Jane Goodall advierte de que estamos frente a una extinci¨®n masiva de animales
La c¨¦lebre estudiosa de los chimpanc¨¦s denuncia el aumento del tr¨¢fico ilegal de especies en Asia y que desaparecen las jirafas
Rodeada de plantas, criaturas silvestres y una humedad tremenda, Jane Goodall estaba en su ambiente. La llevaron al bosque inundado de CosmoCaixa para hacerle fotos y de repente se puso a llover ¡ªuna lluvia artificial¡ª en las instalaciones que recrean el ecosistema amaz¨®nico. Goodall, 84 a?os llevados con elegancia natural y con la prestancia que da haber pasado buena parte de la vida estudiando monos en la selva h¨²meda africana, sonr¨ªo. Pareci¨® buscar con la mirada en lo alto de los ¨¢rboles a sus queridos chimpanc¨¦s de los a?os dorados de Gombe. Pero all¨ª no estaban Flo, Flin, Fifi, el poderoso Goliath o la gentil Melisa(todo lo m¨¢s, a su lado, Jordi Portabella, director del ¨¢rea de divulgaci¨®n cient¨ªfica del museo).
Ha pasado el tiempo, llev¨¢ndose a generaciones de chimpanc¨¦s y convirtiendo en dama de cabellos blancos y prescriptora planetaria de la ecolog¨ªa a aquella fotog¨¦nica jovencita en shorts de las portadas de National Geographic ¡ªsu colega de monos, otra del tr¨ªo de las ape ladies, Dian Fossey (la tercera es Birut¨¦ Galdikas, Lady Orangutan), dec¨ªa que ella hubiera ganado m¨¢s premios de haber sido "rubia como Jane"¡ª.
Goodal, de la que resaltar el contraste entre su aparente fragilidad y sus indomables energ¨ªa y personalidad es ya un t¨®pico, aunque no por ello menos cierto, ha viajado a Barcelona, donde ayer dio una conferencia sobre sus 58 a?os de investigaci¨®n de los chimpanc¨¦s en ?frica. Del carisma de la primat¨®loga da fe el que no quedara ni una entrada libre para escucharla. Poco antes, en una conferencia de prensa, advirti¨® de que pese a todos los progresos y la concienciaci¨®n a la que ella tanto ha contribuido, la vida salvaje y el ecosistema siguen muy amenazados y que nos enfrentamos a una "extinci¨®n masiva" de animales, incluidas las jirafas.
Lo hizo, llamar la atenci¨®n sobre el desastre que se avecina, tras saludar soltando su caracter¨ªstico "buenos d¨ªas" en lenguaje chimpanc¨¦ (un ascendente ¡°uh, uh, uh¡±), que es una buena forma de ganarse a la audiencia. Record¨® que ya hay una treintena de sedes del Instituto Jane Goodall (JGI) en todo el mundo, incluida Espa?a, y que promueven campa?as de conservaci¨®n como Forever Wild lanzada para sensibilizar a la gente ante el tr¨¢fico ilegal de animales. "Parec¨ªa que las cosas iban mejor y se hab¨ªa reducido la demanda de chimpanc¨¦s como carne en ?frica y la venta de cr¨ªas para circos y como mascotas, pero todo ha vuelto a empezar", deplor¨® la primat¨®loga. "Se encuentran muchos chimpanc¨¦s en tiendas de Asia y del Norte de ?frica". Tambi¨¦n ha vuelto a aumentar la demanda de marfil, que "est¨¢ a un precio superior al oro".
Puestos a denunciar, Jane Goodall dijo estar desagradablemente sorprendida por la cantidad de colillas de cigarrillos en los suelos de Barcelona, recordando que todo eso no es solo suciedad sino contaminaci¨®n tambi¨¦n. Insisti¨® en la necesidad de concienciar, sensibilizar y educar a la gente, especialmente a los j¨®venes.
Goodall a?adi¨® que la destrucci¨®n de sus ecosistemas es otra amenaza a la supervivencia de las especies. "La tala a una escala gigantesca, la contaminaci¨®n de los oc¨¦anos, se unen al tr¨¢fico para poner en peligro millones de animales".
Puestos a denunciar, Jane Goodall dijo estar desagradablemente sorprendida por la cantidad de colillas de cigarrillos en los suelos de Barcelona, recordando que todo eso no es solo suciedad sino contaminaci¨®n tambi¨¦n. Insisti¨® en la necesidad de concienciar, sensibilizar y educar a la gente, especialmente a los j¨®venes.
Preguntada acerca de que especie est¨¢ sufriendo m¨¢s ahora, Goodall no lo dud¨® y solt¨® un inesperado: "El pangol¨ªn". Varios de los presentes se miraron interrog¨¢ndose mudos sobre qu¨¦ diablos es un pangol¨ªn. Con un nombre que procede del malayo peng-guling("el que se enrolla"), el pangol¨ªn ¡ªyo vi uno una vez, de la especie m¨¢s grande, en el Serengeti, parec¨ªa un catafracto¡ª, es un extra?o mam¨ªfero cubierto de escamas de queratina (como nuestras u?as) que semeja una alcachofa andante. Vive en las regiones tropicales de Asia y ?frica y se alimenta sobre todo de hormigas y termitas. Apesta como las mofetas. "Se lo caza por sus escamas", explic¨® Goodall, "porque se cree que van bien para la salud". En China y ?frica se considera que mejoran la circulaci¨®n y ayudan a producir leche para la lactancia materna. Se le tiene asimismo, al bicho entero, por un manjar. "Tambi¨¦n lo pone muy en peligro la deforestaci¨®n".
Menos sorprendentemente, la primat¨®loga cit¨® asimismo como especies en situaci¨®n cr¨ªtica a los leones, a los monos de Berber¨ªa (la mona de Gibraltar), cuyo tr¨¢fico pasa por Espa?a, advirti¨®, muchos loros (por su plumaje) "y las jirafas, ?que est¨¢n desapareciendo tambi¨¦n!". Denunci¨® que las jirafas, que ya faltan en muchos puntos de ?frica donde eran habituales, est¨¢n siendo consumidas como carne y sus huesos se usan para esculturas". Goodall aprovech¨® para criticar la caza de leones que realizan muchos occidentales ricos para obtener trofeos.
La cient¨ªfica record¨® sus or¨ªgenes, cuando mucha gente le preguntaba a su madre c¨®mo dejaba que su hija se fuera sola a estudiar monos a ?frica (a Tanzania, en 1960). "Ella sin embargo nunca me dej¨® de motivar y me dijo: 'Encontrar¨¢s la forma de hacerlo' y me anim¨® a no darme nunca por vencida". En un momento especialmente emotivo, dijo que le gustar¨ªa que su madre pudiera verla ahora, en lo que se ha convertido y cu¨¢nta gente la escucha.
Pese a alardear de buena salud y un cuerpo resistente (viaja 300 d¨ªas al a?o, considera que concienciar sobre la vida salvaje es una misi¨®n)), Jane Goodall se mostr¨® algo fatigada. "Mi punto flaco son las cuerdas vocales,me quedo sin voz antes que sin energ¨ªa", brome¨®. Subray¨® la importancia de los museos de la ciencias como CosmoCaixa, que ha visitado numerosas veces durante su vida. "Te fascinan, en un sitio como este hay tanto para estimular una carrera cient¨ªfica".
De la tendencia literaria del Nature Writing, dijo que le parece una buena forma de aproximar a la gente a los animales y la naturaleza. Consider¨® que se est¨¢n escribiendo muchos libros sobre su persona y reflexion¨® con iron¨ªa que probablemente fuera mejor leer los que ha escrito ella misma.? Goodall firm¨® libros y fotos y dej¨® generosamente que quien quisiera se hiciera un selfie con ella, aunque eso s¨ª ¡ªgenio y figura¡ª dominando siempre la situaci¨®n y diciendote hacia d¨®nde ten¨ªas que mirar.
A la cient¨ªfica la acompa?a virtualmente (en fotos y v¨ªdeos) una jovencita chimpanc¨¦, Kabi, recogida en el centro de recuperaci¨®n y reintroducci¨®n -un verdadero orfanato- de estos primates que posee desde 1992 el instituto Goodall en Tchimpounga, en la Rep¨²blica del Congo, y que precisa de recursos para mantener a sus hu¨¦spedes..
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.