Junqueras desplaza a la prisi¨®n de Lledoners el centro pol¨ªtico de Catalu?a
El presidente de ERC intensifica su actividad pol¨ªtica ante la debilidad del Govern de Torra y la l¨ªnea dura de Puigdemont
A la plaza de Sant Jaume de Barcelona, sede de la Generalitat y del Ayuntamiento, le ha salido un fuerte rival como centro de la vida pol¨ªtica catalana. Con un Govern en precario y presidido por Quim Torra, que se autodefine como presidente ¡°provisional¡±, los pol¨ªticos presos en la c¨¢rcel de Lledoners (Barcelona) por la causa del proc¨¦s han adquirido los ¨²ltimos meses un protagonismo inusitado y de entre ellos destaca el presidente de ERC, Oriol Junqueras, que ha multiplicado su actividad para intentar llevar el independentismo a posiciones m¨¢s pragm¨¢ticas, contrarrestando as¨ª la l¨ªnea dura de Carles Puigdemont.
Junqueras, con el resto de exmiembros del gobierno catal¨¢n encarcelados, fueron trasladados a centros penitenciarios catalanes la primera semana de julio. Los hombres escogieron la prisi¨®n de Lledoners, un centro moderno y de tama?o mediano considerado ¡°poco conflictivo¡±. Todos comparten m¨®dulo, el n¨²mero dos. Las reuniones son constantes y Junqueras las aprovecha para intentar mantener el liderazgo de su partido, Esquerra Republicana, al tiempo que trata de virar el discurso m¨¢s exaltado de hace un a?o hacia posiciones m¨¢s pragm¨¢ticas que, en muchas ocasiones, son dif¨ªciles de entender para unas bases independentistas a las que se hab¨ªa intentado convencer de que la Rep¨²blica catalana era ya un hecho.
¡°Oriol tiene claro que Catalu?a no solo no se ha independizado sino que el problema pol¨ªtico no se resolver¨¢ en un a?o; que esto va para largo¡±, explica Sergi Sol, estrecho colaborador de Junqueras y que est¨¢ ultimando un libro sobre el encarcelamiento del ex vicepresidente de la Generalitat.
M¨¢s all¨¢ de sus correligionarios han visitado a Junqueras pol¨ªticos de amplio espectro. Entre ellos destaca el lehendakari I?igo Urkullu, que acudi¨® a Lledoners el 14 de agosto para entrevistarse con ¨¦l. El gesto no fue balad¨ª y esta visita despert¨® cierto malestar en el otro polo del independentismo, el que lidera Carles Puigdemont. ¡°Aprovechando la visita a Junqueras, Urkullu deber¨ªa haber visitado al resto de presos¡±, dijo la vicepresidenta del PDeCAT, M¨ªriam Nogueras. Urkullu, que intent¨® sin ¨¦xito frenar la proclamaci¨®n de la independencia el pasado 27 de octubre, busc¨® con esta entrevista con Junqueras, cuyo contenido no ha trascendido, dar cierto espaldarazo a quienes ahora defienden posiciones m¨¢s templadas dentro del secesionismo, por m¨¢s que Junqueras sea considerado el gran responsable de presionar a Carles Puigdemont para que, en lugar de convocar elecciones proclamase la independencia.
Adem¨¢s de Urkullu han visitado a Junqueras pol¨ªticos como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el dirigente de Esquerra Unida Joan Josep Nuet y pol¨ªticos nacionalistas vascos como Joseba Azk¨¢rraga o Jon I?arritu, de Bildu. El mensaje de Junqueras, sobre todo las ¨²ltimas semanas es muy concreto y se basa en tres cuestiones. La primera: El independentismo hizo un gran acto de fuerza con la consulta del 1 de octubre del a?o pasado, pero no basta con el 47% de los votos para independizarse, y menos cuando los contrarios a ello est¨¢n altamente movilizados e irritados por la situaci¨®n, lo que ejemplifica con el hecho de que Ciudadanos ganase las elecciones catalanas del a?o pasado. En segundo lugar, llama a la ¡°no confrontaci¨®n¡±, ya que, seg¨²n su entorno, est¨¢ altamente preocupado por los conatos de violencia que han emergido en las ¨²ltimas manifestaciones, de diferente signo, en Catalu?a. Su tercera preocupaci¨®n es la unidad de su partido, Esquerra. Teme que su encarcelamiento, que considera que ¡°va para largo¡± junto al hecho de que la secretaria general, Marta Rovira, est¨¦ en Suiza para evitar la acci¨®n de la justicia espa?ola, minen las posibilidades del partido.
"Sigue mandando"
Junqueras, que ser¨¢ candidato de ERC a las europeas, ha querido dejar claro las ¨²ltimas semanas que, como dice un dirigente republicano, ¡°sigue mandando, y mucho¡±. Son suyas las decisiones de situar a Ernest Maragall como candidato a la alcald¨ªa de Barcelona o el plante de ERC ante Junts per Catalunya para que Carles Puigdemont no tenga un tratamiento preferencial en el Parlamento catal¨¢n respecto a otros diputados suspendidos por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. Estos movimientos han aumentado la tensi¨®n entre los dos grandes partidos independentistas, enzarzados ya en una disputa electoral para ver quien acabar¨¢ teniendo el liderazgo del movimiento, hoy escorado hacia Puigdemont y su sector. En cualquier caso, Junqueras pide desmarcarse del expresidente: ¡°no teng¨¢is miedo a decir la verdad, no tenemos ninguna rep¨²blica; lo que hay que hacer es poner las luces largas y trabajar a largo plazo¡±, suele repetir.
El objetivo de Junqueras ahora es que el nuevo discurso de ERC cuaje entre las bases y que ello le d¨¦ el liderazgo del movimiento, que estos ¨²ltimos meses ha quedado en manos de los sectores m¨¢s radicales de la ANC y de Junts per Catalunya. En invierno llegar¨¢ el juicio del proc¨¦s y, despu¨¦s, en funci¨®n de la sentencia otras elecciones catalanas. Esos comicios ser¨¢n el gran medidor de los apoyos independentistas.
Acusaciones de trato de favor
La intensa actividad pol¨ªtica de Junqueras dentro de la c¨¢rcel no ha pasado desapercibida y ha levantado algunas ampollas, especialmente en los partidos de la oposici¨®n. El PP ha denunciado reiteradamente un supuesto ¡°trato de favor¡± por el r¨¦gimen de visitas de los pol¨ªticos encarcelados, algo que la Generalitat niega. El Gobierno catal¨¢n, responsable de la pol¨ªtica penitenciaria, defiende que los presos de
proc¨¦s
no tienen privilegio alguno. ?C¨®mo se explica pues el flujo de visitas que reciben? ?Se lo tolerar¨ªan a cualquier otro preso? La clave es que la inmensa mayor¨ªa de visitas que recibe Junqueras y sus compa?eros son consideradas ¡°institucionales¡±, esto es, de cargos p¨²blicos que, por ley tienen derecho a entrar en las c¨¢rceles y verse con quien quieran, sean altos cargos o diputados. Los abogados tambi¨¦n tienen acceso ilimitado. En el caso de Junqueras son tantos los cargos que piden hora que ha tenido que poner alg¨²n freno, relatan fuentes pr¨®ximas al dirigente. El resultado es que el
exvicepresident
dedica a las reuniones todo el tiempo que le queda libre fuera de las horas que tiene que estar encerrado en la celda o los horarios de las comidas, que son inamovibles.
Un portavoz del departamento de Justicia del Gobierno catal¨¢n asegura que todos los presos reciben igual trato y que Junqueras, como el resto, tiene derecho, adem¨¢s de las visitas privadas semanales, a un total de siete llamadas a la semana de ocho minutos cada una. Y todos ellos tienen hasta diez n¨²meros autorizados por la direcci¨®n del centro. Otra cosa es quien responda a las llamadas al otro lado. No es raro que comunicaciones con la familia incluyan breves conversaciones con algunos de sus colaboradores.
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