¡°La escena art¨ªstica madrile?a est¨¢ fenomenal¡±

?Por qu¨¦ algunos colectivos que produc¨ªan eventos nocturnos, empiezan a mover sus propuestas al d¨ªa?
Las posibilidades de la noche son cada vez m¨¢s limitadas por el marco jur¨ªdico y la oferta general. No abren sitios nuevos y tu capacidad de intervenir en los ya existentes es muy limitada. El d¨ªa te ofrece otro campo de posibilidades. Eso es lo que hemos hecho en Arritmias.

?Qu¨¦ es: una exposici¨®n, una acci¨®n una intervenci¨®n?
Hemos querido replantearnos el formato de lo que hac¨ªamos. Ten¨ªa que se colectivo, pero dimos la opci¨®n de que se hicieran tanto proyectos individuales como grupales, mezcl¨¢ndose entre ellos a la hora de trabajar.

Entoces era una performance...
Hemos intentado que el tema fuera lo suficientemente abierto para que los artistas seleccionados no se sintieran forzados a encajar en un discurso determinado. El t¨¦rmino de arritmia, en clave art¨ªstica, aparece en el libro Singularities: Dance of the age of performance, de Andr¨¦ Lepecki, un referente dentro del mundo de las artes esc¨¦nicas. Este texto plantea la relaci¨®n de la producci¨®n esc¨¦nica contempor¨¢nea con el neocapitalismo. Actualmente, vivimos a unos ritmos desquiciados, al de las arritmias. Los artistas han trabajado sobre este marco.

?Qu¨¦ tienen ahora entre manos?
Una instalaci¨®n que se estrena hoy: La Bar-beria: Donde Oscarito. Es un trabajo que realiza Bwelke [en colaboraci¨®n con Garc¨ªa-Andrade] en El Cuarto de Invitados (Mes¨®n de Paredes 42, 2?A). Por un d¨ªa, vamos a convertir esta casa-espacio de arte en un negocio cuentapropista cubano: concretamente en una barber¨ªa-peluquer¨ªa-snack bar. Todo a partir de una aproximaci¨®n hiperrealista, el espacio se ha dise?ado con el fin de reproducir con alt¨ªsima fidelidad la realidad cubana en sus m¨²ltiples capas, desde lo social y lo pol¨ªtico, a lo infraestructural, a trav¨¦s de la construcci¨®n de un espacio. Estuvimos tres semana en Cuba investigando y visitando todas las barber¨ªas posibles.

?Por qu¨¦ una barber¨ªa?
En Cuba hay una barber¨ªa en cada manzana: los cubanos se cortan el pelo de media una vez a la semana. Tambi¨¦n fue la profesi¨®n escogida por el gobierno como experimento econ¨®mico y que ha derivado en la apertura de la econom¨ªa local privada a peque?a escala. A diferencia de las que hay aqu¨ª, all¨ª son espacios particulares con un uso mixto, que aglutina con frecuencia mucho m¨¢s que la funci¨®n de barber¨ªa. As¨ª, pueden ser gimnasio, escuela de baile, taller mec¨¢nico, tienda de peces o, como la nuestda, Donde Oscarito, que mezcla bar, paladar y vivienda.

Suena extra?o y diferente.
A lo largo de la jornada la gente podr¨¢ cortarse el pelo de la mano de Rode Quintero, barbero cubano, miembro activo en los or¨ªgenes del proyecto social Arte Corte en La Habana. Tambi¨¦n habr¨¢ oportunidad de comer o tomar algo de la mano de Oscarito, un residente en la capital de Cuba, que est¨¢ a punto de abrir su propio bar all¨ª.