La Picasso desconocida de la fotograf¨ªa
Carme Garcia protagoniza en el Arxiu Fotogr¨¤fic una exquisita exposici¨®n con 300 de sus im¨¢genes dom¨¦sticas y casi in¨¦ditas
Una de las primeras cosas que pint¨® Picasso en Barcelona cuando lleg¨® con su familia en 1895, fueron las calles, playas y azoteas que se ve¨ªan desde el terrado de su casa y sus talleres. En la calle Escudellers, Riera de Sant Joan, Nou de la Rambla y Comer?, todos en el Raval, donde tambi¨¦n pint¨® la que est¨¢ considerada su obra cumbre del periodo barcelon¨¦s antes de viajar a Par¨ªs en 1904: La Se?oritas de Aviny¨®, unas mujeres que viv¨ªan y trabajaban, seg¨²n algunos, en el burdel del n¨²mero 48 de la calle Aviny¨®. A?os m¨¢s tarde, en el 44 de esa misma calle, Carme Garcia Padrosa (Barcelona, 1915-2015) comenz¨® a fotografiar tambi¨¦n los terrados de la Barcelona que se ve¨ªan desde la azotea de su casa creando unas im¨¢genes originales y ¨²nicas en las que capt¨® la bulliciosa y activa vida de esas zonas de la casa: grupos de ni?os jugando, amas de casa tendiendo la ropa, curiosos que contemplaban como se izaba la nueva virgen de la Merc¨¨ camino de su atalaya en la bas¨ªlica junto al mar o la gran nevada del 25 de diciembre de 1962. Como le ocurri¨® a Picasso, Garcia tambi¨¦n ¡®pint¨®¡¯ a su familia y, sobre todo a sus vecinas, a las que sigui¨® fotografiando en el interior de sus casas, en labores ¡°propias de su g¨¦nero¡± c¨®mo se dec¨ªa antes, estableciendo con ellas una relaci¨®n de empat¨ªa.
La exposici¨®n Carme Garcia. Des del terrat, que estar¨¢ abierta en el Arxiu Fotogr¨¤fic de Barcelona (AFB) hasta el 27 de octubre permite ver cerca de 300 fotograf¨ªas realizadas entre 1935 y 1987 de esta ama de casa que cultiv¨® durante su larga vida, pero sobre todo desde los a?os cincuenta, la fotograf¨ªa de forma amateur pese a la oposici¨®n de la sociedad del momento, e incluso de su propio marido que no ve¨ªa bien el hobby que ella tanto practicaba, algo que llev¨® a que no publicara ni vendiera ninguna de sus im¨¢genes. ¡°La exposici¨®n es fruto de la donaci¨®n que realiz¨® en 2011 ella misma al Arxiu Fotogr¨¢fic de unos 8.000 negativos, adem¨¢s de 18 copias originales que conserva la Agrupaci¨® Fotogr¨¤fica de Catalunya, a la que ella perteneci¨® y con la que gan¨® un buen n¨²mero de premios que le permitieron seguir haciendo fotos¡±, explica Jordi Serchs, responsable del AFB.
Pero Garcia no se qued¨® en el interior de su casa. Baj¨® a la calle y las recorri¨® para fotografiar el mundo que le toc¨® vivir. ¡°Se trata de una fot¨®grafa ¡°tranquila¡±, que ¡°domina la t¨¦cnica, busca la foto y la hace¡± y que en los retratos de las mujeres pr¨®ximas ¡°rompe con el arquetipo de feminidad, utilizando contrapicados y miradas directas a c¨¢mara para mostrar mujeres fuertes y empoderadas¡± explica la comisaria, la experta Isabel Segura. ¡°No le interesa la arquitectura, sino la vida de las calles, las conversaciones de la gente, los paseos, los juegos, las personas que trabajan o viven en la calle¡±, explica Segura que resalta del gusto de la autora por los mercados como la Boquer¨ªa, cercano a su casa, pero tambi¨¦n los de Vic o Granollers, que visitaba con su marido en los viajes que hac¨ªan en Vespa. En todas sus fotograf¨ªas queda clara ¡°su creatividad y su capacidad para romper los c¨¢nones del momento y la dicotom¨ªa entre el mundo exterior y el mundo interior, lo privado y lo p¨²blico¡±, resalta Segura, que recuerda las palabras de la propia autora: ¡°la fotograf¨ªa debe explicar cosas nuevas¡±.
Despu¨¦s de reflejar la nueva Barcelona con im¨¢genes de la construcci¨®n de los pol¨ªgonos de residencia ex novo en la periferia en los sesenta. Desde la ventana del piso de su hijo en la zona del Bes¨®s capta las nuevas construcciones, pero, otra vez m¨¢s, su mayor inter¨¦s son las personas que pueblan sus fotograf¨ªas. Lo mismo ocurre con los paisajes industriales que retrata como las chimeneas del Paral.lel, las naves de la Zona Franca o la Farinera del Clot en plena actividad.
Tras la muerte de Franco, Carme Garcia vive de primera mano la transformaci¨®n social y pol¨ªtica que del pa¨ªs que refleja en las pintadas que aparecen en muros como los de la Sagrada Familia o el barrio de Sant Mart¨ª. ¡°Capta la voluntad de cambio pol¨ªtico expresado en las paredes. La perspectiva pol¨ªtica siempre ha estado en la obra de Carme Garcia¡±.
¡°La exposici¨®n es un viaje de ida y vuelta¡±, explica Segura. Garcia, tras pasear, vuelve a los terrados, a la misma casa de Aviny¨® 48, y muestra uno de los mayores problemas de la Barcelona de los ochenta, como es la hero¨ªna que hab¨ªa tomado muchas de las calles de la ciudad. ¡°Pero como hace con todo, ni juzga ni estigmatiza¡±, concluye Segura.
Mirada moderna e innovadora
Carme Garcia se apunt¨® en 1956 a un curso de fotograf¨ªa para mujeres de la Agrupaci¨®n Fotogr¨¢fica de Catalu?a (AFC). ¡°Si aprend¨ªa a revelar, ahorrar¨ªa dinero y podr¨ªa hacer m¨¢s¡±, dijo en una de las pocas entrevistas que concedi¨®. A partir de este curso (al que se apuntaron 54 mujeres) se cre¨® el Grupo Femenino dentro de la AFC que se reun¨ªa los mi¨¦rcoles. ¡°Fueron capaces de crear unas im¨¢genes modernas e innovadoras, que llevaban aire fresco a la antigua entidad y provocaron la admiraci¨®n de todos los que las ve¨ªan¡±, explica Victoria Bonet, que realiza una tesis sobre la AFC. Entre ellas estaban Milagros Caturla, C. Beneseit, Josefina Escoda, M. Bartrina, M. A. Benavent, Lolita Franco, Montserrat Vidal Barraquer y la propia Carme Garcia.
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