¡°Las gallinejas son pura poes¨ªa¡±
Uno de los ¨²ltimos cocineros de v¨ªsceras reflexiona en sus poemas sobre la fritura elevada a arte


Hace 65 a?os que Gabino Domingo sali¨® de Membrillera, su pueblo de Guadalajara, rumbo a la capital. Era un adolescente ansioso de mundo que se dio de bruces con el aceite hirviendo. Su t¨ªa lo emple¨® sin sueldo en la freidur¨ªa de gallinejas que regentaba en el barrio de Embajadores. Domingo se quiso morir. Pas¨® su juventud en jornadas laborales extenuantes, cargando sacos del matadero que chorreaban v¨ªsceras que le escurr¨ªa por las pantorrillas. Sin embargo, a?os despu¨¦s hered¨® el negocio. Lo revitaliz¨®. Y ahora lo ama. Encorvado en las mesas de la freidur¨ªa, l¨¢piz en mano, le dedica versos a los entresijos y a aquel mozalbete que fue y no volver¨¢ a ser.
?Hay poes¨ªa en las tripas de cordero fritas?
Son pura poes¨ªa. La fritura tiene sentido art¨ªstico si hay un artista al mando.
?C¨®mo lo expresa?
Para m¨ª, fre¨ªr y servir gallinejas, entresijos y mollejas es pintar. El cuadro alcanza la perfecci¨®n cuando se ha aplicado el tiempo adecuado de fritura, la cantidad justa para los comensales y la forma de emplatarlo. Yo veo eso y me consideraba un artista, aunque est¨¦ feo decirlo.
Se emociona.
Casi hasta las l¨¢grimas. Los sentimientos van en el alma de cada persona. Siento que he alcanzado la perfecci¨®n.
Lo que pudo sentir Picasso al acabar algunos de sus cuadros.
S¨ª. No me comparo, pero siento esa grandeza.
Hasta que abandon¨® la cocina y dej¨® las sartenes en manos de otro.
Una batalla contra el diccionario
Gabino Domingo tiene una batalla con la RAE. La academ¨ªa defin¨ªa las gallinejas como un plato de tripas de gallina. Un error que lo enciende. Pidi¨® una rectificaci¨®n en 2016. Hoy aparecen como ¡°tripas fritas de cordero y cabrito¡±, con una coletilla: ¡°que antes proced¨ªan de otros animales¡±. ¡°?Eso es falso. Qu¨¦ cabezones!¡±. Cordero, cabrito y punto.
Ese es uno de los momentos m¨¢s duros de mi vida. Llevaba 36 a?os friendo. Me pas¨¦ un a?o aleccionando a mi sucesor, susurr¨¢ndole al o¨ªdo que mejor eso as¨ª o as¨¢.
Su negocio es uno de los ¨²ltimos dedicados a la venta de casquer¨ªa, algo que era t¨ªpico de Madrid.
Se est¨¢n perdiendo las costumbres. Los entresijos no dejan indiferente. Hay gente que pasa por la puerta tap¨¢ndose la nariz o gente que se cruza de acera porque no soportan el olor. Otros pasan encantados porque le tienen vicio, como al que le gusta el olor a las sardinas.
Unos vecinos le denunciaron por el olor.
Unos rusos que alquilaron un piso cerca y se ve que esto no les resultaba soportable. Yo no huelo nada, ?t¨²? Despu¨¦s se fueron pero la denuncia sigui¨® adelante. El Ayuntamiento me pone problemas con la salida de humos, me exigen una chimenea, y cuando la voy a hacer, patrimonio dice que no. No consigo entenderlo, si yo llevo aqu¨ª casi cien a?os... Este negocio es parte de la historia de esta ciudad, resquicio de otra ¨¦poca, de otros tiempos. Si se lo proponen, acabar¨¢n con los negocios tradicionales de Madrid.
Tiene algunos clientes ilustres.
Jos¨¦ Merc¨¦, por ejemplo...
Le dedic¨® unos versos.
Ah¨ª voy: ¡°Algunos famosos dicen, como el amigo Jos¨¦ Merc¨¦, que (la casquer¨ªa) deja un delicioso sabor y que le ayuda a cantar. Si antes cantaba muy bien, ahora canta mejor¡±.
Y a Iker Casillas.
En su honor: ¡°Le pas¨® a Casillas con el bal¨®n, que vino a comer gallinejas, motivo por el cual, en el torneo mundial, qued¨® campe¨®n¡±.
Tambi¨¦n ha escrito en prosa las andanzas de un personaje al que llama El Melonazo.
Ese es mi bestseller. Vale cinco euros, casi nada. Trata de un personaje misterioso, contradictorio y sus peculiares haza?as.
Usted se autoedita y exhibe los libros en el negocio.
Cre¨¦ los lamp-libros para decorar. L¨¢mparas hechas de libros. No tienen bombillas porque los libros lo iluminan todo.
En el mundo ya hay muchas cafeter¨ªas-librer¨ªas, pero dudo que haya otra freidur¨ªa-librer¨ªa.
Seguramente sea la ¨²nica.
Un se?or le quiso comprar el negocio al estilo Florentino P¨¦rez.
Me dio un papel y me dijo que escribiera una cifra, la que quisiera. Gabino Domingo le dijo que en ese momento no hab¨ªa dinero en el mundo para comprarle el negocio.
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