Barcelona se adelanta al Govern y ensaya una renta ciudadana
Mil familias de los barrios del Bes¨°s comienzan a percibir una media de 568 euros al mes
Barcelona se adelanta a la Generalitat y ensaya una renta ciudadana para luchar contra la pobreza. Mientras la Renta Garantizada de Ciudadan¨ªa del Gobierno catal¨¢n no arranca ¡ªocho meses despu¨¦s de aprobarse apenas se han aprobado un millar de expedientes en todo Catalu?a¡ª el Gobierno de la alcaldesa Ada Colau ha comenzado una prueba piloto de renta m¨ªnima con 950 familias de los barrios del Bes¨°s. Las familias recibir¨¢n durante dos a?os una ayuda media de 568 euros que se financiar¨¢ en un 80% con fondos de la Uni¨®n Europea.
En total, los perceptores son 3.760 usuarios de los servicios sociales de los 10 barrios del eje Bes¨°s. La prueba piloto consiste en combinar la ayuda (que las familias comenzaron a recibir en diciembre) con pol¨ªticas complementarias (de formaci¨®n y empleo, de fomento de la econom¨ªa social y cooperativa, y de vivienda) para medir su eficacia. De la evaluaci¨®n se encargar¨¢n cuatro institutos de investigaci¨®n.
En la prueba, habr¨¢ perceptores cuya ayuda estar¨¢ condicionada a seguir planes de empleo, y otros que no. Algunos reciben la ayuda y si consiguen futuros ingresos se les rebajar¨¢; y a otros no. De media las familias reciben 568 euros al mes, pero las cantidades oscilan entre 100 y 1.600 euros, en funci¨®n de la composici¨®n de cada unidad familiar o lo que paguen de vivienda. El c¨¢lculo b¨¢sico es que, sin el gasto de la vivienda, un adulto necesita 402 euros mensuales para cubrir sus necesidades y cada miembro de m¨¢s de la unidad familiar otros 148.
La teniente de alcalde de Derechos Sociales del Ayuntamiento, Laia Ortiz, record¨® ayer que la ¡°lucha por la inclusi¨®n y contra la brecha social¡± es una prioridad para el consistorio. Por ello la ciudad se present¨® a un programa europeo de innovaci¨®n social y consigui¨® 4,8 millones de euros con el proyecto B-Mincome. Seg¨²n la legislaci¨®n vigente, las ciudades no pueden crear rentas universales como las comunidades o el Estado, por lo que la ayuda de la prueba piloto es formalmente un apoyo de emergencia vinculado a gastos b¨¢sicos.
¡°Se trata de pasar del asistencialismo y el control a un programa con un apoyo econ¨®mico acompa?ado de pol¨ªticas que permiten aportar evidencias para favorecer el debate sobre la lucha contra la pobreza, que va m¨¢s all¨¢ de los entes locales¡±, defendi¨® Ortiz. La edil reproch¨® a la Generalitat que ¡°excluya a miles de personas de la tramitaci¨®n de la renta garantizada¡± y consider¨® ¡°urgente desencallarlo y aplicarlo a pleno rendimiento¡±.
De las familias perceptoras, en el 84% de los casos los referentes son mujeres. Y si se cuentan los usuarios, el 40% son menores de 15 a?os y el 38% aut¨®ctonos. Entre los perceptores hay personas de 35 pa¨ªses distintos. Como Rkia Larfa, del barrio del Bes¨°s. Ayer explicaba que la renta ha supuesto para su familia ¡°sentirse m¨¢s tranquila, respirar un poco¡± y les ha permitido ¡°pensar m¨¢s all¨¢ de pagar las facturas¡± o ¡°participar de la vida comunitaria¡± de un barrio al que lleg¨® hace 16 a?os y del que ¡°no conoc¨ªa nada¡±. Larfa, por ejemplo, se est¨¢ planteando estudiar para trabajar de cocinera, tras 14 a?os trabajando en una panader¨ªa que cerr¨® al morir el propietario.
Las primeras familias en utilizar la moneda local
En unas semanas cuando comience a circular la moneda local de Barcelona (el REC, Recurso Econ¨®mico Ciudadano), las familias perceptoras de la renta de la prueba piloto deber¨¢n utilizarla para gastar el 25% de la ayuda que reciban. Con esta medida se busca fomentar el comercio de proximidad, porque ya hay un centenar de comercios de los 10 barrios del Bes¨°s que aceptar¨¢n la moneda local. El Ayuntamiento estima que 1.000 familias utilizando el REC comportar¨¢ una inyecci¨®n de 1,5 millones de euros en dos a?os. La inc¨®gnita es si las grandes cadenas de distribuci¨®n se sumar¨¢n a la moneda.
La moneda de Ada Colau es una promesa electoral. Los recs equivaldr¨¢n a un euro y su uso se har¨¢ mediante una aplicaci¨®n de m¨®vil o una tarjeta de pl¨¢stico en la que podr¨¢n cargarse (como si se compraran).
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