obras¡±; unos elementos que convierten a sus obras en obras contempor¨¢neas frescas, transgresoras y divertidas.
La exposici¨®n abri¨® sus puertas el pasado jueves. Pese a eso, alrededor del 40% de las obras ya se han vendido a un precio que oscila entre los 4.000 la m¨¢s barata y los 50.000 euros, la m¨¢s cara, un impresionante tr¨ªptico en la que aparece el rostro del hombre del turbante, seguramente un autorretrato del pintor flamenco Van Eyck. ¡°Nunca sabes c¨®mo va a funcionar esto de las ventas. Es un misterio¡±, remacha.
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