S¨¢nchez ayuda al PSC a atraer m¨¢s candidatos ara las municipales
El cambio se ha notado especialmente en las zonas menos pobladas de Catalu?a.
La formaci¨®n de un gobierno socialista en Espa?a ha supuesto un alivio para el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) a unos meses de las elecciones municipales y le permite afrontar la confecci¨®n de candidaturas con un clima pol¨ªtico y un ¨¢nimo muy distinto al que ten¨ªa el partido cuando Mariano Rajoy estaba en La Moncloa. El cambio se ha notado especialmente en las zonas menos pobladas de Catalu?a.
Hemos dejado de ser los del 155 para pasar a ser los que hemos echado a Rajoy¡±. La frase es del secretario de organizaci¨®n del PSC, Salvador Illa, y responde a la nueva situaci¨®n creada. ¡°Lo m¨¢s importante ha sido la distensi¨®n pol¨ªtica y los ¨¢nimos que eso ha insuflado a nuestra gente¡±, a?ade.
La consecuencia pr¨¢ctica de este cambio an¨ªmico es que a al PSC le resultar¨¢ ahora m¨¢s f¨¢cil elaborar candidaturas para las municipales, salvo que se vuelva a torcer la situaci¨®n por el desenlace judicial del proc¨¦s. ¡°Gobernando en Madrid tienes m¨¢s presencia p¨²blica. Nuestro votante es muy sensible a lo que haga el PSOE y si al PSOE le va bien y gobierna, eso no favorece mucho¡±, explica Illa.
La situaci¨®n resultaba especialmente complicada en los municipios de menos de 1.500 habitantes, donde hubiera resultado muy complicado elaborar listas electorales de haber continuado el PP en el gobierno, explican los dirigentes socialistas. All¨ª la presi¨®n social sobre los militantes socialistas por la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n les somet¨ªa a un clima adverso en el que lo m¨¢s f¨¢cil era renunciar a ser candidato para seguir viviendo en armon¨ªa con los vecinos.
La direcci¨®n del PSC prefiere no dar nombres sobre los municipios que podr¨ªan verse afectados por esa situaci¨®n, pero s¨ª recuerda lo ocurrido en Sant Hip¨°lit de Voltreg¨¤ a los diez d¨ªas de aprobarse el 155. Xavier Vilamala (PSC) fue desalojado de la alcald¨ªa por una moci¨®n de censura de Esquerra, hasta entonces su socio. Los republicanos le exigieron al alcalde que rompiera el carnet del partido si quer¨ªa continuar en el cargo. Como no lo hizo perdi¨® la vara de mando. Algo parecido sucedi¨® en los consejos comarcales del Montsi¨¤ y del Baix Ebre.
El PSC siempre hab¨ªa presumido de m¨²sculo municipalista y toc¨® techo en las elecciones municipales de 2007, con 2.570 concejales y 276 alcald¨ªas. Sin embargo, en las elecciones de 2011 cambi¨® el panorama, perdi¨® la alcald¨ªa de Barcelona despu¨¦s de 32 a?os e inicio un declive en toda Catalu?a al dejar de ser la primera fuerza municipalista desde la restauraci¨®n de la democracia. El declive se acentu¨® en 2015, cuando los socialistas se quedaron con 1.279 ediles y 133 alcald¨ªas, la mitad que ocho a?os antes. El batacazo electoral en Barcelona en las ¨²ltimas elecciones municipales fue hist¨®rico, pasando a ser la quinta fuerza municipal.
Mantener Tarragona
Ahora el PSC conf¨ªa en que el efecto S¨¢nchez suponga una remontada electoral. Aseguran fuentes socialistas que N¨²ria Mar¨ªn, alcaldesa de L'Hospitalet le dijo al presidente en la primera conversaci¨®n que tuvieron tras el triunfo de la moci¨®n de censura: ¡°Me has devuelto la vida¡±. La frase resume el alivio que supon¨ªa para la edil encarar las elecciones con un Gobierno del PSOE y poder frenar as¨ª el empuje de Ciudadanos en la segunda ciudad de Catalu?a en n¨²mero de habitantes y que ahora es la plaza m¨¢s importante que tiene el PSC.
La direcci¨®n del partido da por hecho que mantendr¨¢ las grandes alcald¨ªas que logr¨® hace cuatro a?os en la conurbaci¨®n barcelonesa. En Sabadell hay cambio de cartel (Marta Farr¨¦), lo que supone enterrar definitivamente la etapa de los hermanos Bustos. Los socialistas conf¨ªan en mantener? tambi¨¦n las alcald¨ªas de Lleida (esta vez sin ?ngel Ros) y Tarragona. Est¨¢ fuera de toda duda que Josep F¨¨lix Ballesteros repetir¨¢ como candidato y S¨ªlvia Paneque volver¨¢ a ser cabeza de lista en Girona, de donde el PSC fue desalojado por el proc¨¦s.?
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