La Rep¨²blica de los diez d¨ªas
La Revuelta de Ilinden de 1903 pretendi¨® liberar Macedonia del poder otomano. Fue un fracaso
La noche del 2 de agosto de 1903 se desat¨® en la provincia otomana de Manastir lo que se conoci¨® como Revuelta de Ilinden (ilinden significa ¡°d¨ªa de San El¨ªas¡±), una insurrecci¨®n armada que persegu¨ªa liberar a la regi¨®n de Macedonia del poder otomano. En su arranque, la revuelta tuvo un ¨¦xito inesperado: los rebeldes ocuparon la poblaci¨®n de Kru?evo ¡ª50 km al norte de la actual Bitola¡ª y proclamaron la llamada Rep¨²blica de Kru?evo. En pocos d¨ªas, constituyeron una asamblea republicana y un gobierno provisional. Ambos ¨®rganos pretend¨ªan reflejar la pluralidad ¨¦tnica de la poblaci¨®n, que siguiendo el enfoque otomano se expresaba m¨¢s en t¨¦rminos religiosos que nacionales: un tercio de sus miembros eran ¡°griegos¡± (adeptos del Patriarca de Constantinopla), un tercio eran ¡°b¨²lgaros¡± (adeptos del Exarcado b¨²lgaro), y un tercio eran ¡°rumanos¡± (valacos adeptos de la iglesia rumana). Pretend¨ªan reflejarla hasta cierto punto, porque la revuelta ten¨ªa un sesgo netamente cristiano y en ninguno de esos ¨®rganos estaba representada la numerosa poblaci¨®n musulmana de la provincia.
La tradici¨®n dice que los rebeldes publicaron el llamado Manifiesto de Kru?evo, donde llamaban a los ¡°hermanos¡± musulmanes a no oponerse a la Rep¨²blica, en tanto la revuelta se dirig¨ªa contra la ¡°tiran¨ªa del Sult¨¢n¡± y no contra ¡°los turcos¡± de la provincia, a los que no se pretend¨ªa hacer da?o alguno. Esa era la teor¨ªa; como cuenta Julian Allan Brooks en su tesis doctoral, ¡°la violencia sectaria pronto estall¨® en las ¨¢reas controladas por los rebeldes cuando los campesinos eslavos se vengaron de los terratenientes otomanos y grupos incontrolados se dedicaron a saquear casas tanto de musulmanes como de fieles del Patriarcado griego¡±. A decir verdad, no podemos decir que perseguir a los musulmanes fuera una novedad en la regi¨®n. Justin McCarthy ha documentado muy bien en su libro Death and exile la limpieza ¨¦tnica sufrida por los musulmanes otomanos desde la independencia de Grecia en 1821 hasta el fin de la guerra greco-turca en 1922. En resumidas cuentas: a pesar de los llamamientos a la fraternidad revolucionaria, Ilinden no fue el alzamiento de todo el pueblo macedonio contra el Sult¨¢n otomano sino un movimiento puramente eslavo ¡ªcon una cierta implicaci¨®n valaca¡ª y de signo finalmente antimusulm¨¢n.
Rememorarla permite meditar sobre los factores que explican el ¨¦xito o fracaso de los procesos de secesi¨®n respecto a estados percibidos como opresores
La Rep¨²blica de Kru?evo dur¨® exactamente 10 d¨ªas. Las fuerzas otomanas ¡ªnum¨¦ricamente superiores y mejor equipadas¡ª reaccionaron r¨¢pidamente y retomaron Kru?evo. El l¨ªder rebelde Nikola Karev logr¨® huir a la vecina Bulgaria, pero el territorio de su fracasada Rep¨²blica sufri¨® la desproporcionada reacci¨®n del poder otomano. En pocos d¨ªas 200 aldeas fueron arrasadas y bandas de milicias musulmanas locales saquearon a discreci¨®n. Se calcula que m¨¢s de 9.000 hogares fueron destruidos, miles de personas fueron asesinadas y varias decenas de miles huyeron despavoridas de la zona.
?Por qu¨¦ fracas¨® la Rep¨²blica de Kru?evo? Duncan Perry considera que en el aspecto militar la revuelta estaba condenada al fracaso: los l¨ªderes ¡°eran maestros ¡ªintelectuales¡ª imbuidos de idealismo y con un programa militar nacido de la ingenuidad¡±. Por otra parte, se dio la circunstancia de que el grueso de la poblaci¨®n campesina no se uni¨® a la revuelta que te¨®ricamente estaba dise?ada para poner fin a su opresi¨®n. Y tampoco podemos olvidar la rivalidad entre las distintas facciones cristianas que supuestamente hab¨ªan de combatir la tiran¨ªa otomana como un solo hombre. A esta precariedad interna se uni¨® un factor decisivo: la ausencia de apoyo internacional. Las potencias de desentendieron del asunto y asistieron impert¨¦rritas al aplastamiento de la revuelta. El primer ministro brit¨¢nico James Balfour lleg¨® a decir en el New York Times que los rebeldes macedonios eran m¨¢s culpables que los turcos, e incluso insinu¨® que los macedonios hab¨ªan forzado la violencia para provocar una intervenci¨®n europea. Ni siquiera Bulgaria ¡ªque ten¨ªa confesadas aspiraciones territoriales sobre Macedonia¡ª ayud¨® a la joven Rep¨²blica de Kru?evo.
115 a?os despu¨¦s, en Kru?evo todav¨ªa puede visitarse el memorial de la Revuelta de Ilinden, un discutible ejemplo de la grandilocuente arquitectura yugoslava para asuntos patri¨®ticos. Tambi¨¦n est¨¢ en Kru?evo el peque?o museo instalado en el mismo edificio donde se proclam¨® la Rep¨²blica en 1903. Y la casa familiar del acomodado Nikola Karev. Pero dejando de lado estos recuerdos f¨ªsicos de la revuelta, rememorarla ahora puede ser una buena ocasi¨®n para meditar sobre algunos factores que pueden contribuir a explicar el ¨¦xito o el fracaso de los procesos de secesi¨®n respecto a estados percibidos como opresores.
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