Otra estrategia para los sintecho

Si circulamos por una autopista y vemos un accidente de tr¨¢fico, probablemente llamaremos a los servicios de emergencia para que socorran lo m¨¢s pronto posible a las v¨ªctimas. Pocas personas dudar¨¢n y, a¨²n menos, siendo conscientes de que no hacerlo implica delito penal. No preguntaremos si ha bebido demasiado, ni si iba demasiado deprisa, ni si conduc¨ªa imprudentemente. Llamaremos a los servicios de emergencia y har¨¢n lo posible por salvar las vidas que est¨¦n en peligro. Las preguntas sobre las causas se har¨¢n cuando la vida ya est¨¦ a salvo.

?Y si vemos a una persona durmiendo en la calle? Err¨®neamente no tendremos la sensaci¨®n de que corra peligro alguno. Seguiremos nuestro paso sin caer en la cuenta de que su situaci¨®n puede acortar la vida 20 a?os. Tampoco hay delito de omisi¨®n del socorro en este caso. Si nos preguntamos por las causas, es posible que nos vengan respuestas llenas de prejuicios: seguro que bebe demasiado, o que le han ofrecido ayuda y no la quiere... Obviaremos que la persona no est¨¢ en la calle porque quiera, sino porque no tiene una casa donde ir.

A finales de 2015, el Gobierno aprob¨® la Estrategia Nacional Integral para Personas Sin Hogar 2015-2020. Han pasado casi tres a?os y solo tenemos un documento con unas propuestas interesantes y cero euros de presupuesto. Con el Gobierno anterior se realizaron una serie de reuniones que no consiguieron activar la estrategia. El Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, con un presupuesto de 1.443 millones de euros, tampoco contiene ni un gui?o para las personas que duermen en la calle. A d¨ªa de hoy, con el nuevo Gobierno, de momento no hay ning¨²n movimiento al respecto que sea p¨²blico.

En Catalu?a, antes de fin de a?o se deber¨ªa presentar una Estrategia Integral para el Abordaje del Sinhogarismo. Significar¨ªa la continuaci¨®n del Modelo de Atenci¨®n a Personas Sin Hogar redactado en el a?o 2010, que acab¨® en un caj¨®n y del que nunca m¨¢s se supo. En esta nueva estrategia se han coordinado los departamentos de Territorio y de Asuntos Sociales, entidades sociales y municipios. Habr¨¢ que esperar a ver el resultado final que, aunque seguramente ser¨¢ un paso t¨ªmido, esperemos que sea el primero de muchos otros.

Teniendo en cuenta el n¨²mero de personas que duermen en la calle en los municipios m¨¢s peque?os, conseguir que nadie tenga que sufrir esta situaci¨®n ser¨ªa perfectamente posible. Pero el miedo al ¡°efecto llamada¡± paraliza cualquier paso en este buen sentido. As¨ª que, actualmente, la estrategia en algunos municipios consiste en proponer y enviar a las personas que viven en la calle a municipios m¨¢s grandes. Por eso, cada vez m¨¢s las capitales tienen m¨¢s ciudadanos y ciudadanas durmiendo en la calle y van desbordados. Me atrever¨ªa a decir que hasta cierto punto, err¨®neamente, han tirado la toalla. Son m¨¢s grandes y tienen m¨¢s pobreza pero tienen much¨ªsimos m¨¢s recursos que inexcusablemente no destinan a reducir el n¨²mero de personas que viven en la calle.

En Barcelona, por ejemplo, cada noche duermen en la calle unas mil personas y los recuentos hechos entre los a?os 2015 y 2018 no indican una tendencia a la baja. La propuesta del Plan de Lucha contra el Sinhogarismo 2016-2020 a¨²n no ha ampliado los cien pisos para las personas sin hogar que promet¨ªa. De todas formas, cien pisos para mil personas viviendo en la calle es del todo insuficiente. El Ayuntamiento explica que est¨¢ preparando unas 4.500 viviendas ¡°asequibles¡± y ser¨ªa un paso muy importante reservar un contingente especial para las personas que viven en la calle. Es un error que la capital catalana siga apostando por albergues o soluciones que est¨¢n muy lejos de lo que las personas necesitan.

El panorama no da para optimismo. Miles de personas duermen cada d¨ªa en las calles de muchas ciudades europeas, las administraciones p¨²blicas est¨¢n centradas en c¨®mo superar las siguientes elecciones (sean cuando sean) y todav¨ªa quedan mitos y prejuicios que debemos vencer como ciudadan¨ªa. Demasiado camino por hacer, pero no debe haber ninguna duda de que una persona no duerme en la calle porque quiera, una persona duerme en la calle porque no tiene un piso donde ir a dormir. Hay soluciones definitivas, y tambi¨¦n temporales, que hay que implementar ya.

Ferran Busquets es director de la Fundaci¨®n Arrels