Puigdemont quiere llevar su l¨ªnea dura al grupo del PDeCAT en el Congreso

A las fisuras entre las formaciones soberanistas se une el enfrentamiento dentro de los propios partidos. El PDeCAT celebrar¨¢ una asamblea este fin de semana en la que la direcci¨®n ¡ªliderada por Marta Pascal¡ª y el sector cr¨ªtico ¡ªreunido en torno a Carles Puigdemont, el expresident ahora fugado en Alemania¡ª chocar¨¢n por el control de la formaci¨®n heredera de Converg¨¨ncia. Puigdemont busca un giro en la actual posici¨®n pragm¨¢tica del grupo parlamentario en el Congreso, que vot¨® a favor de la moci¨®n de censura de Pedro S¨¢nchez.

La representaci¨®n del PDeCAT en el Congreso ¡ªintegrada en el grupo mixto¡ª es el ¨²nico espacio sin influencia del expresident. En la votaci¨®n de la moci¨®n de censura del PSOE, Puigdemont hab¨ªa defendido que el PDeCAT se abstuviera. ¡°[Apoyo al art¨ªculo] 155 por 155, ?D¨®nde est¨¢ el cambio?¡±, dijo entonces Eduard Pujol, portavoz de Junts per Catalunya. Finalmente, sin embargo, se impuso el criterio que defend¨ªan Pascal y los diputados en Madrid: el PDeCAT apoy¨® la moci¨®n, aunque despu¨¦s ha advertido a S¨¢nchez de que ese respaldo no es incondicional y ha seguido insistiendo en la existencia de "presos pol¨ªticos" y en la defensa de un refer¨¦ndum independentista pactado.

La necesidad de Puigdemont de mantener un discurso beligerante le obliga a incidir en la posici¨®n del grupo en el Congreso. Pese a que el PDeCAT est¨¢ integrado en Junts per Catalunya en el Parlament, su capacidad de incidencia en la C¨¢mara catalana es m¨ªnima: ah¨ª prima la l¨ªnea dura. En el Congreso es al contrario: a pesar de que el grupo sigue reclamando un refer¨¦ndum y denuncia la existencia de ¡°presos pol¨ªticos¡±, y las gestiones de Pascal en el voto de la moci¨®n de censura no sentaron bien en el entorno del expresident.

Desde hace meses los cr¨ªticos de la actual direcci¨®n amenazaban con derrocar a Pascal si no abandonaba su apuesta pragm¨¢tica sobre el independentismo. El entorno de Puigdemont sostiene que dif¨ªcilmente la asamblea de este fin de semana ser¨¢ tranquila para la direcci¨®n si no se le garantiza al expresidente poder de decisi¨®n. Y eso incluye el grupo parlamentario en el Congreso.

El grupo de cr¨ªticos, que tiene caras visibles como el consejero de Interior, Miquel Buch, o el alcalde de Molins de Rei (Barcelona), Joan Ramon Casals, est¨¢ conformado en su mayor¨ªa por el grupo que perdi¨® el poder en el momento fundacional del partido. Desde el entorno de Pascal creen que no tienen el apoyo suficiente para dar el asalto.

La coordinadora del PDeCAT, para intentar salir al paso, decidi¨® el pasado junio que lo que ten¨ªa que ser una asamblea ideol¨®gica se convertir¨ªa en un congreso en el que, si los afiliados lo apoyan, se modificara la direcci¨®n. Con ello buscaba dar m¨¢s espacio a las voces disidentes pero manteniendo el control. Pascal incluso ofreci¨® a Puigdemont la presidencia del partido, pero ¨¦ste la rechaz¨®.

Crida Nacional

El esfuerzo de contenci¨®n de Pascal qued¨® herido el pasado lunes, con la presentaci¨®n de la Crida Nacional, el manifiesto que quiere terminar por ser un ¡°instrumento pol¨ªtico¡± transversal impulsado por Puigdemont, que busca aglutinar personas y no partidos y cuyo objetivo es lograr la independencia. A ojos del PDeCAT, es un abrazo del oso para dejar atr¨¢s a esta formaci¨®n.

¡°El partido ser¨¢ lo que sus asociados quieran que sea¡±, dijo la portavoz del PDeCAT, Maria Senserrich. Las bases y la direcci¨®n comparten la idea de sumar y ensanchar el espacio independentista pero reprueban que algunos l¨ªderes de la Crida ¡°satanicen¡± al partido. Pascal estar¨ªa abierta a negociar un encaje pero plantar¨¢ cara a entregar las llaves, dicen fuentes de la formaci¨®n.

¡°En el PDeCAT picamos mucha piedra para el triunfo de Junts per Catalunya¡±, critica un miembro de la direcci¨®n. ¡°?Esto va de un proyecto o de una venganza del congreso fundacional?¡±, se pregunta otro. El PDeCAT tiene unas 400 alcald¨ªas, un punto de apoyo vital si Puigdemont decide en oto?o crear esa nueva formaci¨®n. A nadie se le escapa el tir¨®n electoral del expresident pero la distancia pesa a la hora de dirigir y coordinar una formaci¨®n, como pasa con Junts per Catalunya.