Los premios de la comunidad lectora de Madrid
El Gremio de libreros celebra los t¨ªtulos que mejor sensaci¨®n le dejan este a?o
Algo puede decirse sobre los premios, vengan de donde vengan: siempre har¨¢n sentirse menos solos a quienes los reciben. Y pocos oficios hay m¨¢s solitarios que el de escribir.
Lo saben bien muchos de los reunidos este jueves en la Biblioteca Regional, con motivo de las distinciones que entrega anualmente el Gremio de Librer¨ªas de Madrid. Autores, premiados y no, lectores y editores, gentes de la cultura y de los medios de comunicaci¨®n: todos en franca complicidad para arropar a quienes recib¨ªan estos premios. Esos en los que, como se?al¨® la poeta Pilar Ad¨®n, un escritor ¡°no piensa¡±, en general, cuando escribe, cuando a¨²n no puede saber siquiera si lo escrito saldr¨¢ de las cuatro paredes de su intimidad.
La asociaci¨®n librera, actualmente presidida por Reyes D¨ªaz-Iglesias, pretende con ellos destacar esos vol¨²menes que ¡°les han emocionado¡± especialmente este a?o, los ¡°mejor editados¡±, los que les han despertado ¡°las mejores sensaciones¡± que un libro puede suscitar en un librero: la alegr¨ªa del descubrimiento literario, y la celebraci¨®n mayor y sucesiva de compartirlo con sus lectores.
Entre los galardonados en esta 18? edici¨®n, los escritores y colaboradores de EL PA?S Santos Juli¨¢, premio al Mejor Libro de Ensayo por Transici¨®n, y? Edurne Portela, que recibi¨® el de Mejor Libro Ficci¨®n por su primera novela ¨Cque no primer libro¨C, Mejor la ausencia. Ambos editados por Galaxia Gutenberg.
Santos Juli¨¢ explicaba minutos antes de recoger el galard¨®n que su libro no es, a pesar del t¨ªtulo, una obra sobre la?Transici¨®n posfranquista exclusivamente, sino una historia ¡°de las propuestas pol¨ªticas¡± que pueden responder a ese nombre durante los ¨²ltimos 80 a?os de historia espa?ola, desde la guerra civil. Los libreros consideran la obra de Juli¨¢ ¡°un ensayo con may¨²sculas, extenso pero sencillo de leer¡±, ¡°la historia definitiva de un periodo hist¨®rico trascendental¡±. Honores que el analista agradece, si bien no puede evitar observar que en cuestiones hist¨®ricas ¡°no hay nada definitivo nunca, porque todo depende del cambio de perspectiva que da el tiempo. Siempre ser¨¢ motivo de debate¡±.
El autor habl¨® al p¨²blico de su emoci¨®n por este premio recordando su fascinaci¨®n de ni?o lector en la Sevilla de posguerra: cuando ve¨ªa los vol¨²menes en los escaparates de la calle Sierpes como ¡°un objeto que no ten¨ªa ninguna posibilidad de adquirir¡± entonces. A los catorce pudo comprar, en la librer¨ªa Sanz, El Rey Lear de Shakespeare.
El agradecimiento de Edurne Portela por el galard¨®n era igualmente sincero. Su novela, que tiene a su Euskadi natal como escenario, ¡°no trata de explicar la violencia sino de mostrarla; en el hogar, la familia, la pol¨ªtica...¡±. Un libro ¡°duro¡±, considera, pero ¡°f¨¢cil de leer¡±, abierto a un p¨²blico amplio. Los libreros de Madrid lo han premiado, entre otras razones, por conseguir ¡°hacer trascender lo privado e ¨ªntimo de la violencia intrafamiliar¡± hasta establecer una relaci¨®n directa con la situaci¨®n social y pol¨ªtica de todo el pa¨ªs en los a?os de plomo de ETA. Mejor la ausencia recuerda, seg¨²n el jurado, que ¡°el olvido no es una opci¨®n¡±, porque el sufrimiento ¡°queda agazapado por m¨¢s tiempo que pase¡±.
Los libreros como necesidad
Portela cree en los libreros como ¡°los grandes prescriptores de literatura; son absolutamente necesarios, no solo por lo comercial sino porque crean la comunidad literaria¡±. Desde el gremio hicieron hincapi¨¦ en ese tejido, llamando a ¡°respetar el precio fijo¡± de los libros, a que ¡°no se rompa la fr¨¢gil cadena autor-editor-distribuidor-librero¡±.
En la categor¨ªa de poes¨ªa result¨® premiado Las ¨®rdenes (La Bella Varsovia), de Pilar Ad¨®n, por levantar una voz de rebeli¨®n desde la condici¨®n femenina con un lenguaje ¡°conciso y rotundo¡±. La ni?a m¨¢s peque?a de toda la escuela (Alba), de Justin Roberts y Christian Robinson, recibi¨® el galard¨®n a Mejor Libro Ilustrado. Lo que m¨¢s me gusta son los monstruos (Reservoir Books), de Emile Ferris, el de Mejor C¨®mic.
El librero Carlos Pascual del Pino fue distinguido con el Premio Leyenda, que reconoce toda una trayectoria vinculada al mundo del libro, por su ¡°trabajo de investigaci¨®n de los fondos bibliogr¨¢ficos, su permanente contacto con el mundo acad¨¦mico¡± y el rigor para con su oficio, que ¡°convirtieron a las librer¨ªas de Marcial Pons en un referente nacional y universal, y a Carlos Pascual en un librero respetado y querido, de manera muy especial para sus colegas de Madrid¡±.
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