Nos gobiernan los activistas

A un a?o de los grav¨ªsimos sucesos de septiembre y octubre de 2017, y de la rid¨ªcula ¡°declaraci¨®n de independencia¡±, la pol¨ªtica catalana est¨¢ bloqueada y confusa: contradicciones en el seno del independentismo, desuni¨®n en la oposici¨®n, mal funcionamiento de las instituciones, des¨®rdenes en las calles y deterioro de la convivencia social. Con un Gobierno de la Generalitat dirigido por activistas irresponsables, que no por pol¨ªticos serios, el caos y la confusi¨®n, como no puede ser de otra manera, son la nota dominante. Si repasamos algunos rasgos de la situaci¨®n actual quiz¨¢s podremos aclararnos un poco.

En primer lugar, y no es un detalle menor, ignoramos qui¨¦n manda en la Generalitat: ?Puigdemont? ?Torra? ?El Govern de la Pla?a de Sant Jaume? ?El grupo de Waterloo? Ah¨ª nadie se aclara. El espect¨¢culo alcanza, a veces, el esperpento. La tensi¨®n entre el PDCat y ERC es evidente desde hace meses y se han recrudecido en las ¨²ltimas semanas. Ahora mismo, mientras escribo este art¨ªculo, est¨¢n reunidos de urgencia Torrent y Torra por un grave desacuerdo entre ellos. La dignidad institucional cae por los suelos ante tanta desfachatez: ?qu¨¦ hace el presidente (sic) del ejecutivo negociando con el presidente de la c¨¢mara a la vista de todo el mundo, sin disimular siquiera?

Por otro lado, las luchas internas dentro de los ex-convergentes muestran una importante fractura: Puigdemont y los suyos van por un lado y el aparato del partido por otro. Adem¨¢s, ?alguien se cree que ERC es moderada? Quiz¨¢s ahora, desde el punto de vista t¨¢ctico, y con su l¨ªder procesado y en la c¨¢rcel, as¨ª lo parece, pero ERC siempre ha pretendido la independencia, en eso ha sido consecuente, y es iluso pensar que haya cambiado de estrategia.

En segundo lugar, est¨¢ la agitaci¨®n en la calle. Cu¨¢ndo en el invierno de 2012, sectores de CiU y de ERC, m¨¢s nacionalistas que iban por libre, crearon la Assemblea Nacional de Catalunya, ?sab¨ªan lo que estaban haciendo? ?No se imaginaban que en un momento dado se har¨ªan con el control del Govern de la Generalitat y dirigir¨ªan, sin plan alguno, el proc¨¦s que estaba a punto de iniciarse? ?No sab¨ªan que la revoluci¨®n, como Saturno, devora a sus propios hijos?

Artur Mas se dej¨® llevar por este movimiento ac¨¦falo cuando convoc¨® elecciones poco despu¨¦s, a fines de 2012, e inici¨® sin ninguna estrategia razonable lo que est¨¢ culminando en un puro desastre para todos. Puigdemont y Torra encarnan el esp¨ªritu an¨¢rquico de aquellos momentos, y la CUP, los CDR, Arran y lo que se quiera a?adir, son consecuencia de aquella iniciativa de 2012.

¡°La calle es nuestra¡± proclaman ahora. No s¨¦ si saben que algo muy parecido, exactamente ¡°la calle es m¨ªa¡±, es lo que dijo Fraga Iribarne tras una tr¨¢gica revuelta antifranquista en Vitoria cuando fue ministro de la Gobernaci¨®n con Arias Navarro presidente del Gobierno. En eso son casi igualitos, deber¨ªan enterarse. Y digo casi porque a Fraga Iribarne nunca se le ocurri¨® ocupar mediante la violencia el Parlamento.

En tercer lugar podr¨ªamos a?adir otros rasgos de la presente situaci¨®n. Las diferencias entre los mossos profesionales y sus mandos pol¨ªticos es muy grave. Claro, si Torra dice a los que ocupan la calle, ¡°apretar, hac¨¦is bien en apretar¡±, el autor intelectual del intento de asalto al Parlamento, entre otras refriegas des estos d¨ªas, ya sabemos quien es: el responsable m¨¢ximo del Govern. ?O quiz¨¢s no? Quiz¨¢s el presidente legal obedece ¨®rdenes del presidente ¡°leg¨ªtimo¡± que reside en B¨¦lgica. Todo es kafkiano, un gran disparate. Rid¨ªculo si no fuera tr¨¢gico. Y no dejemos pasar algo que no es un mero detalle: esta semana han sido detenidos y puestos a disposici¨®n judicial el presidente de la Diputaci¨®n de Lleida y 24 personas m¨¢s, todos ellos relacionados con los casos Palau de la M¨²sica y 3%. La corrupci¨®n tambi¨¦n tiene mucho que ver con el proc¨¦s, quiz¨¢s es su tel¨®n de fondo: por eso quieren controlar a los jueces.

Nos gobiernan los activistas. El callej¨®n no tiene salida, y seguir¨¢ sin tenerla, mientras los que nos han llevado a donde estamos no rectifiquen. Y nos han llevado adonde estamos Converg¨¨ncia (a punto de cambiar de nombre otra vez) y Esquerra. Nadie m¨¢s, no invoquemos a un apagado nacionalismo espa?ol.

Rebobinen, digan que se han equivocado y busquen otros caminos. Mientras sigan por donde van solo encontrar¨¢n el rid¨ªculo y la c¨¢rcel.