Los ¡®comunes¡¯ se sumen en una agria crisis a medio a?o de las municipales
El partido de Colau sufre una implosi¨®n interna con la irrupci¨®n de una corriente soberanista que le acusa de traicionar sus valores
Catalunya en Com¨², el partido de Ada Colau, se ha sumido en una agria crisis a poco m¨¢s de medio a?o para las elecciones municipales y cuando est¨¢ en condiciones de tener un papel relevante en el Parlament por la p¨¦rdida de unidad del independentismo. Sin embargo, la confluencia ¡ªque se estrena en este mandato en la C¨¢mara¡ª, ha sufrido una implosi¨®n al irrumpir una corriente que reivindica el soberanismo y la recuperaci¨®n de los valores originales del partido. La crisis, que tiene diversos prismas, ha provocado incluso que sus miembros se insulten.
Partido opaco como todos y dirigido desde la sombra con mano de hierro por el entorno de la alcaldesa, la principal ventana al mundo de los comunes es el Parlament, desde donde trasluce la debilidad cainita tan consustancial a la izquierda. La portavoz del grupo parlamentario, Elisenda Alamany ¡ªdestituida hace meses como portavoz del partido¡ª y el diputado Joan Josep Nuet piden autocr¨ªtica y, desde la corriente Sobiranistes, piensan plantar cara a Colau. Su queja se centra en que el espacio ha traicionado sus or¨ªgenes al estar bajo el control de dos partidos ¡ªBarcelona en Com¨² e Iniciativa¡ª con ¡°pactos de despacho¡± y ¡°falta de pluralidad¡± y que en lugar de entroncar con el esp¨ªritu del 1 y el 3 de octubre se ha ladeado el soberanismo. Con la corriente simpatizan sectores de EUiA, de Desbordem, los anticapitalistas de Podem y exmiembros del equipo de Xavier Dom¨¨nech.
La direcci¨®n rechaza esa interpretaci¨®n, porque sostiene de carrerilla que se opuso a la aplicaci¨®n de art¨ªculo 155 ¡ªColau rompi¨® por ello con el PSC¡ª y que ha pedido la libertad de los ¡°presos y la vuelta de los exiliados¡±. El discurso es cierto, pero tambi¨¦n lo son los enormes titubeos de un espacio para apoyar el refer¨¦ndum del 1-O ¡ªlos afiliados votaron dos semanas antes participar con un 59% a favor y un 40% en contra¡ª que ahora reivindican.
La inc¨®gnita de Alamany en el Parlament
La corriente Sobiranistes se present¨® el martes y justo un d¨ªa antes fue destituido Marc Grau, del entorno de Alamany, como coordinador del grupo parlamentario. Alamany lo atribuy¨® directamente a represalias e invit¨® a quienes lo forzaron a explicar "sus miserias". El despido, sin embargo, solo puede ser efectivo si lo firma Jessica Albiach y la propia Alamany como portavoz. Si no lo hace, se arriesga a ser destituida de cargo. Nuet ha propuesto una soluci¨®n consensuada que pasar¨ªa por mantener a Grau como asesor y fichar a otro coordinador. La crisis ha estallado justo en el momento en que la debilitada mayor¨ªa independentista les necesita para poder aprobar los presupuestos. Noe Bail, nueva l¨ªder de Podem, se mostr¨® ayer a favor de dar estabilidad al Govern a condici¨®n de que las cuentas sean de car¨¢cter social.
En privado, miembros de la ejecutiva lamentaban desde hace meses que Alamany, cuando ejerc¨ªa de portavoz, daba un perfil excesivamente independentista que no se ajustaba al partido ni al de sus electores; niegan que los presos sean presos pol¨ªticos o critican que Nuet participara con la CUP en m¨ªtines a favor del 1-O. El grupo ha sufrido una involuci¨®n y, en el ¨²ltimo Debate de Pol¨ªtica General, propuso un refer¨¦ndum sin los apellidos que incluso reclamaba Joan Coscubiela, su antiguo l¨ªder parlamentario: pactado, vinculante y con reconocimiento internacional.
Los comunes no son una excepci¨®n y, por tanto, no son inmunes a las tensiones del proc¨¦s, que han afectado como una falla a la mayor¨ªa de partidos. En cualquier caso, ese conflicto latente en la izquierda se arrastra desde 2015 tras las elecciones del 27-S y cuando ni siquiera los comunes estaban en el Parlament. Hay dos im¨¢genes que reflejan esa realidad: en la primera sesi¨®n de ese mandato, el entonces diputado Joan Giner denunci¨® que Coscubiela amenaz¨® con expulsarle porque quiso abstenerse en la votaci¨®n de la declaraci¨®n del proceso de inicio de independencia. Y, en la ¨²ltima, el d¨ªa de la rep¨²blica fallida, el grupo se rompi¨®: los ecosocialistas y Jessica Albiach, ahora l¨ªder del grupo parlamentario, mostraron ante las c¨¢maras su voto para no entorpecer la acci¨®n de la justicia contra los diputados independentistas; tres de Podem y Esquerra Unida i Alternativa, no lo hicieron.
Pero las tensiones del proc¨¦s no lo explican todo. Colau lanz¨® en 2016 la idea de un partido que no fuera una ¡°coalici¨®n ni una suma de siglas¡±. Fue una especie de OPA para que, bajo un mismo paraguas, se integraran los partidos de izquierda ¡ªel suyo, Iniciativa, EUiA y Podem. La idea es que se fueran diluyendo. Pero ah¨ª siguen. Con Dom¨¨nech, parec¨ªa que ten¨ªa que llegar la calma, pero fue al rev¨¦s. El exdiputado, que mantiene un elegante silencio, hizo las maletas despu¨¦s de que su propuesta de ejecutiva fuera desestimada por el n¨²cleo duro de BCom¨². La crisis se cerr¨®, en medio de tensiones, en septiembre con el nombramiento de otros dos coordinadores (uno de ICV y otro com¨²) y seis secretar¨ªas, ninguna para los ecosocialistas pese a que son los que tienen la estructura por el territorio con vistas a las municipales. La portavoc¨ªa fue para Joan Mena, de EUiA.
Alamany avis¨® de que la formaci¨®n se ha ¡°empeque?ecido¡± y acus¨® a dos partidos de ser poco ¡°generosos¡± con la confluencia. ¡°ICV ha sido un obst¨¢culo¡±, dijo. Pero es Barcelona en Com¨², el alma m¨¢ter del proyecto, el que tiene el control. La crisis se ha expandido a EUiA y 40 miembros del sector cr¨ªtico han firmado un manifiesto pidiendo a Nuet que no use el partido para ¡°legitimar pretensiones que no forman parte de la pol¨ªtica de EUiA¡±. ?l les reclam¨® ¡°lealtad¡± y les acus¨® de haber sido promocionados tras estar en la ¡°pomada¡± de cambio de rumbo del partido. No solo ellos han cerrado filas con Colau: la edil Gala Pin acus¨® a Alamany de ¡°trepismo¡± y el teniente de alcalde Gerardo Pisarello de usar el soberanismo como ¡°pretexto¡± para otras cosas.
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