El 25% de los ¨¢rboles de Madrid son viejos, no arraigan o est¨¢n enfermos
El Ayuntamiento pone en marcha Server, un servicio de inspecci¨®n del arbolado para analizar 545.000 ejemplares en cuatro a?os para prevenir riesgos
Madrid tiene un problema, que no es menor: 545.000 ¨¢rboles son viejos, est¨¢n enfermos o pertenecen a especies que no se han adaptado a las condiciones de la ciudad. Entre ellos, el olmo siberiano y el arce negundo, que proliferan en los distritos de Moratalaz, Villaverde o Fuencarral-El Pardo. La proporci¨®n es alta porque la ciudad cuenta con algo m¨¢s de dos millones de ¨¢rboles en calles y parques. Miles de ellos se plantaron sobre todo en los a?os setenta por razones ornamentales. Y fue un error que ahora se conoce. Ya no se emplean en las nuevas plantaciones. El problema ha obligado al Ayuntamiento a implantar un servicio de inspecci¨®n, denominado Server, y a dedicar un presupuesto importante (30 millones) para su vigilancia y evitar riesgos para la poblaci¨®n.
¡°Estas especies ya no se emplean en nuevas plantaciones de la ciudad desde hace tiempo¡±, explica Antonio Morcillo, subdirector de zonas verdes y arbolado de Madrid, que reconoce que en los a?os setenta se empezaron a plantar en la capital de forma masiva. En total, hay 67.020 ejemplares de olmo siberiano repartidos por toda la ciudad. En Moratalaz, donde m¨¢s se han contado, hay 8.138 y en el distrito Centro, donde menos, hay 373, seg¨²n datos facilitados por el Ayuntamiento.
¡°Este ¨¢rbol crece mucho y muy deprisa, y eso puede parecer una virtud. Pero es incompatible con el propio desarrollo de la ciudad. Al final tienen ramas quebradizas y plagas, como la galeruca, que no afectan a la salud de las personas, pero que son molestas¡±. Esta especie, muy resistente al fr¨ªo, proviene de Siberia, aunque tambi¨¦n crece en Corea o en el norte de China.
Lo mismo sucede con el arce negundo, de origen estadounidense, con 33.860 ejemplares repartidos por toda la ciudad. ¡°No soporta bien los veranos calurosos, y en Madrid esa estaci¨®n es muy seca y muy calurosa. Se le cae la hoja por el estr¨¦s que sufre. Crece de forma desestructurada, y el tronco muchas veces se raja¡±, analiza Morcillo. En este caso, Villa de Vallecas es el distrito con m¨¢s ejemplares, con 3.880, mientras Chamber¨ª tiene solo 93.
¡°Es verdad que durante estos a?os ha primado lo estrictamente ornamental y de f¨¢cil mantenimiento¡±, explica Morcillo. En los a?os setenta, tras la ¨¦poca del desarrollismo en el extrarradio madrile?o, se empez¨® a sembrar sin ning¨²n criterio ecosist¨¦mico. ¡°Se primaba m¨¢s la cantidad que la calidad¡±, cuenta. ¡°En algunas ocasiones la densidad con la que se ha plantado ha sido excesiva. Los ¨¢rboles son seres vivos que crecen y se desarrollan. Y lo hacen en ciudad, con pavimento por abajo y cables y edificios por arriba. Por ejemplo, hemos retirado algunos ejemplares en el Paseo de la Castellana donde hab¨ªa mucha densidad de ¨¢rboles y ni se nota¡±.
Especializaci¨®n
Morcillo, adem¨¢s, a?ade una raz¨®n m¨¢s que se ha detectado en zonas ajardinadas. ¡°Los ¨¢rboles que se desarrollan en praderas o c¨¦spedes que se riegan, tienen el agua a disposici¨®n en las capas superficiales del suelo y, por lo tanto, no se ven obligados a desarrollar ra¨ªces profundas. Esto provoca que sean m¨¢s susceptibles a volcar¡±, reconoce.
Santiago L¨®pez, secretario sindical de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, prefiere centrarse en otras causas para explicar el problema de la ca¨ªda de los ¨¢rboles, raz¨®n por la que el Ayuntamiento ha puesto en marcha Server, un servicio con 21 inspectores. Cada uno de ellos deber¨¢ analizar, para cumplir con los plazos fijados, casi 26.000 ejemplares en cuatro a?os, alrededor de 18 al d¨ªa. L¨®pez cree que este trabajo podr¨ªa haberse ahorrado, entre otras cosas, con la especializaci¨®n del personal de jardiner¨ªa. Adem¨¢s, apunta a los efectos negativos que provocan las obras en el pavimento urbano, como las zanjas, que ocasionan da?os en las ra¨ªces de los ¨¢rboles, algo que se percibe con el tiempo.
El sindicalista critica adem¨¢s que el Gobierno municipal destine 30 millones de euros a contratar empresas privadas, como las que forman Server (Acciona, El Ejidillo Viveros y Tecnigral). ¡°Hace dos a?os se invirtieron 80 millones para controlar el arbolado viario. Ahora otros 30 en contratos integrales que el pr¨®ximo gobierno, en mayo, va a tener que asumir. Es un derroche ingente de dinero cuando lo que hay que hacer es contratar a personal municipal especializado para el mantenimiento diario del arbolado¡±.
Fuentes del Ayuntamiento aseguran que los contratos integrales ¡°est¨¢n muy blindados¡± y tienen muy poco margen de maniobra, aunque la concejala de Medio Ambiente, In¨¦s Saban¨¦s, ¡°va a intentar, a trav¨¦s de la modificaci¨®n de tres art¨ªculos de la ordenanza que regula las zonas verdes, abrir la puerta a nuevos contratos municipales¡± para poder contar con m¨¢s jardineros y personal en general.
Ecologistas en Acci¨®n pone el foco tambi¨¦n, como Morcillo, en la herencia paisaj¨ªstica. ¡°Antes se plantaba de forma desordenada¡±, explica Juan Garc¨ªa Vicente, integrante de la asociaci¨®n ecologista y participante de la Mesa del ?rbol, un ¨®rgano consultivo creado en 2015 compuesto por expertos y en el que se analiza la situaci¨®n del espacio verde madrile?o. ¡°Antes, los ¨¢rboles serv¨ªan para dar frutos o para dar madera. Era un elemento de producci¨®n y se hac¨ªan podas muy severas. En la jardiner¨ªa no hab¨ªa preparaci¨®n, se trabajaba con criterios que proven¨ªan de la agricultura. Ahora, 40 a?os despu¨¦s, hay muchos ¨¢rboles que est¨¢n da?ados o incluso huecos por dentro. Poco a poco tenemos que ir mejorando en esto¡±, analiza.
Investigaci¨®n y desarrollo
Y es que plantar ¨¢rboles ya no es una decisi¨®n caprichosa del edil de turno. Requiere un mayor conocimiento del que hasta ahora se ha manejado para evitar riesgos de accidentes por el envejecimiento y la debilidad de los ¨¢rboles, pero tambi¨¦n para conseguir que estos funcionen correctamente en sociedad desde el punto de vista de sus funciones ecol¨®gicas o ecosist¨¦micas, es decir, teniendo en cuenta al cambio clim¨¢tico o la calidad del aire, problemas con los que hay que lidiar hoy en d¨ªa. Todo esto tiene una consecuencia en diferentes partes del mundo: las zonas verdes en las ciudades requieren ya de I+D para poner en valor el conocimiento adquirido. No es lo mismo plantar una especie que otra en seg¨²n qu¨¦ ciudad, ya que, por ejemplo, la cantidad de agua que cada ¨¢rbol demandar¨¢ ser¨¢ diferente o la capacidad que tenga como filtro de contaminaci¨®n o de absorci¨®n de CO2 tambi¨¦n diferir¨¢. Tambi¨¦n hay que tener en cuenta el tipo de hojas de cada ¨¢rbol, ya que el efecto en el descenso de temperaturas ser¨¢ uno u otro, y en Madrid, con un clima caluroso en verano, es un factor importante.
El Ayuntamiento incide en que ha hecho un plan de infraestructuras verdes y biodiversidad, que espera que est¨¦ implantado completamente en 2030. ¡°Ha sido un enorme trabajo de evaluaci¨®n de la ciudad, de identificaci¨®n de necesidades y de propuesta de soluciones y criterios para conseguir una ciudad m¨¢s verde y adaptada al cambio clim¨¢tico, m¨¢s resistente al efecto isla de calor¡±, explican.
Sin embargo, el Consistorio no cuenta por ahora con una oficina que se encargue de la biodiversidad, que trabaje con programas que permitan conocer m¨¢s a fondo el mundo del arbolado y que desarrolle varias l¨ªneas de investigaci¨®n, como s¨ª trabajan ayuntamientos de otras grandes ciudades como Barcelona. El plan de infraestructuras verdes por ahora es ¡°un proyecto con medidas a corto, medio y largo plazo¡±, explican desde el ¨¢rea de Medio Ambiente de la capital. ¡°Y ya se trabaja con esos criterios de I+D¡±.
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