Los hombres triplican a las mujeres en los altos cargos m¨¦dicos

Ellas son m¨¢s en hospitales y atenci¨®n primaria. Pero ellos ocupan m¨¢s cargos de responsabilidad. La brecha de g¨¦nero se sigue perpetuando entre los altos cargos de la profesi¨®n m¨¦dica. As¨ª lo ha constatado el Colegio Oficial de M¨¦dicos de Barcelona (COMB) en una encuesta a sus colegiados que revela que, pese a ser mayor¨ªa en los centros sanitarios, solo el 4% de las m¨¦dicas en activo asumen puestos de responsabilidad. Los profesionales hombres en altos cargos sanitarios son el 14,5%.

En los ¨²ltimos 15 a?os, la demograf¨ªa de la profesi¨®n sanitaria ha dado un vuelco. El sector se ha feminizado y, si en 2003, los hombres conformaban el 60% de los m¨¦dicos en activo, en 2017, las mujeres ya suponen m¨¢s de la mitad de los profesionales (53%). Y la tendencia seguir¨¢ esta inercia: cada vez se incorporan m¨¢s mujeres que hombres a las facultades de Medicina y ya alcanzan casi el 70% del total de estudiantes de esta disciplina.

Pero este cambio demogr¨¢fico no se ha traducido a las altas esferas de los hospitales y la atenci¨®n primaria: a medida que avanza la carrera profesional, la feminizaci¨®n inicial de la profesi¨®n se va diluyendo. Seg¨²n el estudio del COMB, el 8,9% de los encuestados ocupan cargos de direcci¨®n. Pero este porcentaje no se reparte de forma equitativa seg¨²n el g¨¦nero. De hecho, solo el 4% de las mujeres m¨¦dicas en activo ocupan cargos de responsabilidad, frente al 14,5% de los facultativos hombres que asumen puestos de mando. En los cargos de coordinaci¨®n, la brecha de g¨¦nero se reduce, pero no desaparece: en conjunto, el 13,2% de los encuestados ocupan puestos de este nivel pero, al desglosar estos datos por g¨¦nero, el estudio arroja que se trata del 11,2% de las mujeres y el 15,4% de los hombres. "Por una parte, esto viene condicionado por la edad, porque ellas son m¨¢s j¨®venes y desde el punto de vista de su trayectoria profesional, esta es m¨¢s corta para alcanzar puestos de direcci¨®n. Pero tambi¨¦n pesa en las organizaciones que los cargos directivos son hombres", apunta la jefa de Medicina Preventiva y Epidemiolog¨ªa del hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Magda Campins, encargada de presentar el estudio del COMB.

Los resultados de esta encuesta corroboran, precisamente, los datos de otro estudio del COMB sobre conciliaci¨®n laboral publicado el a?o pasado. Seg¨²n esa investigaci¨®n, en el Instituto Catal¨¢n de la Salud (ICS), la mayor empresa sanitaria p¨²blica que gestiona ocho hospitales y el 80% de la atenci¨®n primaria en Catalu?a, el 86% de los jefes de servicios de sus hospitales son hombres. Aunque hay excepciones. Por ejemplo, la directora asistencial de Vall d¡¯Hebron, Anna Ochoa, es mujer.

Las diferencias de g¨¦nero, se?ala el estudio, son menos acentuadas a medida que se reduce la categor¨ªa (los jefes de secci¨®n son el 62,4% hombres y el 37,6% mujeres). "Esta discriminaci¨®n podr¨ªa atribuirse a los siguientes factores: por una parte, el predominio de hombres en los comit¨¦s que toman las decisiones de contratar nuevo personal o de ordenar la promoci¨®n personal. Por otra parte, a un menor n¨²mero de candidatos de sexo femenino a los cargos de liderazgo, ya sea por el temor de no poder cumplirlo lo suficientemente bien por el hecho de tener otras ocupaciones (por ejemplo, de tipo familiar) a las que han de atender, o bien por considerar que no tienen suficientes m¨¦ritos para el cargo", valor¨® entonces el informe del COMB.

En esta l¨ªnea, esta ¨²ltima encuesta del COMB tambi¨¦n arroja diferencias de g¨¦nero en la perspectiva individual para acceder a altos cargos. El 50% de los profesionales consideran importante acceder a puestos de responsabilidad pero, otra vez, al analizar las cifras por g¨¦nero, el estudio del COMB detecta una valoraci¨®n diferente entre mujeres y hombres: el 57% de ellos defienden el valor de asumir un cargo directivo, pero esta cifra baja al 45% cuando las que responden son las m¨¦dicas.

Suspenso en conciliaci¨®n

La encuesta del COMB tambi¨¦n ha constatado las carencias del sistema para favorecer la conciliaci¨®n laboral y familiar. En este campo, no obstante, no se aprecian diferencias significativas entre hombres y mujeres: los profesionales coinciden en suspender -o evaluar con un escaso aprobado- sus posibilidades de conciliar el trabajo con asumir las tareas dom¨¦sticas, atender los cuidados familiares o hacer actividades de tiempo libre.

"Nos ha sorprendido porque cuando discutimos los resultados, no es la percepci¨®n que tenemos. La carga de las tareas dom¨¦sticas y los cuidados recaen m¨¢s sobre las mujeres. Pero hay que tener en cuenta que en esta encuesta no est¨¢n las m¨¦dicas mayores de 75 a?os, que son los que, culturalmente, les habr¨ªa reca¨ªdo estas funciones. En las parejas j¨®venes, las cargas se repiten m¨¢s. Creo que esto est¨¢ reflejando la realidad de los j¨®venes", matiza Campins.