Ante el alquiler de pisos ilegal, hay que defender el derecho a la vivienda

Par¨ªs, Barcelona o Madrid: cada una de estas seis capitales europeas tiene una identidad, una historia y un desarrollo urbano propios. Sin embargo, todas deben hacer frente a un mismo fen¨®meno: una nueva econom¨ªa de depredaci¨®n que se ha desarrollado en los ¨²ltimos a?os en los centros urbanos tur¨ªsticos.

Con la aparici¨®n de las plataformas de alquiler de apartamentos de corta duraci¨®n, la presencia de una intensa actividad tur¨ªstica provoca en todas partes los mismos efectos: la transformaci¨®n de muchas viviendas en apartamentos de alquiler de corta duraci¨®n para turistas de paso.

Las consecuencias de este hecho son directos: los barrios m¨¢s buscados ven como su poblaci¨®n se reduce y se modifica, a la vez que los precios se disparan. El alma de nuestras ciudades acabar¨¢ desapareciendo si aceptamos esta evoluci¨®n que comportar¨¢ que los centros hist¨®ricos se queden vac¨ªos, sin habitantes.

El atractivo tur¨ªstico que supone el patrimonio de nuestras ciudades es un bien muy preciado. Y pide una intervenci¨®n equilibrada de los actores p¨²blicos a fin de controlar las consecuencias para los habitantes.

Hace poco que nuestras ciudades han reforzado sus relaciones y trabajan en com¨²n; comparten sus experiencias en materia de protecci¨®n de los derechos de los inquilinos y de control de la inflaci¨®n. Todas ellas son capitales innovadoras que quieren desarrollar la econom¨ªa colaborativa y acoger los turistas en las mejores condiciones. Ahora bien, el gran poder que han alcanzado los nuevos actores de alquiler de apartamentos de corta duraci¨®n, como Airbnb, requiere mejorar la regulaci¨®n.

Ante estas plataformas en l¨ªnea, algunas de las cuales no dudan a la hora de eludir la legislaci¨®n local, queremos trabajar en una respuesta com¨²n de las grandes metr¨®polis europeas, ya que la uni¨®n hace la fuerza.

Los Estados tambi¨¦n deben abastecer a las grandes metr¨®polis los medios legales para actuar e incrementar el grado de regulaci¨®n.

Asimismo, la Uni¨®n Europea se pronunciar¨¢ sobre la cuesti¨®n de la protecci¨®n de la vivienda y asumir el reto de hacer converger los Estados miembros, ya que la vivienda no es un bien de mercado como los dem¨¢s.

Apoyamos firmemente a la acci¨®n de lobby dirigida a la Comisi¨®n Europea, iniciada por la ciudad de ?msterdam en nombre de 12 ciudades europeas, incluida Par¨ªs, para abordar el marco que regula el alquiler privado de apartamentos.

Para evitar que nuestras ciudades pierdan sus habitantes, ?ha llegado la hora de una concienciaci¨®n nacional e internacional!