La lista Fibonacci, apagada junto al puerto de Barcelona
El Ayuntamiento reparar¨¢ un monumento que recuerda la secuencia
Jacques Sauni¨¨re trabajaba como restaurador en el museo parisino del Louvre. Su cad¨¢ver fue localizado en una de las salas de la pinacoteca. Sauni¨¨re fue asesinado y, mientras agonizaba, escribi¨® una sucesi¨®n de n¨²meros en el suelo. As¨ª comienza el best seller m¨¢s vendido de Dan Brown: El C¨®digo Da Vinci. El profesor Robert Langdon, junto con la nieta del fallecido, Sophie Neveu, descubrieron que esos n¨²meros formaban parte de una sucesi¨®n num¨¦rica que se denomina lista Fibonacci. Tras el cuadro La Virgen de las Rocas, Langdon localiz¨® una llave con una direcci¨®n. Esa llave abr¨ªa la caja fuerte de un banco de Z¨²rich cuyo n¨²mero de cuenta volv¨ªa a ser la sucesi¨®n Fibonacci.
En el barrio marinero de la capital catalana, la Barceloneta, un monumento homenajea la enigm¨¢tica sucesi¨®n. La obra, desafortunadamente, se encuentra en condiciones ruinosas desde hace a?os. La lista de n¨²meros se iluminaba en neones colocados en el suelo junto al pueto, pero se averi¨® hace a?os sin que nadie haya sabido repararla.
El matem¨¢tico italiano Leonardo de Pisa cre¨® en el siglo XIII la secuencia Fibonnacci. Una sucesi¨®n de n¨²meros que comienza por el 0 seguida por el 1. Cada elemento posterior se obtiene de la suma de los dos n¨²meros anteriores. De tal manera que la secuencia es 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55¡ La lista num¨¦rica se utiliza en inform¨¢tica, matem¨¢ticas y econom¨ªa pero realmente este n¨²mero algebraico aparece en algunas configuraciones biol¨®gicas como son las ramas de los ¨¢rboles, en las distancias entre las espirales de las pi?as, el crecimiento de algunas verduras¡
El artista milan¨¦s fallecido en 2003, Mario Merz, fue uno de los mayores representantes del denominado arte povera. Merz utiliz¨® en muchas de sus obras la sucesi¨®n Fibonacci. En 1992, delante del Port Vell, en pleno Paseo Joan de Borb¨®, instal¨® el monumento Crescendo Appare. Una serie de ventanas encastadas en el suelo donde aparece la lista de n¨²meros iluminada en ne¨®n rojo y protegida por un vidrio blindado.
Hace a?os que los n¨²meros de la sucesi¨®n Fibonnacci no se iluminan.
Hay varios vidrios rotos y el monumento est¨¢ en un estado deplorable. Desde el Ayuntamiento de Barcelona un portavoz asegura que Crescendo Appare forma parte de ¡°la colecci¨®n municipal¡±. El Consistorio informa de que tras, investigar cu¨¢l es el problema el¨¦ctrico del monumento, se ¡°est¨¢ redactando el proyecto t¨¦cnico necesario para poder legalizar la instalaci¨®n y ponerla, pr¨®ximamente, en funcionamiento¡±.
Hasta que llegue ese d¨ªa, la sucesi¨®n Fibonnacci permanece apagada y an¨®nima entre los peatones y turistas. Desde la Fundaci¨®n Merz de Tur¨ªn hace a?os que esperan que las autoridades ¡°intervengan para que la obra de Mario Merz vuelva a aparecer en todo su esplendor en la Barceloneta¡±.
Langdon y Neveu consiguieron descifrar los enigmas del C¨®digo Da Vinci. La secuencia Fibonacci permanece inerte y apagada en el suelo del Port Vell.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.