¡°Lo primero que piden es el WiFi, para llamar a casa y decir que est¨¢n bien¡±
El Ayuntamiento de Barcelona alerta de que sus equipamientos para inmigrantes est¨¢n saturados y pide recursos y la colaboraci¨®n de otras ciudades
Comen despacio. Su expresi¨®n es una mezcla de cansancio, alivio y tristeza. Hace muchos meses que salieron de sus pa¨ªses, cuatro d¨ªas que se subieron a una patera y tres que llegaron a Barcelona. Comparten duras historias de migraci¨®n, aunque la de cada una es distinta. ¡°Lo primero que piden es el WiFi, para llamar a casa y decir que est¨¢n bien¡±. Lo cuenta Enric Morist, coordinador de Cruz Roja en Barcelona. La organizaci¨®n trabaja estos d¨ªas en el centro del Ayuntamiento de Barcelona que se utiliza en invierno para atender a personas sin techo, y que les han cedido para atender la masiva llegada de migrantes de esta semana en tres autocares procedentes de Andaluc¨ªa.
El coordinador de Cruz Roja en Barcelona, Ramon Jan¨¦ explica que en este centro se hace la primera acogida. Los inmigrantes llegan a la frontera sur de Espa?a pr¨¢cticamente con lo puesto y una bolsa estanca con el m¨®vil (les sirve para comunicarse con su pa¨ªs y con los contactos que tienen en Europa) y algo de documentaci¨®n. En el equipamiento municipal se analiza el estado f¨ªsico y emocional de cada migrante, se atienden las necesidades b¨¢sicas (ropa, higiene, alimentaci¨®n) y se realiza una entrevista personal para conocer su origen, su situaci¨®n y ¡°la perspectiva de recorrido migratorio¡±. Adem¨¢s, se les deja descansar. La inmensa mayor¨ªa son hombres muy j¨®venes (en torno a los 20) y proceden de pa¨ªses como Costa de Marfil, Guinea Conakry y Camer¨²n. ¡°Algunos ser¨¢n solicitantes de asilo, otros no, algunos tienen contactos en Barcelona, otros en otras ciudades espa?olas o en otros pa¨ªses europeos¡±, relata y asegura que algunos, tras recuperar fuerzas, ya se han marchado.
El comedor evoca a La Masia del Bar?a, porque la Fundaci¨®n del club envi¨® cajas con ropa deportiva y todos los llegados visten con equipaci¨®n deportiva. Entre ellos est¨¢ Elhadj Ibrahima Diallo. Sali¨® de Guinea Conakry en 2017, cuenta sin dejar de mirar a la c¨¢mara. Por motivos pol¨ªticos, por su oposici¨®n al gobierno, por lo que tiene intenci¨®n de pedir asilo. Cruz¨® el S¨¢hara (¡°entramos 150 al desierto y salimos 25, el resto muri¨®¡±, dice tragando saliva), Argelia, Marruecos y embarc¨® en Nador. Hasta Almer¨ªa. En una patera con solo 60 litros de gasolina que se les acab¨®. Hasta que les rescataron a la deriva. Pide a Europa que responda a la desesperaci¨®n de los migrantes.
El teniente de alcalde de Derechos de Ciudadan¨ªa, Jaume Asens, lanz¨® ayer varios mensajes. Pidi¨® al resto de municipios del ?rea Metropolitana de Barcelona que ¡°no dejen sola¡± a la capital en la acogida de migrantes y solicitantes de asilo. Exigi¨® a la Generalitat ¡°que pase de las intenciones a los hechos¡± y al Gobierno espa?ol ¡°que abandone la pol¨ªtica de brazos cruzados del PP y traslade los 200 millones de euros de la Ley de Extranjer¨ªa a los municipios¡±. ¡°Si no se ven capaces de asumir la competencia, que se aparten, pero que nos den los recursos¡±.
Por ahora el consistorio que capitanea la alcaldesa Ada Colau ha cedido a Cruz Roja dos equipamientos que suman 150 plazas pero Asens admit¨ªa ayer que ¡°los servicios est¨¢n saturados¡±. ¡°No tenemos grandes recursos, pero si es necesario buscaremos polideportivos o lo que haga falta¡±, afirm¨® tras lamentar que acoger a los reci¨¦n llegados ¡°sin ayuda es una factura insostenible que deber¨ªa pagar el Estado¡±. El teniente de alcalde record¨® que la ciudad ha atendido a 47.000 migrantes desde 2015.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.