El festival de jazz echa a andar sobre percusiones cubanas

A la tercera va la vencida. Tras dos conatos de inauguraci¨®n (en el festival Grec y hace unas semanas en el Moll de la Fusta) el Festival de Jazz de Barcelona abri¨® definitivamente sus puertas de par en par el viernes con una sesi¨®n de gala en el Palau de la M¨²sica. Y a¨²n de m¨¢s gala fue porque este a?o se celebra la edici¨®n n¨²mero cincuenta del certamen y los promotores, l¨®gicamente, quisieron que se notara. Por delante quedan dos meses con apretado programa que incluye m¨¢s de setenta actividades de corte jazz¨ªstico o flamenco (ya que ¨²ltimamente el Festival de Jazz ha fagocitado al festival flamenco DeCaj¨®n!).

El ambiente en el hall del Palau era bullicioso, la alcaldesa y la consejera de Cultura no faltaron a la cita y hasta hubo su peque?o discurso de proleg¨®meno pero lo mejor de la noche sucedi¨® sobre el escenario y eso es lo mejor que puede ocurrir en una noche de inauguraci¨®n.

Desde hace algunos a?os Chucho Vald¨¦s es el padrino del festival, lo que significa tener un concierto asegurado en el programa. Y Chucho, que es perro viejo, cada a?o se inventa una historia diferente. La de este a?o fue sencillamente apasionante. En 1972, incluso antes de fundar Irakere, el pianista grab¨® un disco con el t¨ªtulo de Jazz Bat¨¢ en el que equiparaba su piano con las percusiones propias de la santer¨ªa. Cuarenta y seis a?os despu¨¦s ha retomado la idea reforzando la parcela r¨ªtmica a?adiendo a los tres t¨ªpicos tambores bat¨¢ otros dos sets de percusi¨®n latina. El resultado fue magn¨ªfico incluso en el aspecto visual ya que los tres percusionistas (con la ayuda del siempre expansivo contrabajista Yelsi Heredia) se montaron su propio espect¨¢culo de cantos y bailes levantando al p¨²blico de sus asientos.

Sobre una base r¨ªtmica s¨®lida y, sobre todo, colorista, el piano de Chucho pudo deambular a sus anchas sobre ritmos cubanos tradicionales m¨¢s o menos alterados a?adi¨¦ndoles su especial sabor jazz¨ªstico. No fue una noche para seducir con su habitualmente contundente toque pian¨ªstico, la seducci¨®n, mucha, llegaba de todo el conjunto presentado.

Vald¨¦s se trajo este a?o una propuesta sumamente atractiva. Un magn¨ªfico pr¨®logo a la catarata de jazz que se nos viene encima con nombres tan significativos como Berth Hart (7 de noviembre), Dave Liebman (10), Brad Mehldau (9), Bill Frisell (12) o Jos¨¦ Merc¨¦ con Tomatito (16).