Desahucio antes de la reapertura de Sant Antoni

Falta una semana exacta para que reabra el mercado de Sant Antoni despu¨¦s de nueve a?os en obras. Y ayer, de manera casi simult¨¢nea y en 300 metros, afloraron la paradoja (o paradojas) que comporta una reforma urbana de tanto calado en un barrio del Eixample que est¨¢ pegado al Ciutat Vella, el distrito m¨¢s presionado por el turismo en Barcelona. Mientras el Ayuntamiento y los presidentes de los tres mercados ense?aban a la prensa las obras a tres calles las entidades se concentraban para evitar el desahucio previsto de una familia con tres hijos.

Un alzamiento que se produc¨ªa en una finca cuyas sucesivas propiedades han invitado a marcharse a sus inquilinos, donde solo quedan los de renta antigua, y cuyas viviendas reformados se han convertido, en algunos casos, en pisos tur¨ªsticos ilegales. Porque mientras los vecinos esperaban la comitiva judicial, dos grupos distintos de turistas llegaron arrastrando maletas y picando al timbre con reservas de Airbnb en la mano.

"Es el pan de cada d¨ªa: fincas compradas por inversores, vecinos expulsados, y pisos tur¨ªsticos ilegales", murmuraba Vladi Olivella, de Fem Sant Antoni, plataforma que alerta de lo que est¨¢ ocurriendo en el barrio. El concejal de Mercados, Agust¨ª Colom, record¨® que el ayuntamiento dict¨® una moratoria sobre los locales de p¨²blica concurrencia y vet¨® las tiendas de souvenirs. Pero salta a la vista que son medidas que han llegado tarde.

Basta con ir a la calle de Parlament: 37 bares en tres manzanas. Y no son bares de barrio, sino franquicias, en su mayor¨ªa. En el n¨²mero 1 est¨¢ la finca donde estaba previsto el desahucio. Asad y Tayyada y sus tres hijos de 13, 11 y 8 a?os. Asad relataba que les alquil¨® una empresa el piso hace dos a?os. Les pidieron 1.500 euros de cuota y fianza. Y nunca m¨¢s les vieron. El piso estaba vac¨ªo y se gastaron 8.000 euros en obras. Pero, sin pagar, legalmente no dejan de ser okupas , de ah¨ª el desahucio. Los vecinos se?alaban ayer a la firma de inversi¨®n Elix. Fuentes de la empresa aseguraron que ya no son propietarios del edificio. Que la familia de origen pakistan¨ª ya estaba cuando compraron el edificio. Y que no hay ninguna licencia de piso tur¨ªstico, como es f¨¢cil comprobar en la web del Ayuntamiento. Las entidades lograron posponer el desahucio. La familia de Asad se queda por ahora. Y los turistas se marcharon con cara de sorpresa.