La par¨¢lisis se cronifica en Catalu?a un a?o despu¨¦s del 1-O
La divisi¨®n entre el independentismo marca la legislatura
El pleno del Parlament tiene previsto volver a reunirse esta semana, tras un lapso de m¨¢s de 70 d¨ªas, para el Debate de Pol¨ªtica General. La mayor¨ªa independentista ha mantenido bloqueada la C¨¢mara catalana durante todo este tiempo por desacuerdos sobre c¨®mo afrontar la suspensi¨®n de Carles Puigdemont y el resto de diputados procesados por un supuesto delito de rebeli¨®n y malversaci¨®n. El hemiciclo vac¨ªo durante m¨¢s de 10 semanas es la viva imagen de la par¨¢lisis que se ha apoderado de las instituciones catalanas un a?o despu¨¦s del la consulta del 1 de octubre de 2017, declarada ilegal por el Tribunal Constitucional, y que deriv¨® en la suspensi¨®n del autogobierno, el encarcelamiento o fuga de buena parte del Govern y unas elecciones anticipadas que poco o nada clarificaron el panorama pol¨ªtico. Y nada indica que el desbloqueo est¨¦ cerca.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha optado por un estilo de gobierno que consiste en exacerbar el simbolismo a favor de los pol¨ªticos presos. Insiste en que ¡°el mandato del 1-O¡± es el sustento de su Govern, pero ante la imposibilidad de hacer efectiva la rep¨²blica se resigna a gestionar la autonom¨ªa asegurando que ello tambi¨¦n es ¡°hacer rep¨²blica¡±. De esta forma, intenta combinar asuntos como el traspaso de los trenes de Cercan¨ªas con un inconcreto proceso constituyente.
A Torra no le interesa matar al padre y se limita a ejercer como jefe de un Ejecutivo provisional a la espera de un improbable retorno de Puigdemont, que sigue moviendo los hilos de la Generalitat y la pol¨ªtica catalana desde su morada de Waterloo (B¨¦lgica). Prueba de ello es que Torra lleva toda la semana dedicado a conmemorar los acontecimientos del pasado 1 de octubre en una agenda que ma?ana culminar¨¢ con una reuni¨®n de todo su gabinete ni m¨¢s ni menos que en Sant Juli¨¤ de Ramis (Girona), el pueblo del expresident y desde el cual, en directo por la televisi¨®n catalana, se pudieron ver los detalles de las cargas policiales con las que el Gobierno del PP intent¨® frenar la votaci¨®n.
¡°Ya nadie espera nada de la Generalitat¡±, se queja amargamente una importante alcaldesa catalana inc¨®moda con la actual situaci¨®n pol¨ªtica en Catalu?a pero tambi¨¦n con la falta de iniciativa a todos los niveles que est¨¢ exhibiendo la Generalitat. ¡°El Govern hasta ha acudido a nosotros para pedirnos mantas para atender a los menores inmigrantes indocumentados que llegan en masa cada semana... ?ni mantas han previsto!¡±.
Un vida legislativa bajo m¨ªnimos
El desacuerdo entre el expresidente Carles Puigdemont y Esquerra se vive con fuerza en la C¨¢mara catalana. Algo que impacta directamente en la vida legislativa. Hasta el momento solo se han aprobado dos normas: una reforma para permitir la investidura telem¨¢tica y una moratoria sobre el conocimiento de la segunda lengua en la Universidad.
La aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n, consecuencia del 1-O y de la declaraci¨®n pol¨ªtica de la rep¨²blica, implic¨® disolver la C¨¢mara. Tras el 21-D, la din¨¢mica parlamentaria ha estado marcada por la rivalidad entre los grupos de Junts per Catalunya y el republicano. El ¨²ltimo desencuentro, por la suspensi¨®n de los seis diputados procesados por rebeli¨®n y malversaci¨®n por el Tribunal Supremo. La falta de acuerdo ha hecho que desde el 19 de julio no haya plenos.
Junts per Catalunya defend¨ªa una soluci¨®n a la medida de Puigdemont mientras que ERC respondi¨® que no pod¨ªa haber diputados de primera y de segunda. Los socios de Govern, por primera vez, se tiraron los trastos por la cabeza en p¨²blico y se acusaron mutuamente de mentirosos.
La semana pasada, en teor¨ªa, llegaron a un pacto para la suspensi¨®n, que fuentes jur¨ªdicas consideran que no se adecua a lo que pide el Supremo. Puigdemont se vio obligado a ceder en sus pretensiones y hubo una ¨²nica soluci¨®n para todos. Sin embargo, un dictamen mal redactado deja en el aire la posibilidad de llegar a un acuerdo, plantea un eventual bloqueo al debate de pol¨ªtica general que comienza en teor¨ªa el martes y obliga a que la CUP se avenga a apoyar la propuesta. Un recuerdo m¨¢s al independentismo de que su mayor¨ªa es d¨¦bil.
La falta de cintura para abordar la crisis de los menores inmigrantes ¡ªacompa?ada de quejas constantes porque el Gobierno central no permite que la Generalitat acoja a miles de refugiados pese a estar ¡°preparados¡±¡ª es solo un ejemplo de que la par¨¢lisis provocada por el proc¨¦s y por el empe?o de Puigdemont en mantener su influencia.
La situaci¨®n de provisionalidad de la radio y televisi¨®n p¨²blica de la Generalitat es otra consecuencia directa. Todos los miembros de la Corporaci¨®n Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) tienen vencido su mandato y no hay un calendario para renovarlos por las resistencias del expresident y su entorno a ceder m¨¢s poder a sus socios de Gobierno de Esquerra Republicana.
La econom¨ªa tambi¨¦n env¨ªa se?ales preocupantes. En el primer semestre del a?o la inversi¨®n extranjera en Catalu?a ha ca¨ªdo un 41% frente al incremento del 1,3% del conjunto de Espa?a seg¨²n datos del Ministerio de Industria. La primera comunidad espa?ola en n¨²mero de turistas tampoco exhibe buenos indicadores y el sector asegura que ello no se explica solo por el baj¨®n generalizado del turismo de sol y playa de los ¨²ltimos meses. El proc¨¦s ha influido, y no poco seg¨²n el gremio de hoteleros de Barcelona, en que la facturaci¨®n de sus establecimientos haya bajado un 14% este verano.
¡°Legislatura perdida¡±
?¡°Vamos a una legislatura perdida¡±, admite un alto cargo del Gobierno catal¨¢n alineado en las filas de ERC, partido que lucha pero no consigue, al menos de momento, capitanear el d¨ªa a d¨ªa de la Generalitat. Torra no solo no esconde, sino que exhibe sin pudor que es Puigdemont quien manda. Sus reuniones v¨ªa Skype son constantes y cuando no habla con Puigdemont se re¨²ne con los exconsejeros presos que tambi¨¦n marcan a su manera el d¨ªa a d¨ªa de la pol¨ªtica catalana. ¡°Se hace m¨¢s pol¨ªtica dentro de la prisi¨®n de Lledoners que en el Palau de la Generalitat¡±, admite este alto cargo.
El ¨²nico remez¨®n en sobre el tablero ha sido el cambio de Gobierno en La Moncloa. La apertura del di¨¢logo entre el Ejecutivo central y el de la Generalitat ya empieza a dar sus primeros frutos, en forma de compromisos econ¨®micos por 1.400 millones de euros por cuatro a?os, los recursos que estaban comprometidos en el Estatut de Autonom¨ªa y que nunca hab¨ªan sido pagados. El silencio con el que Junts per Catalunya recibi¨® esta noticia ¡ªfue el vicepresidente, el republicano Pere Aragon¨¨s, quien llev¨® la rienda de las negociaciones con Hacienda la semana pasada¡ª da una muestra del distanciamiento entre ambos socios.
La cercan¨ªa a las elecciones municipales y europeas tambi¨¦n ha comenzado a agrietar unas relaciones ya de por s¨ª maltrechas. La lucha por la hegemon¨ªa del independentismo y la decisi¨®n de Puigdemont de crear una formaci¨®n panindependentista ¡ªla Crida¡ª tiene atado de manos al PDeCAT, cuyos votos son vitales para el Gobierno de Pedro S¨¢nchez. Fuentes de Junts per Catalunya y de Esquerra se acusan mutuamente de electoralismo y de deso¨ªr el clamor de entidades soberanistas como la Asamblea Nacional Catalana, que piden unidad de acci¨®n.
Las elecciones europeas son, de cierta manera, la cita electoral en que tendr¨ªa m¨¢s sentido que el independentismo uniera fuerzas para tener una voz unitaria en Europa de cara a internacionalizar el conflicto. El anuncio ayer de los republicanos de ungir a Oriol Junqueras, en prisi¨®n preventiva y procesado por un supuesto delito de desobediencia, pone fin a esta posibilidad e implica que Esquerra comienza a tener la iniciativa. La gran prueba de fuego del Govern y el Parlament ser¨¢ abordar una incierta negociaci¨®n presupuestaria, en la que la CUP y los Comuns son, en teor¨ªa, los socios preferentes.
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