Maravillas que el ojo humano no ve
Una exposici¨®n de Luis Monje, en la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, divulga los hallazgos de la fotograf¨ªa cient¨ªfica
¡°Me pas¨¦ dos a?os cortando cerebros en lonchas¡±. No habla un asesino en serie, sino un fot¨®grafo cient¨ªfico, Luis Monje (Guadalajara, 1959), que nos muestra las im¨¢genes que tom¨® de aquellos cerebros, algunos fuertemente carcomidos por el alzh¨¦imer. Parece imposible que esas masas blandas y blanquecinas con aspecto de colilflor sean la cosa que nos hace ser lo que somos. Pero eso somos: coliflores que piensan.
La fotograf¨ªa cient¨ªfica tiene m¨²ltiples ramas, pero pueden agruparse en dos: las im¨¢genes que el ojo humano puede ver y las que el ojo humano no puede ver. ¡°Los fot¨®grafos cient¨ªficos tomamos im¨¢genes de lo que es muy peque?o y de lo que es muy grande, de lo que es muy r¨¢pido y de lo que es muy lento, de la luz de mayor y menor frecuencia que la luz visible¡±, resume el experto: ¡°Es una disciplina ¨²til en la ciencia, pero tambi¨¦n en la industria o en la educaci¨®n¡±.
Todas estas maravillas se pueden contemplar en la exposici¨®n titulada Fotograf¨ªa cient¨ªfica, en la sala de exposiciones Caracciolos de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares (UAH), que reabre sus puertas el 3 de septiembre tras el par¨®n vacacional. La exposici¨®n, que recoge unas 1.000 im¨¢genes (105 enmarcadas y el resto en montajes audiovisuales) del casi medio mill¨®n que el fot¨®grafo ha tomado, se puede ver hasta el 21 de septiembre.
Desde las paredes de la sala de exposiciones nos observan galaxias lejanas, seres microsc¨®picos, bellos paisajes naturales, fen¨®menos f¨ªsicos instant¨¢neos. Y huellas dactilares. ¡°Una de las labores de los fot¨®grafos cient¨ªficos es la fotograf¨ªa forense¡±, explica Monje, ¡°se recurre a nosotros para que valoremos la integridad de ciertas im¨¢genes que se presentan como prueba en los juicios¡±. Nos muestra otras argucias detectivescas: si alguien pretende quemar un cuerpo y esconder los dientes machacados entre las cenizas, podemos detectarlos utilizando luz negra. El compuesto luminol permite detectar manchas de sangre haci¨¦ndolas brillas sobre la ropa incluso despu¨¦s de 12 lavados.
Monje, director del gabinete de Dibujo y Fotograf¨ªa Cient¨ªfica de la UAH y presidente de la Asociaci¨®n de Espa?ola de Imagen Cient¨ªfica y Forense, con 30 a?os de experiencia en todas las ramas, colabora con numerosos investigadores en sus proyectos. La fotograf¨ªa ilustra lo que los cient¨ªficos investigan, pero tambi¨¦n descubre cosas, como el funcionamiento del picado de las ortigas, que Monje ha fotografiado muy ampliado (es la t¨¦cnica de fotomacrograf¨ªa de apilamiento). ¡°Cuando rozamos con la piel los pelillos de la ortiga (llamados tricomas), la peque?a esfera que tienen en la punta se corta en forma de aguja: con ella inyectan ¨¢cido f¨®rmico y otras sustancias que nos producen escozor¡±, explica.
Otro de sus trabajos en profundidad trata de los mixomicetos, un grupo de protistas diminutos, tambi¨¦n conocidos como mohos mucilaginosos. Aunque son del orden del mil¨ªmetro en las fotos de Monje se ven grandes y detallados como pinos de un planeta extraterrestre. ¡°Nos los env¨ªan de todo el mundo para que les saquemos fotos¡±, dice Monje. Tambi¨¦n se ven muy grandes los velcros, las agujas, los filamentos de las bombillas, las puntas de los bol¨ªgrafos o los peque?os insectos, de pronto convertidos en extra?os monstruos¡ ?Alguna vez le ha mirado fijamente a los ojos una hormiga?
Por lo dem¨¢s, la profesi¨®n de fot¨®grafo de ciencia no solo parece divertida en los laboratorios (¡°disfrutamos como ni?os¡±) sino en los viajes a m¨¢s de 62 pa¨ªses que Monje ha realizado, sobre todo en expediciones bot¨¢nicas, su especialidad como bi¨®logo. Ah¨ª muestra im¨¢genes de paisajes hermosos, como el desierto de los pin¨¢culos australiano o los bosques de helechos gigantes neozelandeses, el Valle de la Muerte, en Estados Unidos (¡°donde el diablo juega al golf¡±), o estampas del le¨®n senegal¨¦s en su h¨¢bitat. ¡°Adem¨¢s de hacer ciencia tambi¨¦n tenemos que perseguir hacer arte¡±, dice Monje¡±. Y tambi¨¦n curiosidades como el ¨¢rbol m¨¢s alto del mundo (llamado Hiperi¨®n, una secuoya de 116 metros en California), el m¨¢s grueso (el ¨¢rbol de Tule, un tipo de cipr¨¦s de 42 metros de di¨¢metro, en Oaxaca, M¨¦xico) o el m¨¢s viejo, (Matusal¨¦n, de 5.300 a?os, que habita en los desiertos del noroeste de Nevada).
Del vasto espectro electromagn¨¦tico el ojo humano solo ve una peque?a franja, los colores del arco iris, del violeta al rojo. Pero podemos ver m¨¢s all¨¢ de otras maneras. La termofotograf¨ªa, en el rango del infrarrojo, es la disciplina que se ocupa de tomar im¨¢genes de los cuerpos que despiden calor: con t¨¦cnicas similares los militares pueden ver en la oscuridad. En el rango del infrarrojo se puede ver c¨®mo la clorofila de las hojas de los ¨¢rboles refleja este tipo luz (por ejemplo, en una hermosa foto del Palacio de Cristal del parque del Retiro). Otras fotograf¨ªas en t¨¦cnica ultravioleta digital muestran c¨®mo ven las flores los insectos: para ellos son como dianas luminosas, peque?os helipuertos sobre fondo gris, donde tienen que aterrizar su err¨¢tico vuelo. ¡°En el centro de la flor es donde se encuentra el n¨¦ctar¡±, explica Monje, ¡°los humanos nunca antes lo hab¨ªamos visto as¨ª¡±.
La astrofotograf¨ªa, bien conocida por el p¨²blico, trabaja en casi todos los rangos de luz (y desde hace poco hasta con las flamantes ondas gravitacionales) y nos muestra el universo desde los planetas del Sistema Solar hasta las galaxias m¨¢s lejanas, lo que tiene una complicaci¨®n t¨¦cnica mucho mayor. Sin olvidar la que tal vez sea la disciplina estrella de la fotograf¨ªa cient¨ªfica: la fotograf¨ªa de alta velocidad, mediante la cual se pueden detener fen¨®menos que suceden en un instante. Monje ha conseguido detener a una dosmillon¨¦sima de segundo, en una imagen, un bal¨ªn en el muy preciso momento en el que iba a atravesar una cartulina. Como si la estuviera besando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.