La acampada secesionista de la plaza Sant Jaume enfrenta a Torra y Colau

Una treintena de personas llevan desde el 11 de septiembre acampados en la plaza de Sant Jaume de Barcelona frente a la Generalitat. Pretenden seguir all¨ª hasta ¡°que se haga efectiva la rep¨²blica catalana¡±. La protesta ha contado con el apoyo y la felicitaci¨®n del president Torra, pero al realizarse en la v¨ªa p¨²blica es responsabilidad del Ayuntamiento. Las ordenanzas barcelonesas son claras y no permiten acampar en el espacio p¨²blico. El dilema con el que se enfrenta Colau es que el viernes comienzan las fiestas de la Merc¨¨ y el protocolo de seguridad hace incompatible la acampada con el escenario de la fiesta situado en Sant Jaume. Si los acampados no abandonan el lugar, Colau tendr¨¢ que recurrir a la Urbana para desalojar la zona.

Decenas de personas iniciaron una acampada en la plaza Sant Jaume la tarde de la pasada Diada minutos despu¨¦s de que la manifestaci¨®n de la izquierda independentista anticapitalista recorriera el centro de Barcelona.

Tan solo unas horas despu¨¦s de la ocupaci¨®n ¡ªal principio discreta¡ª, la misma ma?ana del 12 de septiembre el president Quim Torra baj¨® de su coche oficial y anim¨® y felicit¨® a los concentrados por la iniciativa. Despu¨¦s de Torra fueron otros miembros del gobierno ¡ªla consejera de Justicia, Ester Capella, el consejero de Trabajo, Chakir el Homrani, y la consejera de Agricultura, Teresa Jord¨¤¡ª los que animaron a los manifestantes a continuar con la protesta.

El domingo, los autodenominados Comit¨¦s de Defensa de la Rep¨²blica (CDR) evitaron que una manifestaci¨®n a favor del espa?ol en las escuelas catalanas accediera a la plaza Sant Jaume. Los acampados se convirtieron en el centro de la contramanifestaci¨®n independentista orquestada para boicotear la protesta contra la escuela catalana. Los campistas comenzaron a crecer en n¨²mero. Fueron apoyados por pol¨ªticos y aplaudidos por decenas de simpatizantes de las formaciones secesionistas. La acampada lleg¨® hasta la mitad de la plaza. Seg¨²n algunos de los integrantes de la protesta, la iniciativa coincide perfectamente con el llamamiento que realiz¨® este fin de semana el propio Torra cuando emplaz¨® a los catalanes a ¡°encender pac¨ªficamente, democr¨¢ticamente, no violentamente¡± Catalu?a en las pr¨®ximas semanas y meses.

La acampada se ha hecho tan grande que se ha convertido en un problema para aquellos que no la alentaron: el equipo de gobierno de Ada Colau. El departamento de Interior aseguraba ayer que la acampada no es competencia de la Generalitat ya que, seg¨²n una portavoz, ¡°no es una manifestaci¨®n sino una protesta que se ha extendido durante varios d¨ªas ocupando la v¨ªa p¨²blica de la ciudad de Barcelona¡±.

El Ayuntamiento se encuentra con la responsabilidad de gestionar una ocupaci¨®n que, ente otros, ha alentado el propio Torra. Acampar en la v¨ªa p¨²blica en la capital catalana supone una infracci¨®n de las ordenanzas municipales y es sancionable con una multa de hasta 500 euros.

Fuentes cercanas al equipo de Colau descartan, por el momento, sancionar a los acampados pero lamentan que se encuentran ante un verdadero dilema. Las fiestas de la Merc¨¨ comienzan el viernes y la plaza Sant Jaume es uno de los escenarios principales de la celebraci¨®n. La Guardia Urbana desalojar¨¢ la acampada en los pr¨®ximos d¨ªas ampar¨¢ndose en que la protesta representan un riesgo para la seguridad de los que participen en la fiesta mayor de Barcelona.

No es la primera ocasi¨®n que la Urbana desaloja una acampada de este tipo. El pasado 18 de abril, los agentes obligaron a marcharse de plaza Catalu?a a decenas de personas que llevaban m¨¢s de 70 d¨ªas acampados exigiendo la presidencia de la Generalitat para Carles Puigdemont. El desalojo fue fundamentado en los motivos de seguridad: en aquella ocasi¨®n la Diada de Sant Jordi.