Mireia Belmonte, la estrella de los Juegos Mediterr¨¢neos
La cita de Tarragona arranca con un r¨¦cord de 3.622 deportistas de 26 pa¨ªses, aunque no ha atra¨ªdo a muchas figuras de primer nivel
La XVIII edici¨®n de los Juegos Mediterr¨¢neos arrancan hoy en Tarragona. El comit¨¦ organizador celebra que con la mayor¨ªa de edad la prueba logre la mejor inscripci¨®n de su historia: 3.622 deportistas de 26 pa¨ªses. Pero la cantidad tropieza con un discreto pedigr¨ª atl¨¦tico. La excepci¨®n es Mireia Belmonte. La nadadora es la estrella de un evento lastrado por el anonimato y con pocas expectativas de lograr una presencia masiva de aficionados durante los nueve d¨ªas de competici¨®n.
La ceremonia de inauguraci¨®n se celebrar¨¢ en el estadio del N¨¤stic bajo la presidencia del Rey Felipe VI (20.50, Teledeporte y Esport 3). La organizaci¨®n asegura que el acto tiene pr¨¢cticamente asegurado el pleno aforo. Sin embargo, m¨¢s complicado resulta vender las entradas para llenar las gradas de la mayor¨ªa de las competiciones. Los Juegos constan de 33 disciplinas, algunas tan peculiares como la petanca, y otras m¨¢s habituales pero en un formato abreviado. Es el caso del atletismo, que propone una carrera de 21 kil¨®metros en lugar del ic¨®nico marat¨®n.
El principal atractivo estar¨¢ en el agua. Mireia Belmonte es la estrella de los Juegos y ser¨¢ la abanderada de la delegaci¨®n espa?ola, formada por 396 deportistas, 218 hombres y 178 mujeres, superada por la italiana, con 413 deportistas, entre los que destacan el nadador Gregorio Paltrinieri, campe¨®n ol¨ªmpico y mundial de 1.500 metros libre, y Simona Qadarella, bronce en la misma distancia en el ¨²ltimo Mundial.
Mireia, campeona ol¨ªmpica y mundial de 200 metros mariposa, tiene un palmar¨¦s aplastante. Competidora voraz, ya ha avanzado que nadar¨¢ en Tarragona para ganar, pese a que su objetivo es el Europeo de Glasgow, en agosto. Melani Costa, Jessica Vall o ?frica Zamorano, ol¨ªmpicas en R¨ªo 2016, tambi¨¦n competir¨¢n en Tarragona. Otro atractivo ser¨¢n las selecciones masculina y femenina de waterpolo, que tambi¨¦n afinan su preparaci¨®n con vistas al Europeo.
Participantes a la carta
Los Juegos Mediterr¨¢neos sufren cierto desorden en su estructura y composici¨®n. El te¨®rico punto de partida es el Mare Nostrum, pero el listado de 26 selecciones incluye a pa¨ªses ajenos a la orilla mediterr¨¢nea, caso de Andorra, Portugal, Bosnia o Macedonia. Tambi¨¦n participar¨¢ Kosovo, pese a que Espa?a es uno de los cinco pa¨ªses de la UE que no reconoce su independencia de Serbia.
El medallero hist¨®rico de los Juegos Mediterr¨¢neos lo domina Italia (2.147), por delante de Francia (1.641) y Espa?a (1.200).
Tambi¨¦n competir¨¢n medallistas ol¨ªmpicos como la halter¨®fila Lydia Valent¨ªn, el pirag¨¹ista Marcus Cooper, la taekwondista Eva Calvo y la windsurfista Marina Alabau. El Palacio de Deportes, la joya de la Anilla Mediterr¨¢nea tras una inversi¨®n de 18 millones de euros, acoger¨¢ a Las Guerreras del balonmano.
La otra cara de la moneda es la discreta entidad competitiva de la mayor¨ªa de las pruebas, a la que hay que sumarle una planificaci¨®n confusa. Hasta hace apenas un mes no salieron a la venta las entradas, en total, unas 200.000 para las casi 200 sesiones, de ma?ana y tarde, hasta el 1 de julio. El Comit¨¦ Organizador puso de relieve que se fijaban ¡°precios populares¡± y estipul¨® una horquilla de entre 6 y 25 euros. No ha habido largas colas para hacerse con los abonos. El escaso gancho es un mal end¨¦mico de un evento que tiene dif¨ªcil encaje en los exigentes calendarios de los deportistas de ¨¦lite.
El s¨ªmbolo de los Juegos Mediterr¨¢neos son tres aros entrelazados, una imagen reducida de las emblem¨¢ticas cinco anillas ol¨ªmpicas. Vivir a la sombra de los Juegos Ol¨ªmpicos es una losa. Estrenados en 1951 en Alejandr¨ªa (Egipto), los Juegos Mediterr¨¢neos ambicionaron ser unas miniolimpiadas para los pa¨ªses que se ba?an en aguas del Mediterr¨¢neo. Inicialmente se celebraban un a?o antes de la cita ol¨ªmpica y se presentaban como un campo de pruebas para los atletas que afinaban la preparaci¨®n para el reto ol¨ªmpico. Tras Barcelona 92 se modific¨® el calendario y los Mediterr¨¢neos pasaron a disputarse a rebufo del calendario ol¨ªmpico. El ins¨®lito aplazamiento de la cita de Tarragona, prevista inicialmente para 2017, ha trastocado esta rutina. Pese a contar con el reconocimiento del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), no logran seducir a los atletas de primer nivel. Y, sin estrellas, el atractivo se apaga.
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