La mujer sin sombra
En el mundo hay dos clases de ciudades, aquellas que tienen y aquellas otras que no tienen teatros de ¨®pera
Suele dar la cara al inicio de las representaciones, enfrentando los problemas con oficio dominado y distancia germ¨¢nica. Pero se va a ir, acaso en busca de su sombra. Christina Scheppelmann dejar¨¢ la direcci¨®n art¨ªstica del Liceu en diciembre del a?o que viene. Lleg¨® en 2014, despu¨¦s de la marcha a Madrid de Joan Matabosch, extraordinario y a?orado profesional, para continuar la gesti¨®n de a?os duros, de producciones sostenibles ante un p¨²blico mayor cuya noci¨®n b¨¢sica segu¨ªa siendo que la historia de la ¨®pera debi¨® de finalizar en alg¨²n momento entre la muerte de Giacomo Puccini, en 1924, y la de Richard Strauss, en 1949.
No es as¨ª y Frau Scheppelmann habr¨¢ seguido apoyando, casi tanto como Joan Matabosch, obras de autores contempor¨¢neos m¨¢s que considerables. Este trajo al compositor brit¨¢nico George Benjamin y al dramaturgo Mart¨ªn Crimp. Su ¨®pera Written on Skin (Escrito sobre piel) llegar¨ªa a Barcelona en marzo de 2016, en una versi¨®n econ¨®mica, de concierto, semiescenificada. Barbara Hannigan, soprano y directora de orquesta canadiense, una hidra descomunal, dominaba la escena en esta historia de amor, opresi¨®n y muerte. La Barcelona nost¨¢lgica de Caball¨¦ es compatible con la ansiosa de Hannigan, se enriquecen mutuamente y, en medio, cabe casi todo lo valioso, antiguo y moderno. La tragedia del Muchacho contratado por el Rico Protector para ilustrar un pergamino y que se enamora de Agn¨¨s, mujer de su amo, se inspira en la leyenda ap¨®crifa del trovador Guilhem de Cabestany. Al final el amo mata al joven y hace comer su coraz¨®n a la mujer quien se suicida tras saber qu¨¦ ha hecho.
Volver¨¢n dentro de dos a?os, en 2021, sombra recobrada de una Scheppelmann ausente y echada de menos. Entonces ustedes podr¨¢n ver Lessons on Love and Violence, tambi¨¦n de Benjamin y Crimp. Casi repiten la historia, aqu¨ª la relaci¨®n entre el Rey Eduardo II y su favorito y amante Piers Gaveston, asesinado al cabo por los nobles de la corte.
Esta temporada, a partir del 9 de febrero, no se pierdan L'enigma di Lea, de Benet Casablancas y Rafael Argullol, con puesta en escena de Carme Portacelli, estreno mundial de una historia sobre la secreta posesi¨®n de Dios.
Scheppelmann ha navegado entre las ¨®peras de repertorio y las del siglo XXI, es decir, entre la gente mayor que se acostumbr¨® a escuchar ¨®pera en microsurcos y cd roms y la m¨¢s joven que prima crecientemente la producci¨®n y la representaci¨®n teatrales. El Liceu est¨¢ hoy a cargo de Salvador Alemany, un empresario nacido en el Raval, y de Valent¨ª Oviedo, un gestor probado de equipamientos culturales. Est¨¢n haciendo cosas que urg¨ªan desde hac¨ªa a?os, como ofrecer preestrenos por un pu?ado de euros a los aficionados menores de 35 a?os. Para ellos se ha programado una Tosca a finales de la primavera pr¨®xima. Floria Tosca, siempre truculenta, frasea como nadie y vivi¨® del arte, cuando nosotros, comunes mortales, solo lo amamos. Nunca descarten a una buena Tosca, candelabro en mano y habiendo hecho por ella justicia, en defensa propia, un derecho b¨¢sico y detestado por los fil¨®sofos totales.
En el mundo hay dos clases de ciudades, aquellas que tienen y aquellas otras que no tienen teatros de ¨®pera, m¨¢quinas impagables de dar trabajo a centenares de personas maestras en docenas de oficios. Un teatro l¨ªrico irradia calidad, pues, a poco que la programaci¨®n ayude, nada est¨¢ acabado y muerto en ¨¦l, todo fluye, que solo los m¨¢s grandes ¡ªcomo Richard Wagner¡ª consiguen detener el tiempo mismo y que salgas de Parsifal o de Trist¨¢n pregunt¨¢ndote por qu¨¦ ha concluido la funci¨®n. Scheppelmann trajo la temporada pasada un "Trist¨¢n e Isolda" magn¨ªfico, producci¨®n de ?lex Oll¨¦, Isolda era Ir¨¦ne Theorin, soprano sueca muy querida.
Pero, de entre las ciudades con teatro l¨ªrico, las hay que han pasado por a?os de simpleza y subordinaci¨®n de la ¨®pera a su posesi¨®n por el poder pol¨ªtico. Mi antiguo y sabio rector Josep Maria Bricall ha recordado en sus memorias (Una certa dist¨¤ncia) la peque?ez encarnada por quienes cre¨ªan tal vez de buena fe que un teatro de ¨®pera habr¨ªa de ser antes nuestro que mejorado. No fue una buena idea, pero sobrevivimos a los peque?os un poco como pudimos. Frau Scheppelmann es hamburguesa, ha trabajado en Barcelona (dos veces), en San Francisco, en Washington, en Om¨¢n y puede que acabe haci¨¦ndolo en Par¨ªs. Esta profesional no se lo va a poner f¨¢cil a su sucesor. Suerte a ambos.
Pablo Salvador Coderch es Catedr¨¢tico de derecho civil de la Universitat Pompeu Fabra.
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