La ¨²ltima tarde de Apeldoorn la protagonizan gigantes del atletismo

La inevitable melancol¨ªa perezosa de las tardes de los domingos se ti?e a¨²n m¨¢s de azul oscuro en Apeldoorn, la ciudad de las casas tan Mondrian que parecen todas construidas por Rietveld, y sus carriles bici. Es la ¨²ltima jornada de unos Europeos luminosos para el atletismo espa?ol, es el regreso de Renaud Lavillenie a los 38 a?os en busca de su quinto oro europeo bajo techo, tanto pesa el paso veloz del tiempo, y revive la imagen de un ni?o casi, escueto, jovial, paseando con sus p¨¦rtigas al hombro como guerrero con lanzas por las calles del Lingotto de Tur¨ªn, donde resplandeci¨® en 2009 tan menudo para gozo de los aficionados al atletismo hermoso, para perplejidad de los f¨ªsicos del salto. Y en el restaurante de la esquina, otro juvenil franc¨¦s, Teddy Tamgho le desaf¨ªa al dios del triple, Jonathan Edwards, mientras, al lado, el entrenador portugu¨¦s Jos¨¦ Barros llora el fado de Robert Zotko, el t¨¦cnico sovi¨¦tico, alcoh¨®lico y triste muerto cinco a?os antes. Antes de Mondo Duplantis, velocidad, valor y ciencia, pertiguista ¨²nico, ligero, peque?o, Lavillenie, complexi¨®n similar, que salt¨® 6,16m, batiendo el ¨²ltimo r¨¦cord de Bubka. En Tur¨ªn gan¨® el primero de sus cuatro europeos consecutivos en pista cubierta, y cuando cinco a?os despu¨¦s Mondo salt¨® 6,17m y comenz¨® su serie de 11 r¨¦cords mundiales consecutivos hasta 6,27, y a ganar todos los t¨ªtulos, hasta los que no hab¨ªa alcanzado ¨¦l, Lavillenie, franc¨¦s de Clermont Ferrand, le acogi¨® como un hermano mayor cari?oso, le dej¨® saltar en su jard¨ªn, le invit¨® a su show, y Mondo le correspondi¨®, y en su Clermont Ferrand bati¨® dos r¨¦cords del mundo, el ¨²ltimo hace dos semanas. All¨ª, Lavillenie resucit¨® a?o y medio despu¨¦s de operarse de un isquio. Salt¨® 5,91m. Se fij¨® el objetivo de triunfar en Apeldoorn. El invencible Mondo no ser¨ªa obst¨¢culo, pues ya hab¨ªa decidido no participar. Sus obst¨¢culos ser¨ªan los compa?eros de promoci¨®n del sueco, pertiguistas nacidos con el cambio de siglo que han crecido hasta los seis metros siguiendo su ejemplo, el griego Manolo Karalis, bronce en Par¨ªs, el noruego Sondre Guttormsen, el franc¨¦s Thibaut Collet¡­

El azul se oscurece hasta un blues lento. La historia acaba en 5,60m para Lavillenie, el viejo, en cabriolas de Karalis desconcentrado que gana el oro (5,90m) empatado a nulos con el local Menno Vloon, treinta?ero inspirado, y con exhibici¨®n de torso de, qu¨¦ pectorales cuando se quita la camiseta salm¨®n, Guttormsen, que intenta dos veces nulamente los seis metros y se despide sin intentar el tercero.

Un mil al trote (2m 52s), uno a pi?¨®n (2m 37s), uno a tope (2m 19s) dividido en un 500 esprintando (71s) y un segundo 500 mantenido (78s): 7m 48,37s. As¨ª, cl¨ªnico, quir¨²rgico, limpio, f¨¢cil, diseccion¨® Jakob Ingebrigtsen su cuarta victoria consecutiva en los 3.000m del Europeo y as¨ª demoli¨® la resistencia valiente del ingl¨¦s de Harrogate George Mills, un atleta de 7m 27s entrenado por Thomas Dreissigacker que no temi¨® desafiar al ogro a un t¨² a t¨² en la pista, como su compatriota Tom Pidcock lo hab¨ªa con Tadej Pogacar en la polvareda de las Strade Bianche. Precavido, el noruego, temiendo una nueva emboscada brit¨¢nica (sus dos derrotas m¨¢s dolorosas, las de las finales de 1.500m en los Mundiales de 2022 y 2023 las sufri¨® a manos de traidores atletas escoceses que le atacaron por la espalda), cambi¨® sus h¨¢bitos y corri¨® delante, marcando a Mills estrecho, hasta su cambio definitivo, a falta de los ¨²ltimos 500m en los que aceler¨® progresivamente, un pedal sin suelo, hasta acabar con la resistencia del ingl¨¦s (7m 49,41s). Tercero fue el franc¨¦s Azzedine Habz (7m 50,48s). Es, a los 24 a?os, el s¨¦ptimo t¨ªtulo europeo bajo techo, una serie que comenz¨® en 2019, a los 18 a?os, y el tercer doble 1.500m-3.000m consecutivo del atleta que quiere convertirse en el mejor mediofondista de la historia. Fue la prueba de m¨¢s nivel de Apeldoorn. Una final de nivel mundial.

Cuando se apaga el vel¨®dromo de Apeldoorn se encienden, lejanos, los focos del pabell¨®n Carlos Gil de Salamanca, donde intenta volver a volar la diosa Yulimar Rojas recuperada de una rotura de Aquiles en abril de 2024. Lo hace en una sesi¨®n de salto de longitud, no de triple para preservar el pie sanado, que concluye tras cuatro saltos nulos antes de tiempo por unas molestias en el isquio. El vuelo frustrado de la campeona ol¨ªmpica y plusmarquista mundial le impedir¨¢ participar del 20 al 22 pr¨®ximos en los Mundiales en pista cubierta de Nanjing, China. ¡°Ahora a descansar y en abril, a preparar la temporada de verano, con el Mundial de Tokio como objetivo, volver a competir en el estadio en el que gan¨® el oro ol¨ªmpico en 2021 ante unas gradas desiertas por la pandemia¡±, explican en su equipo, dirigido por el entrenador Iv¨¢n Pedroso. Tambi¨¦n salt¨® el gran Juan Miguel Echevarr¨ªa, el mejor saltador de la d¨¦cada pasada que intenta volver a competir despu¨¦s de lesionarse en los Juegos de Tokio. Pese a estar pasado de peso a¨²n, su gran talento y el trabajo paciente de Pedroso le llevaron a saltar 7,48m.