El audiolibro, a¨²n en el pr¨®logo
Los retos de la nueva ventana lectora, desde aspectos t¨¦cnicos a los derechos de autor, marcan la primera jornada de Liber
Correcto: el audiolibro es hacia donde se dirigen las caravanas de editores en la conquista de una nueva ventana de lectores, atra¨ªdos por el oro que han empezado a encontrar ah¨ª los pioneros anglosajones y alemanes desde la mina del m¨®vil. Pero ese subsector, al menos en Espa?a, se mueve a¨²n bastante en la din¨¢mica prueba-error, en un contexto muy incipiente. As¨ª puede deducirse de las nada menos que tres sesiones del foro de debates profesionales que sobre el tema acogi¨® ayer la feria Liber ya en su primera jornada en el recinto Gran Via de Fira de Barcelona.
¡°Al principio, hace pocos a?os, vend¨ª 12 traducciones de mis autores para audiolibros y ahora me arrepiento¡±, se sincer¨® Blanca Rosa Roca, fundadora de Roca Editorial y quiz¨¢ paradigma de los sellos independientes que se enfrentan a un fen¨®meno cuya inversi¨®n es costosa: pasar un volumen de unas 300 p¨¢ginas, sin muchas dramatizaciones extras, oscila entre 3.000 y 4.000 euros. En esa l¨ªnea, una sesi¨®n despu¨¦s, enlazaban y alertaban al alim¨®n Silvia Clemares, de la potente plataforma de lectura digital y audiolibros Kobo, y Luis Collado, directivo de Google, que ofrece los audiolibros por Google Play (100.000 t¨ªtulos para 45 pa¨ªses): ¡°Se est¨¢n repitiendo algunos pasos que se dieron con el e-book y existe el peligro de que los editores pierdan la gesti¨®n de su cat¨¢logo en esta ventana¡±, resumi¨® la primera. ¡°La adquisici¨®n de derechos es uno de los grandes retos que tenemos los editores porque megaplataformas como Google o Audible [propiedad de Amazon] o como Storytel [firma sueca implantada en 15 mercados] compran derechos por su cuenta¡±, constata Ir¨ªa ?lvarez, directora de desarrollo de negocio on line del grupo Penguin Random House. ¡°Los editores deben vigilar porque en muchos casos venden los derechos a una sola tienda. ?Y el resto de tiendas?¡±, alerta Clemares.
Los escritores se jubilan mejor en Francia y Portugal
Si el audiolibro est¨¢ en proceso de consolidarse, lo que s¨ª qued¨® claro tambi¨¦n en Liber es que el trato que los vecinos Portugal y Francia y una decena larga m¨¢s de pa¨ªses europeos dan a sus escritores jubilados, permiti¨¦ndoles compatibilizar el cobro de la pensi¨®n y los derechos de autor, a diferencia de Espa?a. ¡°Todos los rendimientos derivados de la actividad intelectual deber¨ªan tener su propia identificaci¨®n en la declaraci¨®n de la renta, puesto que no se trata de rendimientos del trabajo o de actividades econ¨®micas, tal y como est¨¢ configurado ahora¡±, asegur¨® Manuel Rico, presidente de la Asociaci¨®n Colegial de Escritores (ACE), entidad que, conjuntamente con el Centro Espa?ol de Derechos Reprogr¨¢ficos (CEDRO), organiz¨® una mesa redonda sobre las pensiones y los derechos de autor de los escritores en la Uni¨®n Europea.
Rico tambi¨¦n afirm¨® que los escritores ¡°se sienten c¨®modos¡± con una de las propuestas del informe del Estatuto del Artista, aprobado ya por el Congreso de los Diputados, en el que se prev¨¦ la posibilidad de la plena compatibilidad, siempre y cuando los autores coticen un porcentaje a la Seguridad Social por las actividades que les generen sus derechos de autor. Rico fij¨® esa cantidad entre un 8 % y un 10 %¡±, am¨¦n de la retenci¨®n l¨®gica del Impuesto sobre la Renta por la actividad. Propuso asimismo que ¡°todos los rendimientos derivados de la actividad intelectual tengan su casilla, su propia identificaci¨®n, en la declaraci¨®n de la renta¡±.
La sombra pragm¨¢tica la puso Jos¨¦ Jorge Letria, presidente de la Sociedade Portuguesa de Autores, que, como presidente asimismo de los del comit¨¦ europe que agrupa a estas entidades, alert¨® de la ¡°actitud m¨¢s agresiva, menos dialogante y menos solidaria para con la creaci¨®n que est¨¢n teniendo los poderes pol¨ªticos en toda Europa¡±. Un peligro m¨¢s sutil fue el que dibuj¨® Marie Sellier, presidenta de la francesa Soci¨¦t¨¦ des Gens de Lettres: ¡°En Francia, los escritores gozan de prestigio, s¨ª, pero su situaci¨®n es muy dif¨ªcil porque se publican 200 libros cada d¨ªa y, en ese contexto, los derechos de autor son dif¨ªciles de lograr: el 40 % de los autores profesionales ganan menos del salario m¨ªnimo interprofesional y el 90 % de los autores en general no llegan tampoco a ese list¨®n y trabajan en otra cosa¡±.
Todo se cuestiona porque el campo a¨²n est¨¢ verde. En Alemania, el audiolibro representa el 4,3 % de la facturaci¨®n del sector editorial; en Inglaterra, el 4 %; en Espa?a¡ justo el 0,5 %. En espa?ol, se calcula (no hay cifras oficiales), que la oferta es de algo m¨¢s de 4.000 t¨ªtulos. ¡°Un cat¨¢logo insuficiente¡±, fija Collado, que, contrariamente a lo que ocurri¨® con el libro electr¨®nico, detecta que ¡°se venden m¨¢s en M¨¦xico que en Espa?a, por contagio de los h¨¢bitos de sus vecinos del norte; en el resto de Latinoam¨¦rica, la cosa va m¨¢s despacio¡±. Sobre el usuario y sus gustos, empiezan a despejarse t¨®picos y dudas, aunque es a¨²n pronto para dibujarlo. Seg¨²n Matteo Cocco, responsable de contenidos de Storytel, que coincide con Clemares y Collado, hay bastante coincidencia entre los topseller en papel y audiolibro, si bien los de crecimiento personal y profesional tienen mucho auge en Am¨¦rica Latina; en Espa?a tira un poco m¨¢s la ficci¨®n, con hincapi¨¦ en la novela negra. Lo que m¨¢s anima a todos es que, por el momento, parece que el usuario de audiolibros no fagocita al lector de papel o e-book: mayormente, amplia las bases de no lectores (gente joven, gracias al m¨®vil). En cualquier caso, hay dudas hasta en c¨®mo trasladar las obras t¨¦cnicamente (algunas empresas tienen incluso estand en Liber): ¡°Hay que ser cautelosos, deben hacerlo profesionales, aunque algunos autores quieran hacerlo ellos mismos: se trata de no distraer al oyente, respetando su imaginaci¨®n y siendo cien por cien fiel al texto original; los autores acostumbran a no pedir demasiadas dramatizaciones¡±, fija Eva G¨¹ell, responsable de los audiolibros en el Grupo Planeta.
Las incertezas prosiguen con los contratos: ¡°Estamos siendo indulgentes para poder desarrollar el audiolibro, pero hay l¨ªneas rojas; hay que introducir cl¨¢usulas de reversi¨®n para cuando se consolide este mercado¡±, avisa Pau Centellas, de la Agencia Literaria S¨ªlvia Bastos. Y, ante tanta divisi¨®n en la propuesta comercial (venta unitaria, suscripci¨®n, minutos acumulados...), Maribel Luque, de la Agencia Carmen Balcells, hizo notar que el peligro para los autores de ¡°unos ingresos diluidos en una masa informe de ventanas¡±.
Nadie tampoco, ya en los pasillos, ten¨ªa demasiado claro si la rebaja anunciada el pasado martes por la Uni¨®n Europea del IVA de los e-books ser¨¢ aplicable a los audiolibros. As¨ª est¨¢ la cosa.
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