El zoo de Barcelona pierde 180.000 visitantes en dos a?os

El zoo de Barcelona no cerrar¨¢. La decisi¨®n la tom¨® el gobierno de la alcaldesa Ada Colau en abril de 2017 tras hacer suyas las conclusiones de un grupo de trabajo en el que estaban representadas entidades de todo tipo. Entre ellas, animalistas partidarios de clausurar el zoo. Se apost¨® por dejar el parque en la Ciutadella y se encarg¨® al bi¨®logo Antoni Alarc¨®n la direcci¨®n. La exhibici¨®n de animales ¡°porque s¨ª¡± dejaba de ser una prioridad.Cambio de paradigma. Alarc¨®n sabe que queda mucho trabajo para que el p¨²blico olvide las jaulas del siglo XX. Adem¨¢s, cuenta con un lastre: las visitas han ca¨ªdo en picado.

En 2015, 1.049.376 personas visitaron el parque. En 2016 fueron 1.007.343 y el pasado 2017, 870.370 (casi 180.000 menos en dos a?os). Tambi¨¦n han ca¨ªdo dr¨¢sticamente los miembros del ZooClub y los participantes en casales educativos. Un descenso que no hace peligrar el futuro de la instalaci¨®n porque el Consistorio entiende que ¡°hay un cambio de paradigma¡±. El pasado marzo, Alarc¨®n hizo p¨²blica su hoja de ruta hasta 2031. El parque apuesta por convertirse en un referente de la conservaci¨®n, la investigaci¨®n y la divulgaci¨®n animal.

Las especies pasar¨¢n de 300 a 200 priorizando la fauna aut¨®ctona. Conforme la vejez vaya poniendo fin a sus vidas, los elefantes, los camellos o los canguros desaparecer¨¢n del zoo. En definitiva, todas aquellas especies no aut¨®ctonas que no est¨¦n amenazadas en estado salvaje, no tendr¨¢n cabida en el parque. Llegar¨¢n otras como el lince ib¨¦rico. De hecho, algunos, como el trit¨®n del Montseny o la nutria del Bes¨°s, ya han llegado.

La hoja de ruta marca una inversi¨®n hasta 2031 de m¨¢s de 64 millones de euros, de los que el 50% se dedicar¨¢n a modificar las instalaciones de los animales. La apuesta est¨¢ hecha. La filosof¨ªa parece propia del siglo XXI, pero no acaba de resultar atractiva y los resultados econ¨®micos son los que son. Entrar al zoo cuesta para los adultos 21,40 euros y 12,95 para los ni?os. La tarifa del ZooClub que permite entrar al parque todo el a?o a las familias cuesta 94 euros.

Con estos precios, los ingresos del parque se han reducido de doce millones de euros a diez millones en s¨®lo dos a?os. En 2015 hab¨ªa 94.434 miembros del club; en 2016, 102.879 y el pasado a?o, 78.765. Otro de los ingresos que recibe el parque y que a la vez sirve para concienciar a los m¨¢s peque?os son los casales educativos. En 2015 tuvieron 1.002 participantes; en 2016 fueron 964; y el pasado a?o, 895.

El director apunta que la ca¨ªda de visitantes se debe a varios factores. En primer lugar, a una pol¨ªtica de repartir menos invitaciones gratuitas. Pero a?ade: ¡°Ha habido muchas campa?as desde entidades animalistas contrarias al zoo que, sin decir siempre la verdad, han hecho da?o¡±. Con todo, intenta evitar las excusas: ¡°La sociedad ha cambiado y est¨¢ preocupada por el bienestar animal y precisamente eso es lo que tenemos que comunicar¡±. Alarc¨®n defiende que el zoo realiza m¨¢s de 200 proyectos de conservaci¨®n e investigaci¨®n. ¡°El zoo sale del zoo. En pocos a?os hemos invertido m¨¢s de dos millones de euros en becas de investigaci¨®n y proyectos¡±.

Durante la ¨¦poca en que la alcald¨ªa la presid¨ªa Joan Clos se anunci¨® que se trasladar¨ªa el parque al Vall¨¨s y se frenaron las inversiones. ¡°Tambi¨¦n hemos tenido obras que se han cronificado, lo que hac¨ªa m¨¢s complicada la visita¡±, a?ade el director. ¡°Mi idea es cambiar tanto el concepto de zoo que me encantar¨ªa incluso transformar el nombre por el de Centro de Conservaci¨®n de la Diversidad. El objetivo es cambiar el chip de la ciudadan¨ªa y hacer entender que el parque es un beneficio para la sociedad conservando y salvaguardando la evoluci¨®n del planeta¡±, defiende.