El desplome de la gesti¨®n p¨²blica de empleo obliga al SOC a reinventarse
Las ofertas de trabajo del Servicio de Ocupaci¨®n de Catalu?a se reducen un 72% en una d¨¦cada
Los servicios de ocupaci¨®n p¨²blica ten¨ªan como misi¨®n principal ser los intermediarios directos de ofertas de empleo entre empresas y parados. Ahora ya no. En 2007, el Servicio de Ocupaci¨®n de Catalu?a (SOC) gestionaba 110.000 ofertas de empleo. Una d¨¦cada despu¨¦s, son apenas 31.000, lo que supone una ca¨ªda del 72%. Ante el cambio de h¨¢bitos a la hora de buscar empleo ¡ªpor el avance imparable de las plataformas de internet y las agencias privadas¡ª el SOC intenta reinventarse. El organismo de la Generalitat trata de impulsar su faceta de formaci¨®n y orientaci¨®n laboral.
Ya no es obligatorio pasar por el Servicio de Ocupaci¨®n de Catalu?a para encontrar trabajo si se est¨¢ en una situaci¨®n de desempleo. El SOC, sin embargo, consigui¨® resistir hasta antes de la crisis como una de las principales soluciones al desempleo: la confianza de las compa?¨ªas en la Administraci¨®n, a la que fiaban el proceso de selecci¨®n, y la confianza de los desempleados para conseguir un trabajo se tradujeron ¡ªhasta 2007¡ª en un todav¨ªa alto n¨²mero de ofertas gestionadas directamente por este organismo. Desde entonces, la ca¨ªda ha sido dr¨¢stica.
¡°Las oficinas del SOC ya no son el sitio donde solo se va a buscar trabajo, sino que se sit¨²an como el lugar de orientaci¨®n. Tenemos que profundizar en este sistema¡±, expuso el jueves el consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, Chakir el Homrani, en la presentaci¨®n de los programas de este a?o. En 2018 se destinar¨¢n 331 millones de euros en pol¨ªticas activas para la ocupaci¨®n, de las que se beneficiar¨¢n 240.000 personas, con el objetivo prioritario de atender a los colectivos m¨¢s vulnerables.
Programas de formaci¨®n
El a?o pasado se atendi¨® a dos millones de personas. Los programas de cualificaci¨®n profesional del SOC, adem¨¢s, consiguieron un 63% de inserci¨®n laboral el a?o pasado. El Homrani tambi¨¦n destac¨® el compromiso por un empleo de calidad: las personas contratadas a partir del programa Trabajo y Formaci¨®n tienen un salario m¨ªnimo de 1.000 euros al mes, una condici¨®n de la que se han beneficiado 4.000 personas en 2017.
A pesar de la buena marcha de los programas de formaci¨®n, hay quien muestra preocupaci¨®n por la p¨¦rdida de terreno en la funci¨®n de la intermediaci¨®n directa. M¨¢s a¨²n si se tiene en cuenta que el presupuesto del SOC ha aumentado de 304 millones (2007) a 386 diez a?os despu¨¦s. ¡°La ca¨ªda de esta funci¨®n es m¨¢s acusada en Catalu?a. Lo inquietante es la falta de confianza de los empresarios hacia el servicio p¨²blico¡±, argumenta Juan Antonio Alujas, profesor en el departamento de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la Universidad de Barcelona. En 1996, explica, el 15% de los desempleados que encontraban trabajo en Espa?a lo hac¨ªan a trav¨¦s de la Administraci¨®n. En 2007 fue del 6% y ahora es el 2%. En Catalu?a, no llega al 1%, lo que contrasta con el 8% que todav¨ªa mantiene Extremadura, donde las ETT no tienen tanto peso.
Adem¨¢s, los puestos gestionados por el servicio p¨²blico que finalmente se ocupan tambi¨¦n son pocos. La media de cobertura en Espa?a, explica Alujas, se sit¨²a alrededor del 65%, mientras que en Catalu?a, en 2017 fue del 53%. ¡°No son ofertas atractivas o no cuadran con las caracter¨ªsticas de los candidatos. Hace falta m¨¢s personal para asesorar a los desempleados: en Espa?a cada trabajador tiene que orientar a 200 personas¡±, a?ade el profesor.
En Catalu?a hay 1.284 trabajadores en el SOC. ¡°La plantilla es insuficiente si miramos los objetivos que tenemos¡±, asegura Antonia Pascual, de CC OO. Seg¨²n Pascual, no es tan grave que la intermediaci¨®n directa pierda peso: ¡°El objetivo es reducir el paro; no importa si, tras una formaci¨®n del SOC, donde encuentran trabajo es en Infojobs¡±. La ley que regula el servicio de ocupaci¨®n, de 2015, todav¨ªa tiene que desplegarse. ¡°Es una oportunidad para revisar la eficiencia de los servicios, especialmente el de intermediaci¨®n directa¡±.
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