El s¨ªntoma Cospedal
Que la exministra rechace ser candidata en Madrid refleja las dificultades de Casado para encontrar aspirantes potentes
Mar¨ªa Dolores de Cospedal ¡°nunca¡± ha querido ser la candidata del PP a la alcald¨ªa de Madrid, una posibilidad que ¡°no existe¡±. El duro comunicado con el que la exministra de Defensa clausur¨® ayer cualquier debate sobre sus supuestas aspiraciones madrile?as sirvi¨® tambi¨¦n como s¨ªntoma de los problemas que afronta la formaci¨®n de Pablo Casado para encontrar candidatos de renombre. El PP tiene en Madrid el coraz¨®n de su proyecto. El resultado que obtenga la formaci¨®n conservadora en la regi¨®n servir¨¢ para medir las posibilidades de Casado en las pr¨®ximas elecciones generales. Y el l¨ªder deshoja la margarita de las candidaturas para la capital y el gobierno regional sumido en las dudas: busca un golpe de efecto, pero el riesgo de protagonizar una derrota dificulta que convenza a algunos de los nombres m¨¢s potentes del PP.
Cospedal no quiere ser candidata del PP en Madrid. La exvicepresidenta Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa ¡ªya retirada de la pol¨ªtica¡ª, tampoco. Y el economista Manuel Pizarro, la exministra Isabel Garc¨ªa Tejerina o el exportavoz gubernamental I?igo M¨¦ndez de Vigo no se ven en una pelea a la que solo, quiz¨¢s, podr¨ªa alistarles una petici¨®n expl¨ªcita de Casado.
En sus decisiones subyacen razonamientos parecidos. Tras gobernar 23 a?os en la Comunidad de Madrid, el PP se arriesga a perder el poder. La complicad¨ªsima reconquista de la capital pasar¨¢ necesariamente por una alianza con Ciudadanos que se entremezclar¨¢ con las negociaciones entre los dos partidos a escala nacional. Y la competencia de pesos pesados de la pol¨ªtica como Manuela Carmena, ??igo Errej¨®n o ?ngel Gabilondo, y de aspirantes bregados como Bego?a Villac¨ªs e Ignacio Aguado, ha convertido a Madrid en un ring despiadado. Los tiempos en los que la marca del PP garantizaba la victoria son historia. Ya no hay una Esperanza Aguirre ni una Cristina Cifuentes que activen a las bases con su simple presencia. Y los politicos con galones que le quedan al PP saben que presentarse por Madrid ya no supone pasearse por una alfombra roja: nadie puede garantizarles un triunfo.
En consecuencia, las negativas preventivas se acumulan al mismo ritmo que se suman los rumores lanzados a modo de globo sonda ¡ªRafael Hernando, Andrea Levy, Javier Maroto o Rafael Catal¨¢¡ª y las propuestas de aspirantes que no convencen del todo a la direcci¨®n nacional ¡ªel presidente regional, ?ngel Garrido; el portavoz municipal, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida; y el alcalde de Boadilla, Antonio Mart¨ªnez Terol¡ª.
La tensi¨®n creada por esas corrientes opuestas amenaza con afectar a los delicados equilibrios internos del PP. La direcci¨®n nacional ha intentado resolver ese conflicto en potencia con una serie de encuestas que no han arrojado resultados concluyentes: ning¨²n candidato es lo suficientemente conocido, ni aporta por s¨ª mismo un n¨²mero suficiente de votos, como para que sea la elecci¨®n evidente. As¨ª, el descuento hacia el anuncio oficial de las candidaturas, que deber¨ªa ser despu¨¦s de las elecciones andaluzas del 2 de diciembre, se est¨¢ viviendo como una aut¨¦ntica tortura en el partido.
Todo qued¨® reflejado el martes, durante el almuerzo que mantuvo Casado con los principales l¨ªderes territoriales del PP. El presidente del Senado, P¨ªo Garc¨ªa-Escudero, que tambi¨¦n dirige de forma temporal al partido en la Comunidad de Madrid, tom¨® la palabra. Rodeado de algunos nombres tot¨¦micos de la formaci¨®n, urgi¨® a Casado a nominar a los candidatos del PP cuanto antes. Su tono, seg¨²n fuentes presentes en el c¨®nclave, fue conciliador y constructivo. El mensaje, precisan, tuvo un car¨¢cter general, y no estuvo exclusivamente centrado en Madrid. Al tiempo, actu¨® como la llamada de un despertador. Si el PP opta en Madrid por candidatos sin peso especifico, necesitar¨¢n tiempo para darse a conocer y para labrar un relato que les permita defender sus opciones, seg¨²n coinciden pol¨ªticos de la formaci¨®n de todos los niveles.
El partido asume que Casado tendr¨¢ que protagonizar la campa?a sea quien sea el candidato. Y el presidente apura el reloj en busca de nombres ¡ªdel PP o independientes¡ª que le permitan dar un golpe de efecto. Casado siempre defendi¨® que la historia electoral demuestra que Madrid acepta las nominaciones de ¨²ltima hora ¡ªcomo la de Carmena, en 2015¡ª y que no exige ADN madrile?o a los cabezas de lista ¡ª como ocurri¨® con los exalcaldes Juan Barranco y Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, nacidos en Ja¨¦n y Sevilla, respectivamente; o el expresidente Joaqu¨ªn Leguina, de Cantabria¡ª. Eso le permite mantener todas las opciones abiertas hasta despu¨¦s de las elecciones andaluzas.
Entonces, tendr¨¢ que mirar de frente al problema: con las urnas de esa Comunidad como term¨®metro de la pujanza de su proyecto, tendr¨¢ que anunciar qui¨¦n defiende las siglas del PP en las elecciones m¨¢s competidas de la historia de la regi¨®n.
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