La Casa de C¨¢diz... ahora albergue para sin techo
Varios indigentes llevan ocho d¨ªas ocupando la sede de la entidad regional para transformarla en hostal
La breve historia del albergue autogestionado por indigentes que compart¨ªa espacio con una cooperativa en Barcelona ha dado un vuelco. Tras semanas de ¨¦xito instalados en el local de una cooperativa, hace ocho d¨ªas un grupo de sin techo ocup¨® la antigua Casa de C¨¢diz situada a escasos metros de la Sagrada Familia (en el 279 de la calle Sardenya). Desde ayer por la noche de la capital catalana es la ¨²nica ciudad de Espa?a que tiene abierto 24 horas al d¨ªa un hostal autogestionado por los propios indigentes. Un proyecto que no ha cambiado de nombre y que sigue llam¨¢ndose Welcome Sense Sostre. El Ayuntamiento de Barcelona inform¨® ayer de que est¨¢ analizando la informaci¨®n catastral para averiguar qui¨¦n es el propietario del inmueble.
Los indigentes de la Casa de C¨¢diz, un edificio que lleva a?os abandonado, aseguran que han comprobado en el registro de la propiedad que el local es de una entidad bancaria. Est¨¢n asesorados y conocen la f¨®rmula jur¨ªdica para que el albergue pueda utilizarse durante meses: saben que si el propietario de un inmueble denuncia una ocupaci¨®n, antes de que transcurran 72 horas del inicio de la misma, los Mossos d'Esquadra pueden llevar a cabo el llamado desalojo expr¨¦s. Pasadas las 72 horas, comienza un proceso judicial que concluir¨¢ con una orden de desahucio y que tardar¨¢ en ejecutarse. Mientras tanto, una treintena de indigentes podr¨¢n dormir y comer a diario con la ayuda de donaciones de particulares.
El art¨ªfice de la iniciativa es Lagarder Danciu, un joven de origen rumano y ¨¦tnia gitana. La ¨²ltima semana de octubre consigui¨® abrir un peque?o albergue en los locales de una cooperativa con orden de desahucio. All¨ª acud¨ªan los indigentes. Pod¨ªan ducharse y dejar sus pertenencias. Hab¨ªa ropero, lavadora¡ pero no pod¨ªan permanecer 24 horas.
Danciu llevaba semanas ideando algo m¨¢s grande y ayer hizo p¨²blico la nueva localizaci¨®n. ¡°Las lluvias nos ha hecho abrir antes de estar preparados¡±, lamenta. El edificio tiene dos plantas y unas letras amarillas en la fachada que rezan: Casa de C¨¢diz.
Pese al tiempo que lleva cerrado, conserva lo que fue. Dos indigentes duermen desde hace ocho d¨ªas en la casa regional. En las paredes de la antigua instituci¨®n cuelgan recuerdos del pasado. Desde una placa del presidente de la Caja de C¨¢diz, Fernando Portillo, hasta una breve historia enmarcada donde un documento, escrito a m¨¢quina, informa que la sede ¡°dispone de planta baja y entresuelo, decorados acordes con el ambiente gaditano¡±. Entre las actividades que se llevaban a cabo, seg¨²n el documento, destaca ¡°conferencias, presentaciones de libros¡ en lo art¨ªstico se presta una gran atenci¨®n al fomento del folklore gaditano y andaluz¡ Se dedican homenajes a la tercera edad y disminuidos f¨ªsicos en instituciones de Barcelona que carecen de recursos econ¨®micos¡±. En 2007 la sede cerr¨®.
M¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, Danciu junto a tres indigentes mostraban las dependencias del edificio. ¡°Aqu¨ª en la planta baja pondremos una recepci¨®n, un centro de d¨ªa con mesas y sillas donde todas las personas que lo deseen podr¨¢n cargar el m¨®vil y calentar comida...¡±, aseguraba mientras mostraba el lugar ilumin¨¢ndose con una linterna. El que fuese el despacho del presidente de la Casa de C¨¢diz se convertir¨¢ en un almac¨¦n. All¨ª sigue en una de las paredes el cuadro del rey em¨¦rito Juan Carlos I.
En la parte de arriba Ram¨®n, otro indigente, hace guardia mientras otros compa?eros achican agua de lo que ser¨¢ la zona de duchas. ¡°Nos han dicho que aqu¨ª podremos colocar dos duchas. Esta habitaci¨®n, si podemos tener literas ser¨¢ la de mujeres y parejas y esta otra de hombres¡±, explicaba.
Ayer fue una jornada complicado en Barcelona porque la lluvia apret¨®, sobre todo por la tarde. ¡°Esta noche dormiremos aqu¨ª con sacos como podamos¡±. Lagarder hizo un llamamiento a los vecinos para que lleven al lugar mantas, sacos de dormir, colchones, alimento.
Cree que pronto tendr¨¢ luz. Pero est¨¢n intranquilos por si la polic¨ªa les echa del lugar. Lagarder colg¨® ayer una bandera anarquista y una senyera en los m¨¢stiles de lo que un d¨ªa fue la Casa de C¨¢diz y ahora se ha convertido, qui¨¦n sabe hasta cuando, en Welcome Sense Sostre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.