El oso ¡®Goiat¡¯ la l¨ªa parda
Los reiterados ataques al ganado de un plant¨ªgrado introducido en los Pirineos provocan que se estudie su expulsi¨®n
Como si de un ni?o travieso se tratase, aunque con las garras muy afiladas. Tras m¨¢s de dos a?os acumulando amonestaciones, ahora el rebelde Goiat se enfrenta a la expulsi¨®n. Pero no de la escuela, sino de los mism¨ªsimos Pirineos, porque Goiat no es un colegial, sino un oso pardo (Ursus arctos) de hocico chato, cr¨¢neo alargado y unos 200 kilos.
Goiat (palabra que, en la variante pallaresa del catal¨¢n, significa mozo) fue capturado en Eslovenia y liberado en 2016 en el Parque natural del Alt Pirineu en Isil (Lleida) en el marco del programa europeo de reintroducci¨®n del oso pardo Pyroslife, que se encarga de las sueltas de este mam¨ªfero omn¨ªvoro que en los noventa estuvo a punto de desaparecer de los Pirineos. Goiat, sin embargo, mostr¨® desde el principio un ¨ªmpetu depredador poco com¨²n en su especie, seg¨²n los expertos. En total, una quincena de ataques a la ganader¨ªa solo desde el pasado abril que pusieron en pie de guerra al sector. Entre sus recientes v¨ªctimas, seis yeguas y cuatro potros, aparte de ovejas. Antes hab¨ªan sido m¨¢s. Ahora, tras meses de presi¨®n del sector ganadero, el Gobierno catal¨¢n propone su ¡°captura y traslado¡±, seg¨²n anunci¨® el consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Dami¨¤ Calvet. Se tratar¨ªa de la primera expulsi¨®n de un plant¨ªgrado de la cordillera fronteriza.
En la actualidad, la mayor¨ªa de los osos que habitan los Pirineos son hijos, nietos y hasta bisnietos de Pyros, un ejemplar tambi¨¦n de origen esloveno liberado en 1997 que copula hasta con sus nietas. Goiat fue liberado 11 a?os despu¨¦s precisamente para tratar de frenar la consanguinidad que el ardoroso Pyros extend¨ªa entre los ya 43 ejemplares que habitan la zona, que en 1996 solo eran tres. En la cordillera Cant¨¢brica se estima que viven otros 300, seg¨²n datos de la Fundaci¨®n Oso Pardo.
Cu¨¢ndo y d¨®nde podr¨ªa ser trasladado el rebelde Goiat todav¨ªa es un misterio. Por lo pronto, responsables de la Generalitat explican que esta decisi¨®n ¡°no se puede tomar en caliente¡± y la medida en cualquier caso deber¨¢ contar con el benepl¨¢cito de Francia, que tambi¨¦n participa en el programa europeo. ¡°Un solo ejemplar no puede poner en peligro un trabajo exitoso de 20 a?os¡±, explica Ferran Miralles, director general de Pol¨ªticas Ambientales de la Generalitat de Catalu?a.
Una de las opciones ser¨ªa trasladarlo a uno de los llamados ¡°santuarios¡± para osos, como ya se hizo en 2016 con dos ejemplares que viv¨ªan en un cercado del municipio aran¨¦s de Arties (Lleida) y que fueron llevados al refugio de osos Medveotthon, en Hungr¨ªa. ¡°Es una posibilidad, pero todav¨ªa no tenemos ninguna propuesta sobre la mesa. Ahora mismo estamos estudiando, a nivel t¨¦cnico, la viabilidad de la extracci¨®n del animal del medio. Plantear d¨®nde llevarlo es otro escenario¡±. Otra opci¨®n ser¨ªa la repatriaci¨®n de Goiat a Eslovenia, ¡°una medida que no parece muy efectiva¡±, opina Miralles. El ¨²ltimo y m¨¢s radical de los escenarios ser¨ªa sacrificarlo. ¡°Pero antes hay muchas otras alternativas y a la gente le costar¨ªa entender una decisi¨®n as¨ª¡±, a?ade.
Sea como sea, la presencia del mam¨ªfero m¨¢s grande que habita los Pirineos despierta pasiones y temores casi a partes iguales. Desde Uni¨® de Pagesos, el sindicato agrario mayoritario de Catalu?a, se muestran satisfechos con la propuesta de Calvet, aunque piden m¨¢s controles. ¡°Nosotros tenemos claro que antes que los animales est¨¢n las personas. Goiat ha demostrado que la introducci¨®n del oso pardo ha tra¨ªdo problemas. Tenemos que plantearnos qu¨¦ n¨²mero de animales podemos albergar en el territorio. Hay mucho desconocimiento sobre las dificultades a las que nos enfrentamos en el campo¡±, opina Joan Caball, coordinador nacional del sindicato. Enfrente, los ecologistas. ¡°Tienen raz¨®n en quejarse de que los urbanitas a veces no sabemos del todo como viven all¨ª. Pero entre todos, tenemos que ponernos de acuerdo por el inter¨¦s general y conseguir que el oso pardo pueda subsistir¡±, rebate Jaume Grau, de Ecologistas en Acci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.