El Govern expande su red de embajadas tras recuperar las cerradas por el 155

El exdiputado de Esquerra Republicana en el Congreso Alfred Bosch es, desde el viernes, conseller de Acci¨®n Exterior de la Generalitat. Recoge el testigo de Ernest Maragall, ahora candidato a la alcald¨ªa de Barcelona, cuya gesti¨®n se focaliz¨® en la reapertura de las ocho delegaciones del Govern en el exterior cerradas por el Gobierno del PP al amparo del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. Bosch pretende expandir las ¡®embajadas catalanas¡¯ a Asia y Am¨¦rica Latina.

Los primeros pasos de las delegaciones de nuevo cu?o se aprobaron, de hecho, el pasado martes en la reuni¨®n semanal del Ejecutivo catal¨¢n. El Govern aprob¨® los decretos para abrir seis oficinas, de las cuales no exist¨ªan las de Beirut (para la zona mediterr¨¢nea), Estocolmo (con ¨¢mbito en los pa¨ªses n¨®rdicos y sustituye a la que hab¨ªa en Copenhage) y Riga (para las naciones b¨¢lticas).

Los planes dise?ados durante el mandato del exconsejero Ra¨¹l Romeva, en prisi¨®n preventiva a la espera de ser juzgado por un supuesto delito de rebeli¨®n, incluyen llegar a Se¨²l, M¨¦xico DF o Buenos Aires, posiblemente en 2019. El a?o pasado, la Generalitat destin¨® 18 millones de euros a sufragar sus relaciones exteriores.

Las delegaciones de nueva creaci¨®n (hay planificadas 14) a¨²n no tienen estructura ni responsables. De hecho, en el pasado se han creado oficinas que nunca llegaron a ponerse en marcha, como por ejemplo de la Santa Sede, que anunci¨® el propio Romeva en 2015 y nunca vio la luz. Seg¨²n el decreto, su funci¨®n es ¡°promover y coordinar las relaciones bilaterales con las autoridades [del Estado en cuesti¨®n] como con los otros gobiernos descentralizados, en el ¨¢mbito de las competencias de la Generalitat¡±.

El plan de ¡°restituci¨®n¡± de las oficinas fue uno de los pilares del discurso legitimista del presidente de la Generalitat Quim Torra. Solo hasta septiembre pasado se pudieron reabrir las de Londres y Berl¨ªn. La estrategia de acci¨®n exterior, sin embargo, ha topado con la oposici¨®n del ministro de Exteriores, Josep Borrell. Inicialmente, sus objeciones fueron m¨¢s de tipo formal, pero ahora reivindican de nuevo el papel pol¨ªtico de esas oficinas.

Objeciones de Borrell

En julio pasado, el ministro socialista argument¨® que la primera ola de embajadas reabiertas (Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Italia, Suiza y Francia) no contaban con el informe perceptivo por parte de Exteriores en el que se explica cu¨¢l ser¨¢ su funci¨®n. El caso est¨¢ en los tribunales, ya que la Generalitat entiende que como se trataba de una reapertura no necesitaba hacer el tr¨¢mite.

Acci¨®n Exterior s¨ª pidi¨® el informe para la segunda hornada. Y la respuesta dada por el Ministerio es clara. Borrell argumenta su negativa en que ¡°la experiencia reciente demuestra que estas delegaciones, junto con el Diplocat, han sido un instrumento fundamental para intentar la internacionalizaci¨®n del proc¨¦s, difundiendo las tesis del secesionismo y denigrando la imagen internacional de Espa?a¡±.

El Estatut determina las competencias de Catalu?a en el ¨¢mbito exterior, como la tienen otras comunidades aut¨®nomas. Sin embargo, el despliegue de las delegaciones catalanas se intensifica tras el inicio del proc¨¦s, en 2012. Los argumentos ahora esgrimidos por Borrell son id¨¦nticos a los que llevaron al exministro de Exteriores Alfonso Dastis a cerrarlas durante la intervenci¨®n al autogobierno catal¨¢n. Solo la oficina de Bruselas continu¨®.

Tras llegar al Govern, Maragall cifr¨® en 1,3 millones de euros el coste de desmontar su red de embajadas. Ah¨ª se contabilizan, por ejemplo, el tener que cancelar los contratos de alquiler o la indemnizaci¨®n de 33 personas despedidas.

La Generalitat inicialmente opt¨® por mantener en el cargo a los delegados que as¨ª lo solicitaron. Tal es el caso del licenciado en Ciencias Pol¨ªticas Manuel Manonelles en la oficina de Ginebra o del exresponsable de la estrategia TIC de la Generalitat, Sergi Marc¨¦n, en Londres.

En otros casos, Acci¨®n Exterior aprovech¨® para convocar concursos de m¨¦ritos para escoger a los responsables de las nuevas oficinas e intentar as¨ª suavizar su imagen pol¨ªtica. Para Washington, por ejemplo, se design¨® a Vict¨°ria Alsina, doctora en Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad Pompeu Fabra e investigadora de a Tandon School of Engineering de la New York University. Para Par¨ªs fue elegido Daniel Cam¨®s, doctor en Econom¨ªa por la Paris School of Economics.