Los olvidados de Madrid

En Madrid, la desigualdad mata. Da igual que esta sea una de las regiones m¨¢s ricas del mundo. El 46% de los hogares tiene dificultades para llegar a fin de mes, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE). El 34% de las familias no puede afrontar gastos imprevistos. El 17% de la poblaci¨®n est¨¢ en riesgo de pobreza. El 8% no puede calentar su hogar. Y como consecuencia, dentro de la capital, que es una de las ciudades m¨¢s boyantes del planeta, los vecinos de los barrios del sur se mueren hasta tres a?os antes que los del norte. Los expertos tienen una palabra para eso: desigualdad. Sus v¨ªctimas emplean otras: miedo, desesperanza, incertidumbre, hambre.

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Causapi¨¦: ¡°Hay malestar en el sur¡±

Ana, Carlos, Sara y Ryan tienen historias muy diferentes, pero en ellas hay elementos en com¨²n. Son todos vecinos del distrito de Vic¨¢lvaro, una zona donde la esperanza de vida media es dos a?os inferior a la de otros distritos del norte, como Barajas o Chamart¨ªn. Vic¨¢lvaro tambi¨¦n tiene el mayor porcentaje de parados sin prestaci¨®n social de la capital, y el relato de estos vecinos revela que las dificultades econ¨®micas marcan a fuego la calidad de su vida. El paro, los n¨²meros rojos, la enfermedad, el hambre, la posibilidad de perder su hogar y el miedo al futuro alimentan sus preocupaciones.

"Hemos llegado a a?adir agua a la leche para darle de comer a nuestros hijos", lamentan Ryan y Sara, que tienen tres ni?os peque?os. Llegaron a Madrid desde Marruecos hace 16 a?os y vivieron un desahucio hace dos. Ahora residen en un piso protegido, pero con miedo a perderlo cada tres meses.

"En invierno llegamos a tener encendida la calefacci¨®n una vez a la semana. Solo un ratito, porque se dispara la factura", tercia Carlos, que trabaj¨® durante a?os en el sector de la seguridad, est¨¢ en paro, y ahora vive con su madre.

"Sin trabajo tienes que ahorrar en todo: comprar menos frutas y menos carne, y las ayudas no son suficientes (para compensarlo)", remata Ana. "Cada a?o mejoran las calles del distrito, pero tienen que mejorar la vida de las personas. ?Qu¨¦ me importa a m¨ª si las aceras son m¨¢s anchas o no?", lamenta esta vecina de Vic¨¢lvaro "de toda la vida", que vive con 500 euros al mes.

Todos tienen palabras duras para el Ayuntamiento de la capital y para el Gobierno de la Comunidad. Y todos prefieren usar nombres ficticios por miedo a las supuestas "represalias" de los servicios sociales. De ellos dependen para cobrar la renta m¨ªnima de inserci¨®n, una ayuda de entre 400 y 700 euros mensuales, en funci¨®n del tama?o de la familia, de la que se benefician 25.859 personas. Ana dice que un error administrativo le cost¨® no percibirla durante dos meses. Estuvo a punto de perder el piso, todo su presente y gran parte de su futuro. "?Qu¨¦ quieren, que vaya a robar?", se pregunta.

Frontera geogr¨¢fica y vital

Ese interrogante resume la desesperaci¨®n de una parte de la poblaci¨®n madrile?a, a la que no ha llegado la bonanza de la que disfruta el resto. En 2017, la Comunidad registr¨® el mejor PIB por habitante de Espa?a: 33.809 euros, una cifra 35,2% superior a la media, que fue de 24.999 euros. Madrid tambi¨¦n est¨¢ por debajo de la media nacional en casi todos los indicadores que alertan a los gestores sobre la pobreza y las dificultades de sus ciudadanos. Y en ninguna otra regi¨®n de Europa se vive tanto tiempo (85,2 a?os, seg¨²n Eurostat) como en esta.

Sin embargo, una frontera invisible recorre la Comunidad, separando a los ciudadanos. A veces es geogr¨¢fica: el norte rico frente al sur pobre. En ocasiones es de infraestructuras, servicios e ingresos: dependiendo del barrio de la capital en el que uno viva, puede llegar a morirse hasta tres a?os antes que en las zonas mejor dotadas. Siempre es dram¨¢tica: en una regi¨®n boyante, que lidera la econom¨ªa espa?ola y la inversi¨®n extranjera, se multiplican los proyectos vitales cancelados por la falta de recursos.

"En la capital, hay unas diferencias brutales. Y en la Comunidad de Madrid no tiene nada que ver el norte con el sur", fotograf¨ªa Eva L¨®pez Sim¨®n, de UGT. "Es el nivel econ¨®mico, el educativo, la alimentaci¨®n, el estilo de vida saludable, la sanidad", razona para explicar el 20,6% de tasa de riesgo de pobreza o exclusi¨®n que registra la regi¨®n, donde el 21,4% de las personas no puede permitirse ir de vacaciones una vez al a?o y el 7% se ha retrasado en alg¨²n momento en el pago de la hipoteca o la cuota de la comunidad de vecinos. "Al final, es un tema econ¨®mico y laboral: zona con mucho paro y zona con nivel econ¨®mico m¨¢s alto".

"Los barrios del sur son bastante m¨¢s vulnerables que los del norte", coinciden sobre la capital los profesores Roberto Losada y Rub¨¦n S¨¢nchez Medero, de la Universidad Carlos III, que analizan el desequilibrio territorial a trav¨¦s de la inteligencia artificial. "Los factores m¨¢s determinantes son la renta media del hogar y la tasa media de paro entre los mayores de 45 a?os".

La Comunidad y el Ayuntamiento

Para combatir esas desigualdades, la Comunidad ha incrementado el presupuesto de pol¨ªticas sociales un 26% en lo que va de legislatura, alcanzando los 1.729 millones. La Administraci¨®n destina 120 millones a becas y ayudas al estudio; m¨¢s de 33 a convenios con las entidades locales que se encargan de la atenci¨®n social primaria; y otros 30 a financiar proyectos de acogida e integraci¨®n de 151.117 personas en situaciones de vulnerabilidad.

"El Gobierno de la Comunidad combate la pobreza y la exclusi¨®n social promoviendo las condiciones econ¨®micas necesarias para que se generen m¨¢s oportunidades de trabajo; protegiendo el acceso y la calidad de los servicios p¨²blicos esenciales, la educaci¨®n y la sanidad; y estableciendo mecanismos de protecci¨®n social", argumenta un portavoz regional, que recuerda que el Ejecutivo de ?ngel Garrido ha entregado 2.400 viviendas sociales en lo que va de legislatura, que ha impulsado un bono social para rebajar el recibo del agua a quienes cobren una pensi¨®n de viudedad inferior a los 1.000 euros, y que ha promovido un programa de reducci¨®n de rentas de alquiler social del que se benefician 8.000 familias al a?o.

El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, asegura que durante este mandato ha presupuestado un 24% m¨¢s de fondos para los distritos vulnerables que hace cuatro a?os, aunque la oposici¨®n habla de baja ejecuci¨®n del gasto. Asimismo, el equipo de Manuela Carmena subraya la puesta en marcha de pol¨ªticas de reequilibrio territorial y los nuevos programas de cuidado, como la creaci¨®n de los equipos de actuaci¨®n distrital, que se consolidar¨¢n: "Tenemos en Usera, Villaverde, Carabanchel, Latina, Vic¨¢lvaro, Moratalaz, Retiro, Ciudad Lineal, Barajas y San Blas- Canillejas, y en Vallecas tienen el Vallecas Labora. Reforzaremos la presencia en estos distritos vulnerables", explican fuentes municipales.

Detr¨¢s de esos fr¨ªos datos hay personas. Hombres, mujeres, ni?os. Familias que dependen de la pensi¨®n de los abuelos para subsistir. Gente que no podr¨ªa salir adelante sin las ayudas de la Administraci¨®n. Afectados por la desigualdad con nombres y apellidos, como Julio.

"Hoy ten¨ªa que estar haciendo un curso como carretillero, de mozo de almac¨¦n. No pude ir porque no tengo dinero para coger el autob¨²s", cuenta este dominicano afincado en Espa?a desde hace m¨¢s de un decenio. "No tengo con qu¨¦ comprar el bono, mucho menos los 4 euros diarios que ten¨ªa que gastar durante un mes y medio para ir", a?ade este peluquero residente en la capital. "Estamos viviendo mis dos hermanas, una sobrina y yo ape?aditos, porque el piso tiene dos habitaciones y hay que alquilar una" cuenta. "Hace mucho tiempo que no veo un filete. Y del pescado, la cabeza. Como arrocito. Alubia pinta. Cosas baratas de marca blanca para que rindan los cinco euros que podemos gastarnos. Lo importante es no dejarse morir de hambre".