Pascal registra JxCAT como partido para contener al sector de Puigdemont

Junts per Catalunya ya es, oficialmente, un partido pol¨ªtico. El nombre fue registrado ante el Ministerio del Interior el pasado mi¨¦rcoles y su domicilio es el mismo que el del Partit Dem¨°crata Catal¨¤ (PDeCAT), formaci¨®n que tambi¨¦n era due?a del nombre. El movimiento se concreta a una semana de la asamblea en la que la actual direcci¨®n de los neoconvergentes podr¨ªa ver su liderazgo en cuesti¨®n por la acci¨®n de los cr¨ªticos, ahora agrupados entorno a Carles Puigdemont. La lucha por la denominaci¨®n ya ha causado roces entre el grupo parlamentario y la c¨²pula del PDeCAT. Los primeros se reunir¨¢n hoy para intentar consolidar la llamada llista del president en un movimiento pol¨ªtico panindependentista.

Desde el PDeCAT desvinculan el registro de cualquier movimiento t¨¢ctico antes de la asamblea del pr¨®ximo fin de semana y recuerdan que la formaci¨®n ya hab¨ªa decidido, en mayo, concurrir a las pr¨®ximas elecciones municipales bajo la marca Junts per Catalunya. La formalizaci¨®n, explican desde el partido, facilitar¨¢ el trabajo de cara a formar las candidaturas en todo el territorio y as¨ª mantener la hegemon¨ªa municipalista. Seg¨²n el registro de Interior, la presidencia la ocupa Laia Canet Sarri, consejera neoconvergente en el distrito del Eixample.

La decisi¨®n del registro hace que si en un futuro Puigdemont y su entorno quieren usar el nombre en una eventual cita electoral tendr¨ªan que pedir permiso al PDeCAT. Un agravio m¨¢s al enfrentamiento entre el partido heredero de Converg¨¨ncia y la llamada llista del president por el nombre, la punta de un iceberg de desencuentros que tendr¨¢ su punto ¨¢lgido esta semana.

Cuando se estaban formando las candidaturas para las elecciones del pasado 21 de diciembre, el partido de Pascal acept¨® que Puigdemont fuera su candidato. El expresidente de la Generalitat, que quer¨ªa una lista ¨²nica independentista, tambi¨¦n puso condiciones: confeccionar¨ªa una lista m¨¢s all¨¢ del partido, diluyendo las siglas pero contando con los recursos del PDeCAT.

Dentro de ese trabajo burocr¨¢tico, los neoconvergentes se encargaron de registrar la marca Junts per Catalunya, el nombre de la coalici¨®n con el que se presentaron a las elecciones. Y qued¨® establecido que se quedaban con los derechos ¡°econ¨®micos y electorales¡±. Tras lograr ser la lista m¨¢s votada dentro del soberanismo, los independientes de la candidatura se dieron cuenta de que no eran due?os de la marca.

Pronto, en el seno del grupo parlamentario, qued¨® claro que hab¨ªa dos grupos que pugnaban: los partidarios de continuar con la l¨ªnea de confrontaci¨®n planteada por Puigdemont y los m¨¢s cercanos al pragmatismo por el que aboga la c¨²pula del PDeCAT.

Los ide¨®logos de Junts per Catalunya conceb¨ªan originalmente la formaci¨®n como una confluencia de todo el independentismo, un ejercicio similar al hecho por Ada Colau con Barcelona en Com¨². Una idea sobre la que volver¨¢n hoy en una reuni¨®n a puerta cerrada y a la que est¨¢n invitados las 135 personas que conformaron la lista electoral del 21-D, tal y como adelant¨® ayer La Vanguardia.

Movimiento 1-O

El no poder contar con un nombre que ya tiene cierto cach¨¦ y la sensaci¨®n de que el PDeCAT quiere canibalizar un proyecto colectivo ha exasperado los ¨¢nimos entre las filas de la llista del president. ¡°No es lo mismo llamarse Junts per Catalunya que ser Junts per Catalunya¡±, tuite¨® el vicepresidente del Parlament. Josep Costa, cuando el PDeCAT anunci¨® que usar¨ªa la marca.

Sobre la mesa hay varias iniciativas que buscan solventar ese problema. Una de ellas es el Movimiento 1-O, registrado por el historiador Agust¨ª Colomines. El otro es Junts per la Rep¨²blica, presidido por el execosocialista y ahora diputado Antoni Morral. Ambas formaciones tienen registrada la misma sede social.

Los cr¨ªticos de la gesti¨®n de Pascal, que desean acercar el partido a la l¨ªnea de Puigdemont, no revelan sus cartas de cara a la asamblea del partido. ¡°No nos interesa el PDeCAT como nombre, nos interesa el espacio¡±, aseguran algunas fuentes. Una nueva formaci¨®n independentista necesitar¨ªa de la implantaci¨®n territorial de los neoconvergentes.

Para intentar salir al paso de esas cr¨ªticas, la propia Pascal opt¨® por abrir el mel¨®n del cambio de direcci¨®n en un encuentro que inicialmente deb¨ªa ser program¨¢tico. En la c¨²pula tienen la esperanza de que los cr¨ªticos no puedan formar una candidatura alternativa. Incluso trat¨® de desarmar la jugada ofreciendo a Puigdemont presidir el partido, algo que el expresidente rechaz¨®.