No hay alcalde que expropie 100 chal¨¦s
85,5 hect¨¢reas de monte de Cercedilla y Navacerrada concedidas hace 99 a?os para supuestos sanatorios de altura deben revertir a manos p¨²blicas
Casi 100 a?os despu¨¦s, el alcalde de Cercedilla se encontrar¨¢ con un problema: estar¨¢ en su mano expropiar 100 chal¨¦s, algunos de ellos pertenecientes a gente de alcurnia econ¨®mica. Y esos casi 100 a?os est¨¢n a punto de cumplirse. No tendr¨¢ que firmar un decreto pol¨¦mico, simplemente esperar que la ley se cumpla y que 85,5 hect¨¢reas de monte, que se cedieron en 1920 por una concesi¨®n, reviertan al municipio cumplida la fecha, con los chal¨¦s que se edificaron en su interior en este tiempo.? Luis Miguel Pe?a, de Izquierda Unida, prefiere no hablar de expropiar. O no quiere hacerlo. De momento, esperar¨¢ a que pasen las elecciones municipales.
En Cercedilla y en el puerto de Navacerrada hay una patata caliente que lleva casi 100 a?os sin enfriarse. Suelo p¨²blico ocupado. Sanatorios de altura para curar la tuberculosis que nunca llegaron a construirse. Casas majestuosas que s¨ª emergieron en el lugar. Y un monte sin voz pero con voto. El que le otorga la ley. El 16 de abril de 2019 se cumplen los 99 a?os m¨¢ximos estipulados de una concesi¨®n que el Estado hizo de tres montes de utilidad p¨²blica pertenecientes a ambos municipios. Eso quiere decir que, dentro de cinco meses, ese terreno, con todas sus infraestructuras, vuelve a pertenecer al monte y por tanto, debe ¡°revertir¡± en ¨¦l, seg¨²n especifica la legislaci¨®n. La Comunidad de Madrid, que ahora act¨²a como gestora, ha confirmado que esa concesi¨®n no es prorrogable. El Ayuntamiento de Cercedilla, que nunca dej¨® de ser el propietario, debe asumir como propio, muy a su pesar, ese monte de utilidad p¨²blica. Igual que el de Navacerrada. Y, entre medias, se encuentran los intereses privados de los due?os de unos 100 chal¨¦s en una zona y de unos 300 apartamentos en otra que quieren seguir si¨¦ndolo tras mucho tiempo y dinero invertido. Muchas presiones, d¨¦cadas de mirar hacia otro lado y, por fin, una pregunta obligada: ?Ser¨¢n capaces las administraciones de enfriar la patata y tomar una decisi¨®n?
En 1920, el Estado permiti¨® una concesi¨®n de terrenos que pertenec¨ªa a tres montes diferentes catalogados de utilidad p¨²blica y, por tanto, no urbanizables. En total cedi¨® 2,5 hect¨¢reas del Pinar de Helechosa, que pertenece a Navacerrada, 60 hect¨¢reas del Pinar de Agregados, a Cercedilla, y 23 hect¨¢reas del Pinar Bald¨ªo, a ambos municipios. El beneficiario fue la reci¨¦n creada Sociedad An¨®nima del Ferrocarril El¨¦ctrico del Guadarrama. Y la idea consist¨ªa en expandir el progreso, lo que se traduc¨ªa en que la v¨ªa del tren ascendiera por la sierra madrile?a, lugar elegido por las clases altas del momento para esquiar, un deporte que empezaba a ponerse de moda. Pero adem¨¢s, la asociaci¨®n del ferrocarril realiz¨® a su vez concesiones a terceros para promover, supuestamente, un bien social: la construcci¨®n de sanatorios de altura.
¡°Somos un pa¨ªs de sinverg¨¹enzas desde los or¨ªgenes¡±, se queja Mar¨ªa ?ngeles Nieto, de Ecologistas en Acci¨®n. ¡°En realidad esto era mera especulaci¨®n. La excusa era venderlo desde un punto de vista social, por eso dicen que se van a construir sanatorios de altura para enfermos, pero no se crearon nunca¡±, comparte Julio V¨ªas, escritor, naturalista y miembro del Patronato del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
FIN DE LA CONCESI?N
El 16 de abril de 2019, expira la concesi¨®n del Estado sobre tres montes de utilidad p¨²blica.
Llegar a Cercedilla cuesta unos 45 minutos en coche desde el centro de Madrid. Se encuentra a 57 kil¨®metros de la capital, en el Parque Nacional del Guadarrama ¡ªdeclarado en 2013¡ª, en un enclave id¨ªlico que hoy miles de madrile?os utilizan como segunda residencia, y con una poblaci¨®n de casi 6.900 habitantes que se triplica en verano. El lugar m¨¢s amplio de la concesi¨®n, el de las 60 hect¨¢reas del Pinar de Agregados, se convirti¨® en la colonia de Camorritos. Es un terreno perfecto de monte y vistas a la monta?a de los Siete Picos que se encuentra a 3,2 kil¨®metros de Cercedilla, hacia el norte. ¡°Muchos accionistas de la asociaci¨®n del ferrocarril se hicieron chal¨¦s de lujo ah¨ª, para poder ir a la nieve¡±, explica V¨ªas.
Llegar a Camorritos no es complicado. En coche se encuentra a cinco minutos de Cercedilla, aunque tambi¨¦n tiene parada de tren. Un cartel situado al lado de unas v¨ªas estrechas y oxidadas te anuncia la entrada a la colonia, a la que entras por un camino de tierra bien cuidado y allanado. Es una urbanizaci¨®n de unas 100 viviendas con clase y silenciosa, y m¨¢s en invierno, cuando no se ve un alma entre semana. Las edificaciones, en su mayor¨ªa construcciones de los a?os 50 y 60, son casas de al menos 300 metros cuadrados que en sus fachadas alternan la piedra, la madera y la pizarra. La mayor¨ªa est¨¢n bien escoltadas por robles y alg¨²n pino despistado que dificultan la vista a los curiosos. Entre los propietarios han desfilado nombres como la empresaria millonaria Esther Koplowitz, actualmente due?a de una propiedad, el del arquitecto C¨¦sar Manrique, el ingeniero Jos¨¦ de Aguinaga o el m¨¦dico de la pol¨ªtica comunista Dolores Ib¨¢rruri (Pasionaria), el doctor Pedro Cava, -donde ella estuvo viviendo un tiempo-.
En documentos consultados del planeamiento urban¨ªstico, el suelo de Camorritos est¨¢ calificado como no urbanizable de protecci¨®n, por lo que esa superficie, seg¨²n especifica la ley, deber¨ªa recuperarla el monte de una forma u otra, incluyendo las infraestructuras que se han construido durante este tiempo. Eso significa que tendr¨ªa que pasar a manos del Ayuntamiento, que siempre ha sido el propietario, aunque la gesti¨®n forestal pertenece a la Comunidad de Madrid. ¡°Se deber¨ªa haber iniciado un proceso as¨ª hace cinco a?os, o incluso antes, hace 10 a?os, para ver qu¨¦ hacemos ahora¡±, asegura Nieto, portavoz de Ecologistas en la zona del Guadarrama.
Nieto se refiere a que las administraciones de distintas ¨¦pocas han mirado hacia otro lado durante d¨¦cadas y se han pasado unas a otras un problema complejo de resolver. Aunque lo cierto es que la Comunidad podr¨ªa haber declarado la extinci¨®n de la concesi¨®n hace tiempo. Las condiciones recogidas en las cl¨¢usulas del contrato original lo dejan bien claro. Se puede dar por ¡°caducada¡± la concesi¨®n porque el terreno est¨¦ en ruinas, porque se cambie el uso por el que se concedi¨® la cesi¨®n o porque expire la fecha. Hoy, tras 99 a?os, no hay m¨¢s remedio que encarar la situaci¨®n por el tercer supuesto, aunque lo cierto es que se podr¨ªa haber hecho por el segundo desde sus inicios, ya que los sanatorios de altura nunca llegaron a construirse. ¡°Esto deber¨ªa hacer reflexionar sobre las ocupaciones en el monte. Porque al final se convierten en privatizaciones de suelo p¨²blico¡±, se queja Nieto.
La alarma ya salt¨® en diciembre de 1989. Cinco personas se querellaron contra La Fama Industrial, S. A., promotores y vendedores de unos apartamentos en el puerto de Navacerrada en suelo p¨²blico. El abogado Francisco Javier Barandiar¨¢n fue uno de ellos. Una vez abon¨® la se?al del apartamento, se present¨® ante el registro de la propiedad y se dio cuenta de la ¡°fecha de caducidad¡± que ten¨ªa la propiedad. ¡°Soy muy batallador y les denunci¨¦, pero la causa se archiv¨®. As¨ª que no segu¨ª adelante con la compra y perd¨ª las 150.000 pesetas de la ¨¦poca que hab¨ªa pagado¡±, cuenta. ¡°Todav¨ªa me enciendo cuando pienso en aquello. Te dejan solo en una situaci¨®n as¨ª, y nadie te ayuda¡±.
Julio V¨ªas pone el dedo en la llaga. ¡°Se cre¨® una situaci¨®n jur¨ªdica que perdura hasta hoy. Son propiedades que no se sabe si son p¨²blicas o privadas, porque hay gente que las ha comprado. Pero claro, est¨¢n sobre suelo p¨²blico. La situaci¨®n de Camorritos es complicada, porque es gente que lleva ah¨ª much¨ªsimos a?os que tienen derechos adquiridos, yo no s¨¦ si eso tiene alguna soluci¨®n jur¨ªdica. Lo que es m¨¢s sencillo, creo yo, es lo del puerto de Navacerrada, porque la parte alta del puerto est¨¢ en gran parte abandonado. Cuando la ¨¦poca dorada del esqu¨ª eso ten¨ªa futuro, pero hoy, ?qui¨¦n se queda a dormir all¨ª?¡±, analiza. ¡°Se ha creado una especie de no lugar, que es como yo lo llamo, hay una serie de edificios de apartamentos de ocho plantas que est¨¢n en gran parte abandonados, otros ocupados, degradad¨ªsimos porque all¨ª el clima es brutal, se congelan las ca?er¨ªas. Pero claro, acaba la concesi¨®n y qu¨¦ van a decir, ¡®venga se?ores, v¨¢yanse ustedes¡¯¡ no creo que lo vayan a hacer, o lo puedan hacer. Es una situaci¨®n complicada¡±.
El presidente de la asociaci¨®n de vecinos de Navacerrada, Andr¨¦s Francisco Pino, vive en el puerto, a unos 13 kil¨®metros al norte de Camorritos, desde 1989 cuando se compr¨® un apartamento porque trabajaba en la estaci¨®n de esqu¨ª y, adem¨¢s de c¨®modo, le sal¨ªa barato. Hoy se venden pisos por 60.000 euros, ¡°un chollo, pero con todo esto est¨¢ todo parado¡±. All¨ª, asegura, viven ¡°unas 20 o 25 familias, no m¨¢s¡± durante todo el a?o, ¡°aunque hay 300 viviendas afectadas por la concesi¨®n, porque mucha gente la tiene de segunda residencia¡±. La situaci¨®n les preocupa, y mucho, y a pesar de haberse dirigido por escrito ¡°hasta al Rey¡± para tratar este tema, desconoce las intenciones de los consistorios. ¡°Nos afecta a nosotros y nadie nos dice nada. Nos tienen abandonados desde hace mucho tiempo. El puerto est¨¢ hecho un desastre, nadie viene a arreglar nada, y nosotros pagamos nuestro ibi y nuestros impuestos. Por los ayuntamientos de Cercedilla y Navacerrada han pasado el PSOE, el PP e IU, y ninguno ha hecho nada. Es m¨¢s, me dijeron hace poco que hasta despu¨¦s de las elecciones de marzo no piensan decir nada sobre el tema de la concesi¨®n¡±, se queja.
Los ayuntamientos de Cercedilla (IU) y de Navacerrada (PSOE en coalici¨®n con Vecinos por Navacerrada) se mantienen herm¨¦ticos. Desde el primero, aseguran que no van ¡°a levantar la liebre ni a hacer declaraciones hasta que no reciban las directrices de la Comunidad¡±. ?sta, tras confirmar que la concesi¨®n no se puede prorrogar, asegura que est¨¢n ¡°en conversaciones con el Ayuntamiento de Cercedilla para valorar las posibles alternativas¡±. Y desde Navacerrada, insisten en que es un tema complicado ¡°con gente implicada que puede salir muy perjudicada¡± y prefieren no pronunciarse por el momento. Lo que s¨ª han avanzado es que ambos consistorios llevan trabajando en conjunto desde hace dos a?os para encontrar una soluci¨®n.
¡°La parte de Camorritos se va a quedar as¨ª¡±, augura V¨ªas. ¡°Al ser una colonia hist¨®rica, seguro que el Ayuntamiento de Cercedilla lo tiene catalogado con alg¨²n grado de protecci¨®n. Son chal¨¦s hist¨®ricos, muchos merecen la pena conservarse. No pueden ser derribados. Primero por un inter¨¦s hist¨®rico y, despu¨¦s, est¨¦tico. Y luego porque tienen una serie de propietarios que igual tienen derechos adquiridos y hay que darles una soluci¨®n. No s¨¦ cu¨¢l. Igual una venta especial. Con alguna f¨®rmula jur¨ªdica, que el suelo p¨²blico pase a ser privado. A m¨ª se me escapa, pero claro, el derribo ah¨ª no es aplicable. Por una simple cuesti¨®n patrimonial. Igual dentro de 100 a?os el puerto de Navacerrada se ha recuperado, pero Camorritos seguir¨¢ ah¨ª. Son problemas muy diferentes¡±.
La soluciones, en realidad, llevan a?os sobre la mesa. Por un lado, est¨¢ la opci¨®n de revertir todo el terreno al monte, como dice la ley. Algo complicado. Luego est¨¢ la de la desafecci¨®n, que consiste en descatalogar esos terrenos como montes de utilidad p¨²blica, algo ahora fuera de lugar. Y por ¨²ltimo, se encuentra la opci¨®n de la permuta, que va unida a la desafecci¨®n y consiste en que los propietarios deben canjear ese terreno por otro equivalente. En casi 100 a?os, nadie se ha atrevido, por ahora, a tomar una decisi¨®n.
Un precedente de renaturalizaci¨®n en Cotos
El parque de Guadarrama ya vivi¨® un precedente de recuperaci¨®n de suelo p¨²blico en el puerto de Cotos, donde se separa el macizo de Pe?alara, al norte, y el cordal monta?oso de Cuerda Larga, al sur. "El proyecto que ten¨ªa la Sociedad del Ferrocarril del Guadarrama era prolongar el ferrocarril hasta Cotos. Entonces se hicieron una serie de concesiones con la idea de hacer una especie de macrociudad invernal que iba a tener cuatro veces la superficie del Retiro", rememora V¨ªas. Esa ciudad a lo grande no se pudo hacer, pero se empezaron a hacer construcciones, y eso dio lugar, a finales de los 60 y principios de los 70, a la pista de esqu¨ª de Cotos. "Era una estaci¨®n muy mal planteada que por orientaci¨®n siempre tuvo falta de nieve. En los 70 se plane¨® empezar a construir ah¨ª, pero a finales de los 90, el Gobierno de Gallard¨®n expropi¨® el terreno para evitar que se construyera m¨¢s. Y lo que hicieron fue pionero. Desmontaron toda la estaci¨®n y se renaturaliz¨® el monte. Se restaur¨® todo el puerto de Cotos, las pistas se repoblaron de bosque con la misma vegetaci¨®n. Es un ejemplo admirable de recuperaci¨®n de un paisaje arrasado. Yo defiendo algo igual para el puerto de Navacerrada".
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